De acuerdo al registro realizado por el Observatorio, “Ahora Que Sí Nos Ven”, elaborado a partir del análisis de medios gráficos y digitales de todo el país, del 1° de enero al 31 de octubre de 2022 se relevaron 212 femicidios y 9 transfemicidios y travesticidios. El informe señala que esta última cifra está subrepresentada ya que, los medios de comunicación, no cree noticiable el asesinato de personas del colectivo travesti trans. A lo que se suma la desaparición de Tehuel de la Torre, desde el 11 de marzo de 2021 luego de ir a una entrevista laboral.
En octubre hubo un femicidio por día en Argentina. Desde “Ahora que sí nos ven” advirtieron además, aquellos casos que no terminaron con la muerte de la víctima. En lo que va de 2022 hubo 151 intentos de femicidios y 30 intentos de femicidios vinculados. Revelar estas cifras que representan la cara más cruel de la violencia machista ayudan a tomar una real magnitud de la misma, la cual no surge de un momento. En muchos de los casos que se registró desde 2015 observaron que el agresor reincide y en algunos casos convierte ese hecho en un femicidio.
De acuerdo al registro que realizó el observatorio, el 65 por ciento de los femicidios ocurrieron en la vivienda de la víctima, que en muchas ocasiones comparte con el agresor. Esto refleja que las mujeres están más expuestas a la violencia en sus hogares, lejos del mito que afirma que la calle es un territorio peligroso para ellas. En muchos de los casos que relevaron durante años han observado que las víctimas de violencia no pueden abandonar el hogar ya que no tienen recursos suficientes. Según el INDEC la brecha de género de ingresos es el 27,7 por ciento, por eso resulta fundamental asegurar a las mujeres y LGBT las condiciones materiales para acceder al trabajo formal, la vivienda y la educación.
Durante el 2022 se registró que en el 61,3 por ciento de los casos el femicida era la pareja o ex pareja de la víctima. A su vez, el 87,7 por ciento de los casos fueron perpetrados por una persona del círculo íntimo de la víctima, es decir, familiares (15,1 por ciento) y conocidos (11,3 por ciento). En el 10,8 por ciento de los casos no cuentan con la información del agresor, lo que no implica que no sea una persona conocida de la víctima.
A partir de los datos relevados el informe señala que en 9 casos el femicida pertenecía a las fuerzas de seguridad o armadas. En 7 casos el femicida era Policía y en 2 militares. Que los femicidas integren estas instituciones es un factor de riesgo dado que tienen a su disposición un arma de fuego y una posición de poder por su relación con las fuerzas de seguridad o armadas. De hecho, de estos 9 casos en 7 los femicidios fueron cometidos con un arma de fuego y 2 mediante asfixia. De ella se desprende la necesidad de implementar medidas urgentes al interior de las instituciones de seguridad para no seguir apañando a los violentos y desproteger a las víctimas de la violencia machista.