► Desde Mendoza, Argentina
Tierra del sol y del buen vino, Mendoza anda cambiando de piel. Es que, cada ciertos años, las passwords culturales resetean su mirada, aportan nuevos personajes y agitan movidas emergentes que merecen atención. El paso de esa entelequia conocida como Manso Indie a una etapa de discusión mayor potenció la nacionalización de Usted Señalemelo, Perras on the Beach, Mi Amigo Invencible, Las Luces Primeras, Simón Poxyran, entre otras propuestas.
Y, con el cauce del tiempo, en el plano doméstico, los flashes culturales fueron perforando su propio techo: hay, ahora mismo, una especie de Nü Mendoza. Las coordenadas de esta cartografía independiente, alternativa & mendocina anidan en la música, la ilustración, el street art, la gastronomía y otros chiches que, en la actualidad, los menducos están gestando, deglutiendo y metabolizando.
Hay sub-20 y hay consagrados, hay remadores y hay sorpresas, hay enclaves singulares y hay sitios históricos. De esa mezcolanza, una flamante movida desordenada que late al calor de una provincia que viene caracterizándose por su desparpajo.
► Cambiar viñedo por viñeta
Uno de los que sigue haciendo cosas es Fede Calandria, portadista de los discos de Mi Amigo Invencible, una de las cabezas de ese convoy marciano que fue Bazofia y finísimo ilustrador. Por estos años, Calandria publicó Mundo Humanoide (Galería Editorial) y El Salto de Helena (Hotel de las Ideas). "Mendoza ha sido un gran semillero de historietistas. Acá nacieron grandes referentes míos como Quino, Juan Giménez, Scafati", explica Fede.
"Particularmente, me gusta el cómic más de autor. En ese sentido, creo que hay cosas interesantes. Actualmente hay mucho movimiento, hay algunas editoriales como Mabel Editorial y Fanzinera Impar que están editando cosas muy piolas, y algunas ferias como la Fanzifiera, el MIME y Mundo Comic, que nuclean artistas y funcionan como puntos de encuentro de los hacedores", revuelve Calandria.
Parte de su obra física está exhibida en Mandrágora Galería, el espacio artístico coordinado por Andrea Cano. "Creo que Mendoza tiene un vínculo con los artistas que viene de hace mucho. Me da la impresión de que el mendocino siente orgullo por los artistas de su comunidad", señala ella. "Mi intención con la galería es que el público descubra una forma de vivir, de trabajar y de pensar que siempre me fascinó. Que aprendan sobre la forma de trabajar de los artistas, su compromiso con la obra, y que eso les genere algo", sigue Cano.
Impresoras, engrampadoras, laminadoras, guillotinas. En cuanto a fanzines, que históricamente Mendoza siempre ha sido un lugar de punta, lo hot ahora pasa por la producción de Fanzinera Impar, un colectivo de artistas conformado por Teke Della Penna, Diego Fiat y Nazareno Bravo. En palabras de Della Penna: "La escena mendocina del fanzine está muy fuerte y activa. Ha crecido exponencialmente desde 2016. La pandemia frenó las ferias pero, por suerte, no las ediciones. Hoy en día siguen apareciendo, dándole un lugarcito al fanzine".
Asimismo, Della Penna forma parte de un colectivo internacional que edita Fútbol Mostro, un fanzine dedicado al fútbol "de antaño". Con tres números en la calle, la Fútbol Mostro, conformada también por los dibujantes Plastiboy y Marcos Paradizo y los escritores Ariel Feller y Gaby Jiménez, se excita con historias previas a Italia '90, como la de René Houseman, el brasilero Sócrates, el Turco García o la mítica Elba Selva. La publicación no sólo forma parte del ecosistema del fanzine mendocino, sino que también se edita en Brasil y en Italia.
► Cartoon Mendo
Sobre las calles, sorprende la irrupción colorinche de diversos personajes del universo cartoon de Nickelodeon: se ven dibujos de Carlitos de Rugrats, Eugene, Rhonda, la abuela "Pookie" y Helga Pataki de Hey, Arnold! y más. Aquellos murales e intervenciones son obras del artista RESINFILTRO y se los puede ver en Capital, Las Heras, Godoy Cruz, Tupungato, Potrerillos y otras localidades.
"Me crié viendo dibujitos de los '90 y me marcaron mucho. De grande empecé con El Hombre Paloma, de Hey, Arnold!, que apareció en un solo capítulo y me dio mucha nostalgia", asegura RESIN. "Los mendocinos reciben 10 puntos lo que hago. Me mandan muchas fotos y me dan muchísimo amor. Y muchas veces la municipalidad ha tapado algún mural y la gente ha salido a defender como nunca imaginé. A tal punto que ha llegado a salir en los diarios y a hacerse viral", completa.
Además, en esa línea, se yergue Zanjoneada, un evento organizado por un grupo itinerante de muralistas y grafiteros que clavan su arte en diversas acequias de la ciudad. "Me parece increíble lo que hacen. Hay algunos zanjones que tienen mucho caudal y tienen que hacer los laburos en determinados momentos. Está tremendo: tocan bandas, va la familia y hay muchas personas haciendo arte y muralismo", recomienda enfáticamente Mariano "Tito" del Aguila, periodista, DJ, productor y, desde hace un tiempo, vecino mendocino.
