Un hombre de 36 años, dueño de un laboratorio de suplementos deportivos, fue condenado ayer en juicio abreviado a la pena de 11 años de prisión, acusado de pagar para que un exempleado y (para entonces) competidor fuera asesinado. Lucas Ferruggia, dueño de la firma NutriLab, llegó a esta instancia acusado de haber contactado a un preso detenido en la Unidad 3, a quien le prometió dinero para llevar a cabo el plan, en mayo de 2021.
"Homicidio calificado por haber sido cometido por precio o promesa remuneratoria y por el concurso premeditado de dos o más personas en grado de tentativa", es la acusación por la que fue sentenciado Ferruggia.
El caso se conoció en mayo del año pasado, cuando el acusado, dueño de un laboratorio de suplementos deportivos, fue detenido por la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y personal de la Agencia de Investigación Criminal, en la vivienda de Álvarez Thomas y Gallo, por estar sospechado de planificar el crimen. El homicidio -que involucró el pago de medio millón de pesos- se frustró porque la víctima fue alertada y resguardada, en el marco del caso que investigaron los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, a partir de escuchas telefónicas en otra causa.
El juicio abreviado, acordado entre los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y los defensores del imputado, fue homologado por el juez Carlos Leiva.
Desde mediados de año, el acusado está con prisión domiciliaria y tobillera electrónica, cuando la defensa alegó cuestiones de salud. En la causa hay otras tres personas imputadas.
La acusación fiscal indica que el 21 de abril del año pasado, un sicario que iba como acompañante en una moto se bajó del vehículo en Avenida del Rosario al 2700 e intentó matar a la víctima con una pistola calibre 9 milímetros. Realizó tres disparos, pero no logró el cometido. Después de una persecución del Comando Radioeléctrico, el gatillero fue arrestado.
Más adelante, los fiscales advirtieron que el encargue de aquel ataque fue de un preso y que ante la falla, el plan se retomó para el 10 de mayo. Sin embargo, tampoco se concretó porque en escuchas telefónicas de otra investigación (el crimen de Nicolás "Fino" Ocampo, miembro de la banda de Esteban Alvarado) surgió el dato para evitar que se llevara adelante el plan.