El gobierno de Turquía condenó este domingo el atentado en el que este viernes pasado murieron tres personas de la comunidad kurda en París, pero tildó de terroristas a las protestas, en parte violentas, que se produjeron como reacción en la capital francesa.
El portavoz de la Presidencia turca, Ibrahim Kalin, difundió este domingo un mensaje en Twitter en el que atribuye las protestas al proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, considerado terrorista tanto por Ankara como por la Unión Europea. "Este es el PKK en Francia. La misma organización terrorista que apoyan en Siria. El mismo PKK que ha matado a miles de turcos, kurdos y fuerzas de seguridad en los últimos cuarenta años. Ahora queman las calles de París. ¿Seguirán callados?", tuiteó Kalin.
En un segundo mensaje, con las palabras "Sin comentarios", difundió un vídeo de una manifestación en la que escucha, en francés, el lema "Somos todos PKK".
El portavoz del partido islamista AKP, que gobierna Turquía desde 2002, Ömer Çelik, atribuyó el "racista y fascista" tiroteo del viernes al "aumento de la xenofobia, la islamofobia y el rechazo a los inmigrantes en la política y en los medios de comunicación de Francia". Pero agregó que Francia debe reflexionar bien sobre el escenario de simpatizantes del PKK que, justo después de ese suceso, “salieron a la calle para perturbar el orden público, agredir a las fuerzas policiales, quemar coches y saquear tiendas".
Por otro lado, pidió no confundir la comunidad kurda en su conjunto y los activistas de la órbita guerrillera, y acusó a Europa de respaldar a este grupo armado mediante su apoyo a las milicias kurdas de Siria, que Ankara considera una simple rama local del PKK. Kalin recordó que Turquía siempre ha advertido a París de que financiar a las milicias kurdas o permitir su presencia en Europa se volvería en su contra en algún momento.
Los incidentes empezaron cuando los manifestantes se enfrentaron a un cordón de policía que protegía al ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, quien acudió al lugar para dar a la prensa algunos detalles de la investigación en curso. Las fuerzas de seguridad usaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que a su vez respondieron lanzándoles proyectiles e igualmente hicieron una fogata con basuras y levantaron barricadas en la calle.
Las manifestaciones surgieron luego de que un hombre de 69 años matara a tres personas en un centro cultural kurdo. Luego de su arresto poco después de los hechos, el presunto asesino afirmó a los agentes de seguridad que había actuado así por ser "racista". Durante su detención, el hombre reconoció que sentía un "odio a los extranjeros que se volvió completamente patológico" desde un robo del que resultó víctima en 2016.
Mientras la Fiscalía descarta un ataque de terrorismo, la comunidad kurda no cree la versión oficial. El Consejo Democrático Kurdo en Francia (CDKF) anunció después del ataque que se trataba de asesinatos políticos. "Que no nos hagan creer que es un atentado orquestado por la extrema derecha, la comunidad kurda nunca ha sido blanco de la extrema derecha en Francia", expresaron.