► Morfi y vinacho
Entre tanto, los pibes siguen comiendo panchos completos en Mr. Dog, aunque ahora anda menos kinky y mucho más fifí: fue un antro, hoy parece un Starbucks, pero los precios y sus productos siguen siendo nac & pop. También, los jóvenes toman sus birras con papas fritas en los barcitos chetitos emplazados sobre la calle Arístides, una de las más petiteras del centro de la ciudad. Y la movida de café de especialidad, que viene ensanchándose en todo el país, desembarcó con todo con Santa Cafetería, Bonito Café y Monono Bakery & Café, una de las más ídem de la ciudad.
"El café de especialidad en Mendoza viene a pleno. Desde el verano pasado ya empezaron a verse más lugares. Esta temporada abrieron bastantes más. Creo que es una moda muy linda, porque le damos calidad al café, que es un producto cotidiano", asegura Nicolás Carrasco, de Monono. Y sigue: "La propuesta de Monono es la de una cafetería take away muy desestructurada, ponemos música fuerte y música nueva. Nuestro enfoque está en el producto y el público lo recibe muy bien. Viene gente joven y muy exigente, sin caretaje".
► Un saludito
Entre los nuevos escritores a los que hay que echarle el ojo está Daniel Potaschner, autor de Un saludito para todos los que me conocen, con prólogo de Eduardo Sacheri, un libro que agrupa una serie de relatos cortos que se sirven de la vida cotidiana, de lo próximo y de lo cercano para profundizar en lo más hondo de los seres humanos.
"El movimiento más constante de literatura de Mendoza lo están llevando adelante lxs Trabajadorxs de la Literatura organizando ferias de editoriales autogestivas, recitales de poesía, narrativa y música y demás intervenciones de difusión literaria. En las Ferias Manija se puede apreciar la variedad y el gran trabajo de distintas editoriales: Grito Manso, Ediciones Urgentes, Payana, Fractura Ediciones, los fanzines literarios de El Laboratorio Oscuro, El Andamio, las ediciones de literatura infantil de Pez Menta y Rima Limón", enumera Potaschner.
► Los de siempre y los de ahora
Noche, calor, ruido. Hay venues, centros culturales y lugares que dan cobijo a la movida, como el Ramona (que abraza a los punkis que salen entre semana), el Cultural Aurora (que tiene agite todo el año) y El Botellón (con su radio, su galería y sus shows constantes). Y está también el Bar Willys, uno de los lugares más eclécticos de Mendoza. Allí, por estos días, tocaron Pantanal y Macoli Colkin, dos de las bandas que más vienen agitando el underground mendocino. Van otras, como para ir anotando: Ricardo y Los Tiernos, Los Yetis con Jeans, Bobos A Go-Go, Embate y Peor es Peor. ¿De la línea Manso Indie? Gauchito Club, Portobel, Agustina Becares, Miallawacesod, et al.
"La escena se está vendiendo afuera como nunca. Hay un grupo de bandas con todo bien armado, con mánager y discográfica, que también la están pegando en Buenos Aires. Puntualmente, a nuestra escena la mantienen viva los músicos de siempre porque la nueva camada está haciendo ésa. No hay muchos lugares para tocar, hay un circuito que es el mismo de siempre. Tiene que ver con las restricciones que pone el gobierno, que no deja que el arte crezca. Se fomenta más el turismo que hacer crecer a lo artístico", arremete con toda Gonzalo "Pili" Lanzilotta, líder de Pantanal e ilustrador todoterreno.
En esa misma vía, Gonzalo Varas, líder de Motochorros y responsable del sello Mabel Editorial, también se hincha corrosivo: "Soy bastante pesimista con respecto a la movida mendocina. No hay un circuito que ayude a que los artistas vayan creciendo. Cada tanto aparecen pequeños chispazos, que no son representativos de lo que está pasando. Son miradas porteñocéntricas. La provincia vive una emergencia cultural desde hace años. No funcionan las cosas, excepto la Fiesta de la Vendimia. Nosotros tenemos que luchar con una paja que tiene el mendocino. El circuito te lleva a ser pesimista. Lo que más me gusta pasa en el margen, ahí está lo más divertido".
Hay, por acá, en esos bordes, una cultura ballroom y una escena kiki balls mendocina sostenida por proyectos como House of Dukker y Voguemza, quienes hacen la Kiki House of Dukker, y rompen con los estereotipos hegemónicos a puro voguing, desenfado, competencias, performances, disidencias y activismo.
También el trap y lo urbano tienen su reverberación local con La Blunty, Don Turco, FL3CHV y más. "Estamos haciendo movidas con nuestra productora, Madre Música. Generamos eventos de hip hop y urbanos, por ahí no hay un lugar específico por acá. Los vamos generando y abriendo espacios en distintos lugares y mezclándonos entre todos. Los points están donde los vamos llevando", narra La Blunty.
Por lo demás, no es un dato menor que, durante un mismo fin de semana, toquen en Mendoza artistas de la talla de Nicky Nicole, Massano, Cattaneo, Los Palmeras y La Delio Valdez. Así, con su propia iconografía, la sintonía de talentos, lugares y corrientes mendocinas comparten un código abierto, un patchwork de estilos cambiantes y caprichosos, algunas diferencias y una geografía en común: con sus berretines, Mendoza tiene su propia clave del éxito.