“Cuarenta y cinco días sin ver a nuestra familia. ‘Dibu’ fue papá y no pudo ver a su hija, no le pudo hacer upa. El ‘Chino’ igual. Estamos a un pasito nomás y depende de nosotros ganar esta Copa”, decía Lionel Messi antes de salir a la cancha. Era el 10 de julio del 2021 y Argentina cortaba con la mufa y levantaba la Copa América después de 28 años de sequía en las vitrinas de la AFA.
La arenga del 10 de la Selección se viralizó en las semanas previas al Mundial de Qatar 2022 tras su revelación en el documental Sean Eternos, que cuenta el recorrido de la Albiceleste hasta conseguir el agónico 1 a 0 contra Brasil en el Maracaná. Hoy, un año y medio después, el que recordó esa arenga fue el arquero de la Selección, Emiliano “Dibu” Martínez. Y lo hizo con su habitual picardía.
“Le pude hacer upa”, publicó el “Dibu” este luens, y acompañó el texto con una foto suya alzando la Copa del Mundo en el vuelo que trae de nuevo al campeón a Argentina para celebrar con todo el pueblo la tercera estrella sobre el escudo. Por supuesto, el posteo tuvo inmediatamente decenas de respuestas festejando la humorada y agradeciendo las increíbles atajas que hicieron posibles el título.
El “Dibu” en los penales y un trabajo de relojería
Probablemente, el “Dibu” se terminó de ganar los corazones de los argentinos durante la semifinal de la Copa América, cuando provocó a los jugadores ecuatorianos al ritmo del “mirá que te como, hermano”, y atajó los penales decisivos que le permitieron a la scaloneta avanzar al partido final del torneo.
En el Mundial, Martínez ya se había hecho grande desde los doce pasos ante Países Bajos, donde atajó los dos primeros penales. Ayer repitió la historia y atajó un penal y forzó un error. Los jugadores argentinos hicieron lo propio y con una eficacia perfecta, consiguieron la copa con un penal de sobra.
Sin embargo, el rol del “Dibu” en los penales fue mucho más que atajar de manera ejemplar. En un hilo de Twitter, el investigador especializado en psicología deportiva Geir Jordet describió algunos aspectos no vistos sobre la tarea del arquero. Hubo todo un trabajo psicológico para apoderarse del arco y mostrar que en esa última instancia de definición, Argentina también tenía la ventaja.
Así, una primera diferencia que se vio durante la tanda de penales fue que mientras el arquero francés estaba en la mitad de la cancha, haciendo el sorteo con el árbitro y Messi, Martínez ya se había acercado al arco y empezó a arengar a la hinchada. En el summum del nerviosismo, el marplatense se mostraba dirigiendo la batuta.
Además, se mostró el dueño del área, cuando al llegar Hugo Lloris lo fue a saludar y le dio la mano. Lo mismo que hizo con el primer pateador francés, Mbappé. En este punto, el “Dibu” con su habitual tono provocador, empezó a pedirle al árbitro que revisara que la pelota esté bien colocada sobre el punto de penal. ¿El objetivo? Mostrar dominio dentro del área e incomodar a los rivales.
Con los penales empatados en 1, el “Dibu” tuvo su primera atajada. Y, en contra de lo que se suele hacer, salió a festejarlo como un gol. Se mostraba confiado. Como si ya hubiese ganado el campeonato.
El trabajo psicológico siguió con el tercer penal de los franceses, cuando al igual que contra Países Bajos, Martínez amagó con darle él mismo la pelota el jugador rival, pero cuando estaba por llegar, se la tiraba lejos para que la vaya a buscar. El jugo mental dio su fruto, y el francés la tiró, lejos, a la derecha del palo.
Finalmente, tras festejo con baile incluido, el “Dibu” recibió al último pateador francés al ritmo de “I’ve watched you”, es decir, “yo ya te vi”. Francia pudo meter el gol con un zapatazo fuerte al medio, pero con dos penales arriba, “Cachete” Montiel no falló y le puso la tercera estrella a la Albiceleste.