El gobierno de Nicolás Maduro respondió a Estados Unidos que no dará marcha atrás a la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. El presidente venezolano dijo que activará el Consejo de Defensa de la Nación (Codena) ante la “amenaza imperial” que representa una posible imposición de sanciones económicas por parte del gobierno estadounidense en el marco de una presión internacional para que retire su iniciativa de reformar la Carta Magna.  “Nada ni nadie podrá detenerla, la Constituyente va. Hoy el pueblo venezolano es libre y responderá unido ante la insolente amenaza planteada por un imperio xenófobo y racista”, afirmó el canciller venezolano Samuel Moncada. Trump mostró el lunes su intención de tomar “rápidas y fuertes medidas económicas” si Maduro persistía en celebrar la elección de la Constituyente, que la oposición considera un fraude del chavismo para perpetuarse en el poder. 

Maduro tomó la iniciativa ayer en la pelea con la principal potencia mundial. “He decidido activar el Consejo de Defensa de la Nación de acuerdo al (artículo) 323 de la Constitución, para responder integralmente la amenaza Imperial. La respuesta será muy firme, en defensa del patrimonio histórico anticolonial y antiimperialista de nuestra Patria. Unidos Somos Invencibles”, escribió Maduro en su cuenta de Twitter. “A nuestra Patria no le da órdenes ni la gobierna ningún gobierno extranjero”, afirmó el presidente venezolano en referencia a las presuntas sanciones preparadas por Washington en el caso de no desistir en su intención de modificar la Constitución.  

La reacción de Maduro tiene lugar un día después de que la Casa Blanca emitiera un comunicado en el que respaldó la celebración de una consulta sin apoyo oficial por parte de la oposición, en la que participaron casi 7,6 millones de personas, sobre un total oficial de casi 20 millones, que se manifestaron en contra de la Asamblea Constituyente impulsada por el mandatario.

“El pueblo de Venezuela volvió a dejar claro que resiste por la democracia, la libertad y el Estado de Derecho”, manifestó Trump, quien sostuvo que el pueblo venezolano sigue siendo ignorado por “un mal líder que sueña con convertirse en un dictador. Estados Unidos no se quedará quieto viendo cómo Venezuela se desmorona”, manifestó el mandatario. “Si el régimen de Maduro impone su Asamblea Constituyente el 30 de julio, Estados Unidos tomará acciones económicas fuertes y rápidas”, adelantó. Ayer, altos funcionarios norteamericanos avanzaban en todas las opciones, incluida la suspensión de las importaciones de crudo venezolano. 

El canciller Moncada lamentó que “la ruina moral de la oposición venezolana ha arrastrado al presidente Trump a cometer una agresión abierta contra un país latinoamericano”, que se materializó, según dijo, con un comunicado lleno de “tanta pobreza moral e intelectual”. Ante esa advertencia, Moncada informó que Caracas procederá a someter las relaciones bilaterales con Washington a una profunda revisión. “Por instrucción del presidente de la República, nosotros haremos una revisión profunda de las relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, porque nosotros no aceptamos humillaciones de nadie, nunca lo haremos”, advirtió Moncada. El canciller aseguró que con sus amenazas, Estados Unidos “cava un foso” en sus relaciones con Venezuela (ambos países retiraron a sus embajadores en 2010).

Además, el funcionario anunció que Venezuela declaró personas no gratas a los ex presidentes Vicente Fox (México), Jorge Quiroga (Bolivia), Andrés Pastrana (Colombia), Laura Chinchilla y Miguel Angel Rodríguez (Costa Rica), observadores del plebiscito y quienes abogaron por una mayor presión internacional para detener la Constituyente.

Alentada por el plebiscito, la oposición anunció una estrategia que combina la escalada de protestas y la conformación de poderes estatales paralelos a los que asegura están al servicio del gobierno.