Los gigantes de la Economía del Conocimiento, los nuevos reyes del establishment nacional, volvieron a la carga y se empezaron a meter en terreno de política partidaria, armando en la previa a las Presidenciales del 2023. Según supo Página I12, los ceos de Mercado Libre, Globant y otras tecnológicas, están rediseñando y depurando el grupo de Whatsapp Nuestra Voz -creado para apoyar la campaña Macri Presidente 2019- para volver a posicionarlo como usina de ideas y lobby privado para los candidatos de Juntos por el Cambio.
Esta semana, algunos de ellos fueron noticia por una curiosa movida. En ese chat, propusieron lanzar en redes un hashtag llamado "Yo trabajo", para quejarse del feriado de festejos por Argentina Campeón del Mundo, decretado por el Presidente Alberto Fernández. Fueron pocos los ceos que comparten el Nuestra Voz y les siguieron la corriente. Es que la mayoría sabía que ellos mismos se habían pasado buena parte de las semanas previas a la final disfrutando del torneo en Qatar. De hecho, algunos hasta vieron las fotos de Guibert Englebienne y Martín Migoya, los fundadores de Globant; y el propio Marcos Galperín, compartiendo palcos en los estadios qataríes.
Aún en este contexto, los Unicornios (empresas que cotizan más de 1000 millones de dólares) salieron en redes sociales a sostener la crítica al feriado. Englebienne escribió en Twitter -citando un tweet del diputado Esteban Bullrich) que "la demagogia dio en el palo. No es así que salimos campeones. Los campeones se hacen trabajando. #Yotrabajo". Mientras que Migoya procedió igual y redactó en su cuenta que "la Selección nos mostró una vez más que la única manera de salir es esforzándose".
Culto a la meritocracia
Lo conceptual de los mensajes no es un dato menor, dado que Nuestra Voz se fundó luego de varias charlas en las que esos empresarios dialogaron con el líder del PRO, Mauricio Macri, sobre las bondades de la meritocracia y el esfuerzo laboral. Estos sectores, son de hecho, los que más lejanos no solo al Gobierno, sino al peronismo en general.
Por esas paradojas de la política y los negocios, ellos mismos son una creación del kirchnerismo: los unicornios se hicieron de la nada en la Argentina con los subsidios a las pymes del rubro en los años del primer gobierno de Cristina Fernández, cuando Industria estaba a cargo de Débora Giorgi. Pasaron de cero a 100 en cuestión de años y lograron una prenetración global en un lapso ridículo si se lo compara con el tiempo que les tomó a otras grandes transnacionales argentinas, como Arcor y Techint. Tan rápido fueron que, por caso, la Globant de Migoya mudó domicilio fiscal a Luxemburgo.
Galperín, que se fue al Uruguay con la crisis del 2002 y volvió ilusionado con Macri en 2016, volvió a retirarse a la costa de enfrente cuando ganó Fernández. Cuentan en su entorno que en el verano de Punta del Este 2023 habrá importantes reuniones políticas del macrismo en su residencia. "Lo que le falta es elegir candidato", dicen quienes lo conocen.
Los Unicornios, además, tendrá un peso clave en lo que es el centro de toda campaña, los aportes privados para financiarlas. Mientras tanto, quienes conviven en Nuestra Voz y no son ceos del macrismo más extremo, adelantan que ya habrá una depuración de infieles "porque van a volver a jugar muy fuerte en la campaña". Avisan, además, que la cuestión de las leyes laborales y la guerra a los sindicatos será central en las jugadas de los Unicornios en campaña.
El efecto Massa y la Provincia
En todo el escenario del Círculo Rojo, los Unicornios son quienes hoy tienen más definido que sea cual fuere el destino del actual Gobierno, jugarán muy fuerte con la oposición. El resto, en tanto, empezó a dudar luego de que el gobierno de Fernández pasara de casi caer al precipicio a recuperar el orden económico que se logró tras la salida de Martín Guzmán del ministerio de Economía, la asunción de Sergio Massa y la mesa interdisciplinaria con el kirchnerismo.
Es que los que no son militantes dentro del establishment ven que lo más importante del 23 no es quién gana, sino cómo construye poder y gobernabilidad tras una elección que estiman muy pareja y en la que aparecen candidatos muy al borde. En ese contexto, ganan los Horacio Rodríguez Larreta y un peronismo que mantenga los resortes sindicales, de movimientos sociales y tenga acuerdos económicos en la cúpula. Massa ya dijo que no será candidato, pero los ceos lo ven dentro del peronismo y en sociedad con el kirchnerismo, sea cual sea la fórmula.
De esos temas se habló, por caso, en la última cena que Massa matuvo con empresarios del Grupo de los Seis en la casa de Eduardo Eurnekian, dueño de Corporación América. Allí, el dueño del Banco Macro, Jorge Brito, le prometió banca con las licitaciones pendientes y el resto le dio apoyo político. También uno de los presentes habló de la elección bonaerense: incluso los que militan en el macrismo aseguran que "hay altas chances" de reelección para Axel Kicillof, dado que la provincia sigue siendo el flanco débil del macrismo. Macri mide mal y los candidatos como Diego Santilli, que ganó la Legislativa pasada, caen con la figura de Macri al lado y el apoyo de CFK a su candidato en su terreno más favorable.