El papa Francisco le dedicó la tradicional Misa de Gallo que celebró este sábado en el Vaticano a los niños que sufren "las guerras, la pobreza y la injusticia", criticó la "prisa voraz de poseer y consumir" y pidió una Iglesia al servicio de los pobres.
"Mientras los animales en el establo consumen la comida, los hombres en el mundo, hambrientos de poder y de dinero, devoran de igual modo a sus vecinos, a sus hermanos. ¡Cuántas guerras!", remarcó el Sumo Pontífice durante la homilía recitada en la Basílica de San Pedro, en el marco de su décima misa de Nochebuena desde que fue elegido en 2013.
Al hacer alusión al conflicto en Ucrania, manifestó que "en tantos lugares, todavía hoy, la dignidad y la libertad se pisotean. Y las principales víctimas de la voracidad humana siempre son los frágiles, los débiles".
Francisco planteó que "en esta Navidad, como le sucedió a Jesús, una humanidad insaciable de dinero, poder y placer tampoco le hace sitio a los más pequeños, a tantos niños por nacer, a los pobres, a los olvidados". "Pienso sobre todo en los niños devorados por las guerras, la pobreza y la injusticia", aseveró.
Misa de Gallo
La ceremonia que inició a las 19.30 locales (15.30 de Argentina), Jorge Bergoglio estuvo acompañado por 25 cardenales, 15 obispos y 200 sacerdotes de todo el mundo que concelebraron la misa ante unas 7.000 personas congregadas dentro de la Basílica y otras 3.000 que siguieron la celebración desde las pantallas en la Plaza San Pedro, según la estimación hecha a la agencia Télam por el Vaticano.
Durante la celebración, el Papa envió mensajes para el interior de la Curia romana, al pedir que la Iglesia dirija la mirada hacia los más necesitados. "Nosotros estamos llamados a ser una Iglesia que adora a Jesús pobre y sirve a Jesús en los pobres", pidió.
"La Iglesia apoya y bendice los esfuerzos por transformar estas estructuras de injusticia y sólo pone una condición: que las transformaciones sociales, económicas y políticas redunden en verdadero beneficio de los pobres", indicó Francisco.
Asimismo, el Papa dedicó también un pasaje a criticar el carácter consumista que ha adquirido la celebración. "Después de dos milenios del nacimiento de Jesús, después de muchas Navidades festejadas entre adornos y regalos, después de todo el consumismo que ha envuelto el misterio que celebramos, hay un riesgo: sabemos muchas cosas sobre la Navidad, pero nos olvidamos del significado", aclaró.
La agenda de celebraciones del Papa continúa este domingo al mediodía, cuando Francisco dirija su tradicional mensaje navideño, en el que repasará la preocupación del Vaticano por los conflictos abiertos a nivel global, e impartirá la Bendición Apostólica "Urbi et Orbi".
En tanto, el lunes 26 ofrecerá el Ángelus desde la ventana tradicional del Palacio Apostólico.