Este jueves 22 se conmemoran 20 años de la muerte de Joe Strummer. Su obra es tan impoluta y vigente que aún existe la sensación de que el legendario músico inglés sigue estando entre nosotros. De hecho, un año antes de su fallecimiento, en una entrevista para el Suplemento NO Roque Casciero le preguntó sobre su inminente cumpleaños 50. Al mejor estilo de Walas, cantante de Massacre, quien afirma que dejó de cumplir años, el icono punk aseguraba entre otras cosas que “todavía no he crecido”. Y entonces puso en calidad de ejemplo de esa sentencia a Iggy Pop, al que además definió como su “gurú”. Incluso llegó a vaticinar en esa nota, medio en broma (o quizá lo pensó en serio), que The Clash se juntaría cuando sus integrantes tuvieran 77 años. Idea que le vino a la cabeza tras ver el documental de Buena Vista Social Club. Nada de eso sucedió.

Lo cierto es que hoy Lucinda Tait es su viuda, y representa para el punk algo similar a lo que Priscilla Presley significa para el rock and roll. Aunque sin la herencia de 4,7 millones de dólares que Elvis le dejó. Lo que sí le legó el autor de la letra del himno “London Calling” fue un montón de material inédito. Sobre todo de The Mescaleros, uno de los proyectos post The Clash del cantante y guitarrista. Luego de varios años de recopilación y curaduría, finalmente vio la luz el pasado 16 de septiembre el box set Joe Strummer 002: The Mescaleros Years, que incluye la nueva versión de “Secret Agent Man”. O las canciones inéditas “Ocean Of Dreams” (esta última cuenta con la colaboración de Steve Jones, de Sex Pistols) y “Fantastic”. Junto con ediciones remasterizadas del catálogo completo de The Mescaleros, entrevistas exclusivas a amigos, colabradores e integrantes de la banda, e imágenes jamás vistas.

Joe Strummer y Lucinda Tait.

“Fue desafortunado que el lanzamiento de ese material coincidiera con la muerte de la Reina Isabel II”, se lamenta Tait, de 60 años, llamada telefónica mediante. “Más que para conmemorar su muerte, con este box set queríamos celebrar su nacimiento (su natalicio fue el 21 de agosto). Pero fue imposible tener todo listo para su cumpleaños. Si apareció en septiembre no fue por una razón específica. Sin embargo, si estuviera vivo, hubiera cumplido 70 años. Desde que falleció (su deceso fue a causa de un ataque al corazón en su casa en Broomfield, Inglaterra, provocado por una cardiopatía congénita no diagnosticada), es como si cada día fuera lo mismo. Nadie se puede imaginar cuánto lo extraño. Recopilar este material fue duro en todo sentido, pero me ayudó a tenerlo cerca nuevamente. Durante el proceso, mi sensación siempre fue que estaba a mi lado cantándome o contándome alguna anécdota”.

-Felicitaciones por ello. Es un gran proyecto.

-Oh, gracias. La preparación del proyecto llevó mucho tiempo porque Joe dejó un gran archivo musical. Al igual que dibujos, garabatos y letras de canciones. Nunca había visto esas cosas, ni tampoco escuché estas canciones hasta después de que murió. Tuvimos que mirar e ir archivando. Nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de la coampañía discográfica Dark Horse (se refiere al sello fundado por George Harrison en 1974). Por suerte, Joe no era de tirar cosas. Así que no sólo fue muy laborioso, sino que también se trató de un trabajo emotivo. Estaba todo nuevamente frente a mí. Por momentos fue divertido. No paraba de reírme y de recordar con gratitud el tiempo que pasamos juntos. Fue una gran vida. Pero a veces me entristece mucho que él no esté acá. Entonces es una mezcla de emociones.

-¿Cuánto tiempo les llevó darle forma a todo ese archivo?

-Joe dejó todo en cajas, bolsas y maletas. Algunas de ellas estaban en un granero que había en casa, mientras que otras estaban en el estudio. O en placares. Estaban dispersas por muchos lugares. Tomó tiempo descifrarlo, y ponerlo en una base de datos digital para que fuera accesible. Así que hemos tenido que escanear todo lo que tenemos. Le gustaban los casetes, el sonido de la tormenta de la música analógica. Y muchas de sus cosas que hizo solo en el estudio estaban en un formato que parece que no existe más. Eso fue lo que más tiempo demoró. Aunque una vez que lo tuvimos escaneado y subido a la base de datos digital, lo que restaba era decir “esto sí” o “eso queda para otro momento”. Con respecto a tu pregunta, nos llevó cinco años reunir todo el material.

-Tomando en cuenta que se trataba de un artista muy activo y que participó en muchos proyectos, ¿por qué decidieron poner el foco en su obra con The Mescaleros?

