Los líderes españoles del PSOE y Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, acordaron trabajar juntos en iniciativas de la agenda social. Sin embargo, constataron sus importantes discrepancias sobre Cataluña, en una reunión de más de dos horas que mantuvieron anteayer sus equipos negociadores en el Congreso.
Tras dos horas y diez minutos de reunión entre la plana mayor del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del grupo parlamentario Unidos Podemos, la portavoz de este último, Irene Montero, afirmó que están muy satisfechos por un encuentro que sirvió para normalizar sus relaciones con el PSOE y establecer una interlocución preferente entre ambos grupos. Según Montero: “Este espacio de trabajo sirve para avanzar ese proceso de construcción de un gobierno alternativo, prefigura un gobierno alternativo, y pretende servir también para fortalecer nuestros acuerdos y gestionar nuestros desacuerdos. Con este PSOE se abren posibilidades de colaboración”, afirmó.
Por su parte, la portavoz del PSOE, Margarita Robles, rebajaba el optimismo de Montero y contradecía su interpretación: “Lo que prefigura esta mesa es un trabajo parlamentario. A la vista de ese trabajo parlamentario luego ya veremos”, respondía Robles citada por el diario Público. Por otro lado, la portavoz socialista hizo hincapié en que en ningún caso su formación apoyará un referéndum unilateral ilegal como el que planea celebrar Cataluña. “Los respetamos, pero no compartimos la posición de soberanías compartidas de Unidos Podemos”, aseguró Robles al término de la reunión, en la que Podemos defendió la necesidad de un referéndum pactado con el Estado. Una posición que choca con la reforma constitucional que pretenden impulsar a partir de septiembre los socialistas. Ambas partes coincidieron en la necesidad de abrir un espacio de diálogo en el parlamento que busque soluciones a esta crisis territorial, aunque no concretaron cómo.
El resultado de la reunión es una interlocución que a partir de ahora será permanente entre los partidos de Sánchez e Iglesias a través de una mesa de colaboración parlamentaria, que utilizarán tanto para fortalecer acuerdos como para gestionar desacuerdos. Ambos grupos pactaron pedir una comisión de investigación sobre el accidente ferroviario del Alvia ocurrido en Santiago en julio del 2013 (en el que por un descarrilamiento del tren murieron 79 personas).