"El gobernador no está poniendo los huevos que tiene que poner. Más clarito no lo puedo decir", se despachó ayer César Aybar, secretario general del sindicato que representa a los estibadores del Puerto de Rosario. Ayer volvieron a marchar a la sede de Gobernación, donde no los esperaba ningún funcionario ni nadie los atendió, pero sirvió "para visibilizar que el conflicto se mantiene y está vivo".
La "movilización pacífica" –para diferenciarse de la del jueves de la semana pasada que derivó en graves incidentes en el Concejo y la Intendencia y que Aybar atribuye a infiltrados–, se compuso de trabajadores y trabajadoras con sus hijos.
Rocío, una de las trabajadoras, dijo: “Todas tenemos familias, algunas somos jefes de familia, y vamos a pasar una Navidad horrible por la insensibilidad de esta empresa que plantea un conflicto en estas fechas con intenciones políticas”.
24 horas después de la audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación, los portuarios volvieron a marchar. "Más que nada para hacer escuchar el reclamo y con las familias, hacerle entender a la sociedad que no somos violentos, que el conflicto sigue y que viene la Navidad y la gente está en la calle y sin plata en el bolsillo. No les importa nada, solo presionar para sacarle lo que les interesa al gobierno", protestó Aybar.
El Supa sostiene que el gobernador Perotti es el que tiene la llave maestra para resolver el conflicto que mantiene paralizado el puerto y a los trabajadores despedidos. "Está más preocupado por sacarse la foto con Messi que por resolver esto". También protestó porque "no puede llamar simplemente a que las partes resuelvan. No hay posibilidad de resolución con la gente tiraba a la calle y sin un mango".
Desde la mirada sindical "esto se resuelve con una llamada del gobernador. El puerto es de la provincia y Vicentin hace lo que quiere", en referencia a uno de los accionistas de Terminal Puerto Rosario SA, que es la concesionaria.
Desde el gobierno provincial, el ministro Juan Manuel Pusineri dijo en un reportaje con Radio Plus que "el sindicato no va levantar la medida si no logra un punto de acuerdo con la reincorporación de los trabajadores despedidos. El punto central está en encontrar una solución de esos cinco trabajadores. Hay que tener alguna postura de flexibilidad desde la empresa y el sindicato", reclamó el ministro de Perotti.
La empresa ratificó en un comunicado su decisión de despedir a 5 estibadores a los que acusa de haber "atentado contra la vida de empleados y bienes de la empresa, y mantiene su postura de no reincorporación por tratarse de hechos absolutamente contrapuestos a los valores promovidos por la empresa y sus accionistas”.
El conflicto mantiene paralizado el puerto y a 600 estibadores en la calle y sin cobrar. Según el gremio, este no es un conflicto salarial sino un conflicto que Vicentin le hizo al gobierno provincial para que le extienda la concesión del puerto". Según Aybar eso es imposible porque los muelles están destruidos, no cumplieron las cláusulas contractuales, no hicieron las inversiones, hay un sólo muelle operativo y si a ese le pasara algo nos quedamos sin nada. ¿Hasta cuándo vamos a soportar que hagan lo que quieran? Nos tienen de rehenes a todos, a los despachantes, las empresas, todos los que trabajan con el puerto. Nadie entiende cómo puede ser que con las condiciones en las que está el puerto y los incumplimientos de contrato el gobernador no toma una decisión".
En Ente Administrador del Puerto (Enapro) –donde el Supa ocupa una silla del directorio– viene juntando documentación e intimando a la concesionaria en materia de inversiones, leyes laborales, de higiene y seguridad, entre otros, pero hasta acá no hubo cambios.
La sociedad integrada por Vicentin y la chilena Ultramar. Días atrás se creyó que la llegada de directivos enviados por Ultramar desde Chile en reemplazo de los de Vicentin allanaría el conflicto, pero eso no ocurrió. Aun con la propia ministra Kelly Olmos en la audiencia no se pudo destrabar.
En esta última audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación "ofreció reincorporar a todos menos a esos 5, pagar sueldos, ofreció bono de Navidad y aumento, pero nosotros tendríamos que firmar un acta donde aceptamos despidos, lo que es extorsivo", dijo Aybar.
Después de la audiencia en la cartera nacional, la empresa emitió un comunicado con algo más de cizaña: "Se ha llegado a este punto de conflicto porque la Comisión Directiva del sindicato de estibadores (Supa), intempestivamente presionada por bases auto-convocadas, optó por cortar todos los caminos de diálogo que siempre existieron entre Sindicato y Empresa".
“En las sucesivas audiencias en los Ministerios de Trabajo de Nación y Provincia, TPR ha estado constantemente acercando posiciones con propuestas superadoras, reconociendo la situación económica de nuestro país, y la necesidad de acompañar a nuestros trabajadores con una recomposición salarial acorde, con el puerto operando como corresponde. Pero así como TPR defiende el derecho constitucional a huelga que le asiste a los trabajadores, también se ampara en su derecho de no abonar salarios a los empleados que se negaron a trabajar".