-Por dos razones fundamentales: la primera es que yo estuve con él cuando terminó The Clash, y decidió armar The Mescaleros. Así que el proyecto se basó en un período musical que conocí muy bien. Por otra parte, The Mescaleros era un grupo del que Joe estaba muy orgulloso. Cuando sacaron esos discos, estuvo bueno el proceso. Pero quedaron cosas afuera, por lo que me pareció que se podían mejorar. Incluso en el audio. Y entonces los volvimos a revisar. Sus palabras siguen teniendo un peso enorme en la cultura popular. Por eso creo que es importante y beneficioso para las personas más jóvenes escuchar lo que tenía para decir. Tenía una verdadera empatía por las personas. Estaba muy preocupado por la raza humana, por el planeta y por la destrucción del planeta. No soportaba las guerras, ni las personas que sufren. Aunque igualmente era divertido. Cuando estaba con The Mescaleros, creo que su discurso logró llegar a mucha gente. Esas letras están en el libro del box set. Sus errores eran simplemente extraordinarios. No quería que la gente escuchara sólo a un hombre enojado, sino también comprensivo, reflexivo y feliz.

Durante su carrera, que duró entre 1999 hasta la muerte de Joe Strummer, The Mescaleros publicó tres álbumes: Rock Art and the X-Ray Style (1999), Global a Go-Go (2001) y Streetcore (2003). Este último apareció de forma póstuma. De manera que la nota que el músico ofreció a este diario fue con motivo de la salida del segundo disco del grupo. “Tengo un programa de radio en el BBC World Service, que se emite en todo el mundo. Tengo sentimientos extraños cuando pongo un disco, porque es muy raro que haya gente escuchando en Australia o en Borneo. Así que escribí la canción ‘Global a Go-Go’ como para meterme en ese sentimiento y después, entre todos, decidimos llamar así al disco”, explicaba el artista. “Cuando estuvo escrito en la tapa del álbum, cobró un nuevo sentido. En seguida tomé conciencia de que también podía hacer referencia a todo lo que se discute sobre la globalización y la antiglobalización”.

-Al momento de revisitar y revisar ese material, ¿con cuál tesoro te encontraste?

-Oh, para mí ese tesoro fue trasladarme en el tiempo. Me emocionaba mucho escuchar de nuevo su voz cuando hablaba o cuando estaba en el estudio hablando con el ingeniero. Su voz me resonó fuertemente. A veces, lo encuentro muy difícil. Y digo: “¡Wow!”. Del proceso de preparación, también rescato leer las notas que me escribía. Especialmente las divertidas.

-¿Y qué hay de los temas inéditos? ¿Dónde estaban?

-Tengo que decir que realmente el crédito es de David Zonshine, quien está en Dark Horse y fue productor del disco. Cuando estábamos mirando todas las letras, vimos que había una llamada “Fantastic”. Entonces empezó a buscar el demo, lo encontró y lo transformó en una canción completa. Si bien antes tenían vida propia, hoy con ese cambio alcanzaron otro tipo de trascendencia. Así que él fue quien logró ese milagro.

46 canciones forman parte de las cuatro horas de esta aventura musical que atraviesa al post punk, al reggae, al folk e incluso a la música electrónica y al hip hop. En su versión en CD, el box set está conformado por 4 discos y un libro de 72 páginas. En tanto que en su versión en vinilo son 7 LP y un libro de 32 páginas. Ambas cuentan con un embalaje especial y una impresión artística de 12 pulgadas por 12 pulgadas. Y la remasterización de todos los álbumes la hizo el ingeniero Paul Hicks, ganador de tres premios Grammy (The Beatles, John Lennon, The Rolling Stones, David Bowie). Sobre este proyecto, Henry Rollins, figura del hardcore, escribió: “Si ahora creés que echas de menos a Joe Strummer, cuando llegues al final de este box set, realmente vas a echar de menos al tipo. Un gran artista. Capta perfectamente al hombre, la música y el momento”.

-¿Quedó material sin incluir?

-Muchísimo. Está toda la música en vivo, la música que hizo para películas, y la música que escribió para otras personas. Nunca dejó de componer. Tenemos todo ese tesoro que nos dejó.

The Mescaleros (Imagen: Gentileza BMG LatAm).

-En mayo se cumplieron 40 años de la salida de Combat Rock, el último disco de The Clash con su formación completa. Aparte de la reedición que salió para coleccionistas, ¿sabés si hubo o habrá alguna celebración de los miembros restantes al respecto? Es el disco más vendido de la banda…

-Creo que se hará algo. Pero recordá que The Clash se mueve por otro sello, que tiene una gestión distinta, y hay más personas involucradas. Así que la decisión se toma entre varios.

