La organización Madres Protectoras reclaman justicia por un joven que fue víctima de violencia sexual cuando tenía entre 15 y 16 años de edad, en 2016 y 2017. Lo llamaron "Niño Sol" para resguardar su identidad. El acusado es un hombre de 37 años, padrastro del adolescente, que está siendo juzgado por la jueza Paola Marocco, de la Sala VII del Tribunal de Juicio. La audiencia de alegatos y sentencia esta prevista para este martes a las 8.
El acusado P.M.N. era padrastro de la víctima y es el progenitor de sus dos hermanas pequeñas. El fiscal Sergio Obeid lo imputó por abuso sexual con acceso carnal reiterado y agravado por la convivencia.
La denunciante es la madre del ahora joven. La mujer contó que había notado un cambio de personalidad en su hijo, que empezó a encerrarse, a no hablar, tenía un trato distinto y "tosco" con su padrastro, y bajó en el rendimiento escolar.
Este cambio le hizo sospechar que algo le pasaba a su hijo pero pensó en algo externo a su familia. Sin embargo, en consulta con una psicóloga constató que estaba siendo abusado por su padrastro. Esta psicóloga brindó un testimonio clave en este juicio, al igual que un psicólogo que continuó la asistencia después ante las crisis del chico, y una psicóloga que trabajó también con él y en la terapia familiar.
La madre dijo a Salta/12 que al tomar conocimiento de la situación, primero apartó de su casa a su expareja, con quien llevaba 10 años de convivencia y es el progenitor de sus dos hijas pequeñas. Señaló que la psicóloga le refirió que su hijo le contó que era amenazado por el padrastro y que le tenía miedo. Esas amenazas para silenciarlo habrían tenido relación con las hermanas pequeñas y su mamá.
La madre fue a la oficina de Orientación y Denuncia de la Ciudad Judicial, donde realizó la demanda. Desde ahí la derivaron la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual a cargo de Obeid. Relató que fue revictimizada, y que en estos lugares le preguntaban si su hijo era "gay", a lo que ella respondió que era un adolescente que apenas estaba descubriendo su sexualidad y que si fuera gay "¿qué tenía que ver? ante lo que estaba denunciando".
Desde aquel entonces pasaron cinco años durante los que la mamá dijo que siguió siendo revictimizada y también fue revictimizado su hijo. Aseguró que fue 194 veces a la Ciudad Judicial para consultar por la causa porque no la notificaban e incluso no pudo constituirse en querellante debido a que tampoco le informaron de los plazos ni de la elevación a juicio.
"Mi único interés es que se haga justicia. Yo exijo una justicia real, ejemplificadora y reparadora. Porque es más grave y peor de lo que yo pensaba. Destrozaron a mi hijo psicológicamente. A mí no me lastimaron un hijo, sino cuatro (dos hijas en común con el acusado y un hijo mayor también)", manifestó la madre.
"Quiero que todas las mamás que están pasando por esta situación sigan creyendo en la justicia. Que sirva para otros chicos que están pasando lo mismo que él. Mas allá de lo que esperamos para nosotros", expresó.
La madre consideró que ha sido maltratada y revictimizada desde que realizó la denuncia y por los abogados defensores del acusado en el juicio. Dijo que la jueza llamó la atención varias veces a los letrados mientras prestaba declaración exigiéndoles que fueran respetuosos. Contó que el abogado René Gómez dijo que ella lo sacaba de quicio.
Ante las insinuaciones que le hicieron de que hubo consentimiento de su hijo, la madre destacó que se trataba de un adolescente menor de edad. Especificó que el chico tuvo intentos de suicidio, entre las secuelas de la violencia sexual sufrida. Una vez en el colegio "tuvo un ataque de llanto, cruzó la ruta corriendo y los compañeros por detrás. Para los directivos presentaba un peligro, Le pidieron que no ingrese al colegio hasta que le hagan informes psicológicos que digan que podía volver".
"A él le cuesta muchísimo hablar (sobre la violencia sexual vivida), lo dijo la última psicóloga, hasta ahora tiene un llanto muy profundo. Le cuesta todavía. Presenté unos escritos, para que no lo llamen a declarar de nuevo, para que no lo revictimicen. Pedí que se tenga en cuenta la cámara Gesell. Todos los profesionales dan cuenta de indicadores de abuso", señaló la mamá.
