"Cada rol que he hecho parece ser algo en lo que mi papá tiene que morir", dice Amir Wilson, con una pequeña mueca. Ciertamente, sus personajes han atravesado muchas cosas. Como el valeroso aspirante a caballero Tiuri, no tuvo muchas razones para reír en la serie fantástica de Netflix The Letter for the King, en la que su padre adoptivo muere tratando de protegerlo. O cuando interpretó a Simba, vástago del famoso león a punto de ser traicionado por Mufasa, en la puesta del West End londinense de El Rey León. Y si el padre de su personaje no está muriendo está ausente, como en la torpe adaptación de la cadena Sky de El jardín secreto, donde encarnó a Dickon junto a Colin Firth y Julie Walters.

Y entonces llegó su trabajo consagratorio como Will Parry en His Dark Materials (HBO), que es la razón por la que hablamos de hoy. Ese tema morboso continúa en la compleja mirada sobre la trilogía fantástica de Philip Pullman: Will es un adolescente problemático que une fuerzas con la huérfana Lyra Belacqua (Dafne Keen) para revelar los secretos de múltiples mundos y ayudarla a voltear al todopoderoso Magisterio. ¿No suena suficientemente dramático? En la segunda temporada, Will se enfrenta cara a cara con su padre largamente desaparecido, solo para presenciar su asesinato momentos después. 

Esas escenas son aún más conmovedoras dado que el propio padre de Wilson, Paul, murió de un ataque cardíaco en 2018. "Con la pena que sentí, descubrí que hablar del asunto era bueno para mí", dice el actor de 18 años desde su hogar en el norte de Londres. "En esas escenas en las que Will habla sobre su padre yo estaba pensando en el mío, y eso me permitió estar en paz con mi propia pena". Inicialmente el intérprete estaba nervioso, preguntándose cómo haría para lidiar con las escenas más pesadas. Aún así, es la razón por la que pudo conectarse tan profundamente con el personaje, y quizás explica cómo fue capaz de encajar tan bien con la ferocidad de Will, con su naturaleza emocionalmente intensa.

Wilson mueve su teléfono con el típico descuido de un adolescente, ofreciendo una vista de su ático entre vistazos de su porra de pelo oscuro, su mirada intensa y su mandíbula con un rastrojo de barba. "Nunca me sentí forzado en este asunto de la actuación", continúa, con la voz algo tomada por un resfrío invernal. "Mis padres sólo querían que fuera feliz."

Su papá era librero, y decidió leer His Dark Materials mientras Wilson estaba haciendo las audiciones para el personaje. Así aprendió sobre el mundo fantástico de multiversos de Pullman, la sustancia estilo materia oscura llamada Polvo y los daemons, representaciones animales de las almas de las personas que pueden hablar y pensar por sí mismas. "Vino al set de El jardín secreto conmigo, y ese fue el último trabajo al que vino a verme", recuerda Wilson. El se quedó con su madre mientras hacía las representaciones de El rey león: "Recuerdo que yo era realmente chico y había terminado el show y estaba agotado, y estaba de mal humor. Y mi papá dijo 'Sabés que no estás obligado a hacer esto, ¿verdad?' " Pero eso, de algún modo, me dio ganas de hacerlo aún más."

Este es un momento agridulce para Wilson. Está diciéndole adiós al personaje que ha interpretado durante más de cuatro años. Al comenzar la tercera temporada de His Dark Materials, conversó con el director Amit Gupta sobre la importancia de establecer "un nuevo Will, uno que tiene una mejor comprensión de sí mismo." Cuando Will aparece en la serie es un pibe enojado, asustado y sospechando continuamente de los adultos que lo rodean, con la excepción de su atormentada madre (Nina Sosanya). Para la tercera temporada ha ganado un nuevo foco -o, según define Wilson, "volvieron a atornillarle la cabeza"-. De pronto, él y Lyra descubren que el destino del mundo descansa en sus hombros.

"Pienso que la idea de escuchar a las personas más jóvenes en el mundo está muy metida en la historia", dice Wilson. "Muchas veces son los jóvenes quienes tienen que hacerse cargo de los errores de los padres... pero en última instancia, las personas de nuestra edad son los futuros líderes, y terminarán haciéndose cargo. Tendrán una voz." Wilson, quien fue criado en una casa de creencia musulmana, con una madre sudanesa y dos hermanas, está también intrigado por el estudio crítico de la hipocresía religiosa que hace Pullman en sus libros. "Fue controversial, y sé que algunas personas se lo tomaron de manera personal", señala. "Pero creo que la gente debería ser capaz de hablar, y de hacer preguntas."

Al actor le preocupa que la sociedad haya perdido su tolerancia por las opiniones alternativas, la capacidad de escuchar otras voces e intentar comprenderlas. "Aun cuando lo que se está diciendo es algo malo, deberías intentar entender qué es lo que está sucediendo en la cabeza de quien habla", sugiere. "Ciertas conversaciones hacen que la gente se sienta incómoda, supongo que porque fueron evitadas durante mucho tiempo."

También disfrutó el aspecto físico que le fue requerido para hacer His Dark Materials. "Me encanta tener que asumir un papel en el que tengo que andar trepando todo el tiempo", señala. "Si Tom Cruise se me aparece y dice 'Quiero que trepes esa ladera de la montaña conmigo', allí estaré", dice. Aparentemente ha estado llevando a cabo cierto entrenamiento, solo por las dudas: su mochila para escalar está empacada y lista para una sesión esta misma tarde. "Me encanta andar al aire libre", dice con una sonrisa. "Pasás todo el día haciendo tu trabajo, y terminás, y todavía estás pensando en lo que hiciste en el set de filmación, examinándolo. Escalar te ayuda a refrescar la mente." También jugó al fútbol con el equipo de cámaras de His Dark Materials todos los martes, pero primero tuvo que pedirle permiso al showrunner Jack Thorne. "Su actitud fue 'Sólo no te mates, por favor, no te lesiones'".

Tras finalizar un proyecto de las dimensiones de His Dark Materials, otros actores jóvenes pueden sentir la necesidad de apresurarse a meterse en nuevos proyectos de inmediato. Wilson está comprometido para una película que se filmará en Londres el próximo año (aún no anunciada) y está estudiando árabe -el lenguaje de su madre- en una universidad. Pero también se hace tiempo para disfrutar todo lo que se ha perdido previamente, teniendo en cuenta que viene trabajando de manera consistente desde la infancia. "Mis amigos acaban de terminar su ronda de exámenes, con lo que es un buen momento para tomar una pausa en toda la regla", dice. "Esos momentos son realmente importantes para mí". En cuanto a los futuros personajes, siente la necesidad de cambiar un poco las cosas, por una vez hacer algo que no tenga que ver con la fantasía. "Quiero que cada performance sea diferente a la última", señala. "Me parece que si te instalás en un lugar de comodidad es muy fácil aflojarse y finalmente caer."

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.