El embajador argentino ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Raimundi, cuestionó este martes el funcionamiento del Poder Judicial y aseguró que “se convirtió, con métodos mafiosos, en la custodia del poder”. Cuestionó con firmeza los fallos de la Corte Suprema sobre la coparticipación y sobre Milagro Sala, y consideró que el Gobierno debe avanzar en métodos más efectivos para enfrentar la avanzada del Poder Judicial.
Raimundi criticó el último fallo de la Corte Suprema, que benefició a la Ciudad de Buenos Aires por el conflicto con la coparticipación, y lamentó que el Gobierno haya decidido acatar la cautelar, a pesar de describirla como “de imposible cumplimiento”.
“Creen o nos quieren hacer creer que estamos en el campo del derecho. Y no estamos en el campo del derecho. Si me preguntás a mí, en el país de mis sueños hay que acatar la ley. Pero esta no es la ley”, sostuvo Raimundi en declaraciones a La García, por AM750.
Luego, añadió que el Poder Judicial “no se encuadra al Estado de derecho". "Se ha convertido, con métodos mafiosos, en la custodia de un método de poder. Aquí la batalla es el poder”.
El embajador argentino ante la OEA recordó, en este punto, una serie de fallos cuestionables por parte de la máxima autoridad judicial: “Está el fallo que rescata una ley de hace 16 años (en referencia a la composición del Consejo de la Magistratura). El fallo de Milagro (Sala). Tomar juramento a determinados legisladores sí y otros no. Y ahora este último fallo que favorece a un mínimo sector del país. Eso es política, no es derecho”.
Por eso, sobre la decisión de Alberto Fernández, cuestionó: “Faltan estrategias para convencer. Para poner al pueblo de nuestro lado. Para informarlo. Yo creo que en la publicidad de los programas, en las redes, teníamos que poner negro sobre blanco estas cosas”.
El pedido de indulto a Milagro Sala
Por otro lado, Raimundi se refirió a la situación judicial de Milagro Sala y cuestionó al Presidente por no emitir un indulto. Lo hizo sobre la base un asunto de jurisprudencia federal, por lo que Alberto Fernández sí puede actuar al respecto.
“Estamos ante una alternativa, ante un momento, no demasiado conocido en Argentina, que es el de gobiernos de coalición. Yo me puedo permitir decir que uno se siente identificado en algunas cosas y otras no”, comenzó explicando el funcionario.
A lo que agregó: “Con que haya tres años de un gobierno nacional y popular y que Milagro siga en la misma situación, no me siento identificado. Lo mismo con que nosotros seamos prisiones de la agenda política que pone el poder y no el Estado”.
Construir un espacio de debate
Finalmente, Raimundi manifestó su deseo de volcarse a un trabajo de armado político en Argentina, dejando atrás su actual labor en la OEA, donde considera que puede aportar un mayor valor.
“En 2018 Cristina estuvo mucho tiempo sin hablar. Irrumpe con el libro. Cuando ella presenta el libro en la Sociedad Rural, en lugar de un discurso confortativo, trata de ponerse por encima. Ella hace alusión al último Perón, diciendo que hay que conversar, poner los ejes centrales que hay que trabajar”, inició.
Y siguió: “Trata de ponerse por encima de los bandos y de convocar al diálogo. El poder le contesta con un gatillo a 20 centímetros de la cara, con una condena a seis años y una inhabilitación de por vida. El poder no está de acuerdo con tener esa conversación que propone Cristina”.
Por eso, propuso: “Para cambiar esa correlación de fuerzas tiene que haber una dirigencia intermedia que lleve esa convocatoria al seno del pueblo. Ahí me gustaría tener un papel más importante en Argentina del que tengo fuera”.