“Mi hijo hasta el día de hoy se despierta llorando. Durmió tres años con un machete al lado de la cama. El tiempo pasa y no ve justicia”, dijo. También pidió que los empleados y autoridades que intervienen en este tipo de causas se especialicen y mejoren el trato y el tiempo de estos procesos. "Hay que discutir con todo el mundo, pelear con cosas que no habría que pelear", añadió la mamá.
Una niña testiga
La causa tiene como testigo a una hermana pequeña de la víctima, que declaró en cámara Gesell. La madre dijo que luego de apartar del hogar a su expareja y de comunicarle a la hija "tu papá hizo algo que se tiene que comprobar", la niña le relató que sabía el motivo.
"Mamá yo ya sé por qué no puede estar acá. Porque una vez entré a la pieza y vi que tenía los pantalones abajo al lado de la cama mientras ("Sol") estaba durmiendo", reprodujo la madre las palabras de la niña.
La madre indicó que su hija fue sometida a la declaración en circuito cerrado de televisión con una psicóloga que no era especialista en psicología infantil y que al llegar le dijo a la nena sin ningún cuidado: "estás acá porque tu papá abusó de tu hermano". La mamá consideró que la profesional no debió dirigirse a la nena de esa manera y que se faltó al protocolo, contó que ella no le dijo a su hija por qué la había llevado ya que no supo explicarle.
Dijo asimismo que quiso denunciar esa situación pero solo le tomaron una exposición donde dejó asentando que si la nena tenía algún problema emocional, responsabilizaba a las autoridades intervinientes.
Además, indicó que el circuito cerrado de televisión recién se incorporó este año al expediente. Aseguró que en la fiscalía le decían que faltaba producir esa prueba, que ella no había llevado a la niña a la entrevista, pero tuvo que especificar que sí se había realizado para que la busquen e incorporen.
Hostigamiento
El acusado no está detenido, asiste a las audiencias en libertad. La madre del adolescente víctima relató que ella tuvo que mudarse de su anterior domicilio porque recibía insultos y amenazas de sus familiares, e incluso denunció las amenazas de un hermano del imputado.
Además, la madre dijo que una vez le intentaron "secuestrar a las nenas". Relató que estaba con las niñas en el portón de su casa, y cuando se dio vuelta no estaban y salió a buscarlas. "El padre de las nenas tenía un auto gris. Vi un auto así. Llamé al 911 y él me llamó diciendo que las nenas llegaron solas a la casa de su madre. Alguien las sacó. Las nenas no dijeron nada. La tía le dijo a la policía que llegaron solitas llorando en un auto gris. Las nenas bloquearon esa situación", contó.
Madres Protectoras
La denunciante contó que en este tiempo pudo conocer a otras mujeres que llevan causas similares a la suya, cuyos hijos e hijas han sido víctimas de violencia sexual. Dijo que están formando la agrupación "Madres Protectoras" de Salta, que nació originalmente en España y se replicó en varias provincias argentinas.
"El motivo de esta organización es toda la problemática que se atraviesa a nivel nacional frente a lo que es el abuso sexual contra las infancias y lo que las madres sufrimos a partir de hacer las denuncias, la persecución, el hostigamiento, la criminalización de las madres", explicó la referenta en Salta de Madres Protectoras, Yanela Barrios.
"Pedimos justicia por el caso del niño Sol (...) Llegamos por fin a un juicio a pesar de las irregularidades, durante el proceso de investigación, la ineficacia existente en este sistema judicial que denigra, revictimiza, abandona a la víctima y protege al abusador , criminaliza a su madre protectora", sostiene el comunicado de Madres Protectoras.
Barrios explicó que están brindando acompañamiento a la mamá de "Sol" y reclaman "una sentencia efectiva, ejemplificadora y reparadora para las víctimas". "Vamos a visibilizar todo lo que se atraviesa a partir de que se realiza una denuncia por abuso, cómo es el proceso, estas cuestiones que nos atraviesan a la mayoría de las madres protectoras, la lentitud de las causas judiciales, la inoperancia del poder judicial frente a estas causas", señaló.