La obtención de la Copa del Mundo inunda de felicidad la Provincia de Buenos Aires y la Argentina toda. En el caso de Bahía Blanca, la alegría se ve multiplicada debido a la participación directa de dos bahienses en este inmenso logro. El delantero del Inter de Italia, Lautaro Martínez, al igual que el defensor del Real Betis, Germán Pezzella, dieron sus primeros pasos en el club Liniers de Bahía Blanca y sembraron allí el comienzo de sus grandes carreras.
Martínez, delantero de 25 años surgido de Racing Club y que usa la 10 en el Inter de Italia, disputó seis de los siete encuentros en Qatar, en donde no pudo marcar goles dentro del tiempo regular pero sí en la tanda de penales ante Países Bajos. Y qué penal. Fue el último, ese que marcó el pase a las semifinales. La molestia que arrastraba en su tobillo derecho previo a la copa hizo que "el toro" no pueda desplegar todo su fútbol en su totalidad. Pese a eso, tanto en sus titularidades como en sus ingresos, le aportó al equipo la lucha tan necesaria de un delantero que se posiciona de espalda al arco.
Pezzella, defensor central de 31 años surgido de River Plate y que usa la 16 a bastones verdes y blancos cada fin de semana en España, cuando defiende al Betis, tuvo participación en tres encuentros de este mundial. Ingresó desde el banco frente a Polonia, Países Bajos y Francia. El siempre cumplidor Pezzella, jugador sobrio y firme a la hora de defender, increíblemente quedará en la anécdota futbolera como aquel que provocó la falta que devino en el empate holandés al minuto 100 de partido. Para la suerte de todos, no será más que un recuerdo alegre de lo que fueron momentos de vasto sufrimiento.
Pese a su presente europeo, ambos jugadores siguen atados sentimentalmente a Bahía Blanca. En sus tiempos libres, generalmente de vacaciones, regresan a la ciudad para recorrer esas calles que traen los mejores recuerdos, pisar el club que vio el inicio de sus sueños, saludar a los amigos del alma y colaborar desinteresadamente en diversas cuestiones de la cotidianeidad bahiense. Lautaro, por ejemplo, se entrenó dos semanas seguidas con el plantel mayor de Liniers B.B. en su visita en 2021. Un año antes, Pezzella donó una importante suma de dinero para un hospital local.
Según la publicación local La Nueva, en la historia bahiense ya se había escrito una página similar. En el campeonato obtenido en el año 1978, Héctor "Chocolate" Baley fue parte del equipo de Menotti que se consagró campeón mundial. La diferencia en ese caso, fue que el arquero Baley ofició de suplente de un tal Fillol, lo que significó que no tenga minutos en cancha. Pese a eso, la medalla reposó en su pecho y dio inicio a una historia que ayer agigantaron Martínez y Pezzella.