La Cámara Federal de Casación Penal dictó el fin de la prisión preventiva para tres represores condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos en La Pampa, en el que fue el primer juicio por delitos de ese tipo realizado en esa provincia. Tenían penas de hasta 20 años de prisión y continuarán con prisión domiciliaria porque aún tienen una causa abierta.
El beneficio alcanzó a los represores juzgados Néstor Omar Greppi, Omar Aguilera y Roberto Oscar Fiorucci, contra quienes declararon 28 testigos que los reconocieron como miembros de los grupos de tareas que secuestraron y torturaron a detenidos desaparecidos.
Sobre los dos primeros pesan condenas firmes de 20 años de prisión, mientras que Fiorucci recibió 12 años. Pero siguen sometidos a un segundo juicio, denominado Subzona 14, en el que aún no hay sentencia firme y están excedidos los plazos de la prisión preventiva.
“Los encausados se encuentran cumpliendo condena firme en otro proceso que se les siguió por delito de lesa humanidad -bajo la modalidad de detención domiciliaria en razón de la avanzada edad y deteriorada salud de los condenados-, por lo que no se verificaban riesgos procesales que ameritaran continuar con la medida cautelar”, dijeron los miembros del tribunal, Juan Carlos Gemignani, Angela Ledesma y Eduardo Riggi.
La histórica causa Subzona 14 es la primera que se impulsó en La Pampa y juzgó violaciones a los derechos humanos, secuestros y torturas sobre 28 personas. Por las audiencias pasaron entre 120 y 150 personas detenidas ilegalmente en varios centros de clandestinos.
Se investigó la actividad represiva en los principales centros clandestinos de la provincia, como la Comisaría 1ª de la capital Santa Rosa (el centro clandestino más importante), la ex Brigada de Investigaciones de la misma ciudad y las comisarías de General Pico, Catriló y el Puesto Caminero de Jacinto Arauz. En este último trasladaron y torturaron a maestros tras la denuncia de un grupo de padres.
En una de las audiencias, el ex detenido desaparecido Miguel Maldonado, de 62 años, hizo un relato conmovedor. Dijo que fue víctima de golpes pero no de picanas y contó que "lo más terrible era escuchar el grito en otras celdas de los otros detenidos que habían sido llevados a tortura, y la risa” de los torturadores. “Mi único pecado –dijo- fue haber sido dirigente sindical, militaba en la Democracia Cristiana pero ellos decían que era comunista."
Además de los tres a los que se les dictó el final de la preventiva hubo otros siete acusados, todos policías de la Subzona 14. Durante la dictadura, La Pampa no tuvo ningún desaparecido en territorio provincial. Hubo, sin embargo 49 pampeanos desaparecidos fuera de la provincia. Diez de ellos antes del 24 de marzo de 1976.