Efectivos de la Policía Bonaerense exonerados y civiles que integraban una asociación ilícita fueron condenados por pedir sobornos a puesteros de La Salada para permitirles trabajar con todas las garantías. 

La denuncia se había originado en 2015 por una denuncia de un puestero que aseguraba que miembros de la Fuerza provincial le exigían alrededor de 500 pesos para dejarlo trabajar. 

Los pedidos de dinero no sólo iban hacia los trabajadores de la popular feria, sino también hacia los trapitos y feriantes de la zona en concepto de "seguridad" y por no iniciar causas por violación a la ley de marcas.