El Fondo Nacional de las Artes entregó los Premios Trayectoria a los artistas más destacados del país en distintos rubros como letras, teatro, arquitectura, artesanías, música, diseño y artes visuales, entre otros. Luego de las palabras iniciales a cargo de la presidenta de la institución, Diana Saiegh, se desarrolló una ceremonia en la que hubo reconocimientos a la labor de los premiados, piezas audiovisuales para mostrar parte de un trabajo de años y fotos para inmortalizar el momento en el Palacio San Martín (Cancillería). Saiegh subrayó el rol clave que la cultura tiene en el país, celebró a aquella “gente que eligió vivir por y para la cultura”, y también expresó su alegría por el triunfo de la Selección Argentina en el Mundial de Qatar 2022.
La primera artista destacada fue Liliana Ancalao, quien obtuvo el Premio Trayectoria de Patrimonio, una referente del pueblo mapuche que recoge esa cultura ancestral desde el presente. La galardonada dedicó el reconocimiento “a mis ancestras, a mi familia y a mi comunidad” y habló en su lengua. En el rubro Artesanías el premio fue para José Froilán “El Indio” González, luthier, artesano de bombos y fundador del reconocido espacio cultural en Santiago del Estero, el Patio del Indio Froilán, que mencionó Saiegh en su discurso. “Un bombo es el corazón / de un santiagueño de ley/ el Indio Froilán González / Vive en los montes y es luthier”, dice la canción que le dedicó Peteco Carabajal.
En Dibujo el premiado fue Fernando Allievi, quien dedicó su reconocimiento a los profesores de Bellas Artes de la Universidad de Córdoba y agradeció la posibilidad de estudiar en una universidad pública, gratuita y accesible cuando no disponía de recursos suficientes. Además, citó el poema de Jorge Luis Borges –el primero en recibir este honor en 1963 en la categoría de Letras–, “La suma”. En Artes Visuales la premiada fue Elba Bairon, quien destacó la actividad intensa e importante del FNA y agradeció “la apuesta a la creatividad y la cultura”.
En el rubro Diseño de Indumentaria el galardón se lo llevó Gino Bogani, quien este año cumplió 80 y declaró que no se lo esperaba. “En este momento llegan los premios pero este es el postre”, celebró, y bromeó con el dato sobre el año de creación del FNA que casualmente coincide con el de su nacimiento. También mencionó al pianista Bruno Gelber, sentado en primera fila, otro de los premiados y quien fue definido por Bogani como “un hermano de la vida”. Gelber obtuvo el premio en la categoría Música y fue el ministro de Cultura, Tristán Bauer, quien le dedicó unas palabras durante la entrega. “Gracias Bruno, por tu arte y por tu vida. De chiquito te escucho” y destacó esa manera de interpretar el instrumento que “ha conmovido a tantos argentinos y al mundo entero”. El pianista, por su parte, dijo: “Desde que fui dado a luz me casé con la música. Si tuviese que elegir de nuevo una vida, elegiría la misma”.
En la categoría Teatro el elegido fue Santiago Doria, quien recordó la época del servicio militar obligatorio a sus 20 años y la decisión que tomó al regresar de aquella experiencia: “Decidí que me iba a dedicar plenamente al teatro y ahora estoy aquí. Se lo dedico a quienes me enseñaron a amar el teatro y a quienes pude enseñar a amarlo”. En la categoría de Letras el galardón fue para Mempo Giardinelli. En palabras de Florencia Abbate, directora del área, la institución destacó al columnista de Página/12 por su “compromiso con la realidad nacional y con la transmisión del placer de la lectura a las nuevas generaciones”, por su honestidad intelectual y también por su trabajo en la promoción de la lectura a partir de la Fundación que lleva su nombre y tiene sede en el Chaco, provincia que lo vio nacer. “Me siento muy conmovido y agradecido. Y muy orgulloso no sólo por mí sino también por la cantidad de gente que me acompaña en la Fundación”. El escritor y periodista contó que fue creada a partir de la literatura, ya que nació gracias al Premio Rómulo Gallegos que obtuvo en 1993 (Venezuela). “Yo tenía el deber de que ese dinero volviera a mi tierra, a mi pueblo, a mi provincia”, dijo, y destacó estos 28 años de trabajo sin un solo centavo del Estado argentino.
“Todo premio es un reconocimiento, y en la vida de la creación, del arte, lo que uno quiere es eso: reconocimiento, tener una constancia de que los pasos que diste en tu vida dejen una huellita. Yo estoy muy satisfecho y muy honrado. Creo que la literatura ha sido muy generosa conmigo y yo le he dado mi vida. Pienso seguir en esto, estoy en plena producción, escribiendo mucho y lleno de ideas”, declaró a este diario al finalizar la ceremonia de entrega. Y con respecto a la promoción cultural subrayada en su discurso, explicó que “es importante en toda sociedad. Uno de los roles del Estado es apoyar a la cultura porque es representativa, embajadora, unificadora de un sentimiento nacional, de una identidad, de la soberanía”. Además, contó que el premio del FNA coincide con el Manuel Rojas de Narrativa que le entregarán próximamente en Chile.
En la categoría de Diseño Gráfico el premiado fue Guillermo González Ruiz, quien recordó las figuras de Rafael Saiegh (en la Subsecretaría de Cultura) y Eduardo Saiegh (Fundación PROA) como modelos, destacó los valores éticos recibidos en la UBA y citó la célebre frase de Jean Paul Sartre: “Cada uno es lo que hace con lo que hicieron de uno”. En el campo de las Artes Audiovisuales fue premiado Juan José Jusid; el director dedicó el galardón a su familia, a sus amores y a sus amigos, y bromeó con la idea de que las autoridades del FNA hubiesen cometido un “error” al elegirlo.
Flora Manteola fue la premiada en el rubro Arquitectura y celebró que la disciplina esté contemplada como una de las artes, ya que no es lo más usual. También celebró que la ceremonia se haya desarrollado en un edificio como el Palacio San Martín, creado por Alejandro Christophersen. Los hijos de la escritora María Moreno (Letras) y la docente Nelly Perazzo (Educación por el Arte), y la asistente de la bailarina de tango María Nieves (Danza) recibieron los galardones en representación de las artistas que no pudieron estar presentes por razones de salud.
La ceremonia tuvo su cierre de la mano de Graciela Borges, quien fue ovacionada por el auditorio y coronada con el Gran Premio Trayectoria. Saiegh contó que al momento de tomar la decisión, en el directorio se propusieron elegir a alguien de quien no hubiera que explicar nada, e inmediatamente surgió el nombre de la artista. El ministro Bauer, por su parte, destacó su carrera y “esa alma extraordinaria que nos representa a todos los argentinos”. La actriz reivindicó su oficio y expresó: “La actividad más honorable es servir al público y ser útil para la mayor cantidad de personas posible”. Al final hubo un ágape y una delicada interpretación musical a cargo de una orquesta infanto-juvenil promovida por la institución.