-¿Viniste alguna vez a Buenos Aires? Es una ciudad atravesada por la influencia de Joe. Al punto de que hay un bar inspirado en él, Strummer Bar, concebido por los integrantes de una de las bandas de punk más importantes de habla hispana, Attaque 77.

-¡No lo puedo creer! Gracias por contarme. Sabía de su influencia en Chile, por los exiliados. Y por las comparaciones que se hicieron entre él y Víctor Jara, de quien fue un gran admirador. Yo creo que tenían razón. Tenían muchas cosas en común. Pero no sabía que Joe fuera tan importante en Buenos Aires. Estoy muy feliz de saberlo ahora. Así que me debo una visita para allá. Me imagino que este aniversario será disparador de muchas cosas buenas.

-Ahora que la Reina Isabel II murió, seguramente esas canciones de conciencia social que cosechó volvieron a cobrar un peso importante en la sociedad británica. Joe era muy crítico de la Corona.

-Como decimos en Inglaterra, “has dado en el clavo”. Esa fue otra razón por la que quisimos lanzar este material ahora. Creo que estamos en un momento muy turbulento y difícil. Creo que es por eso que necesitamos nuevamente escuchar lo que Joe tenía para decir. Lo necesitamos de regreso ahora, para escuchar su palabra nuevamente.

-Billy Idol pasó este año por Buenos Aires, al igual que otros referentes del punk. Por lo que siente en el ambiente, sugestión o realidad, que el género se encuentra por vivir un nuevo auge. La salida de este boxset es otra señal. ¿Estás de acuerdo?

 

-Coincido. Creo que creo que hay un resurgimiento del punk. Ya se venía palpando desde hace rato. Podés verlo en la ropa. De hecho, aunque parezca raro, los diseñadores de moda ya avisaron que la tendencia en la primavera - verano de 2023 será la estética punk. También están volviendo a estar de moda artistas del punk, lo que seguramente contagiará a toda una nueva generación de público. Al menos yo, escucho cada vez más el punk en la radio. Me parece que es un buen momento para que se vuelva a encender esa llama.

(Imagen: AFP)

 

La despedida de otro Clash

Antes de escribir uno de los capítulos más gloriosos de la historia del rock, Joe Strummer esbozó el final del pub rock. Mientras era parte del grupo 101ers, vio a los Sex Pistols en vivo, y se dio cuenta inmediatamente de que el “punk era el futuro”. Lo dijo literalmente. Toda una paradoja, y más si se considera que una de las máximas del género es el “No futuro”. En medio de su asombro, una incipiente banda de esa escena, The Clash, le tenía el ojo puesto al cantante y guitarrista. Especialmente su violero, Keith Levene, quien junto al manager del grupo, Bernard Rhodes, se le acercaron para invitarlo a su sala de ensayo. Sucedió el 30 de mayo de 1976. Después de que apareciera por el lugar, Levene estaba tan fascinado con él que le tocó a Strummer uno de sus temas: “Keys to Your Heart”.

Tras ese encuentro, le dieron 48 horas para decidir si quería ser parte de “la banda que rivalizaría con los Sex Pistols”. Strummer les dijo que sí 24 horas más tarde. The Clash hizo su debut como acto soporte de los Pistols el 4 de julio de 1976, en Sheffield. El flamante integrante apenas tenía un mes ensayando con sus nuevos compañeros. Pero el violero fundador ya no se sentía a gusto ahí, al punto de que se le acercó al cantante John Lydon para proponerle tener un proyecto cuando ya no estuviera más en los Pistols. En septiembre de ese año, Levene fue despedido de The Clash. Strummer dijo que lo hicieron porque tocaba demasiado rápido, pero Levene afirmó que se debió a que no asistía a los ensayos. Aunque no grabó en ningún disco, fue coautor del tema “What’s My Name”.

Lo curioso de esta historia es que, a pesar de su fama de desadaptado, Lydon cumplió con su palabra. En 1978, Levene y él fundaron Public Image Ltd., en el que introdujo los sintetizadores. Con eso se ganó un lugar entre los fundadores del post punk. También le sirvió para ingresar en el grupo de synth pop Cowboy International. Tuvo otro punto de inflexión a mediados de los 80, y se fue a Los Angeles, donde conoció a su esposa. Trabajó con los Red Hot Chili Peppers y flirteó con el rap. Todo esto mientras desarrollaba una carrera solista que tiene en Commercial Zone (2014) su último álbum. Y es que Keith murió el pasado 11 de noviembre, a causa de un cáncer de hígado. Tenía 65 años. Se fue sabiendo que John Frusciante está entre los herederos de su estilo. Por lo que ahora debe estar restregándole a Strummer los frutos de su extravagancia.