A veces no es necesario salir campeón para entrar en la historia. Y Rodolfo Micheli fue uno de estos casos. Nunca ganó un título en los siete años que jugó en Primera, de 1952 a 1959. Pero integró con Carlos Cecconato, Carlos Lacasia, Ernesto Grillo y Osvaldo Cruz una de las delanteras más célebres de lndependiente y del fútbol argentino que incluso en 1953, el técnico Guillermo Stábile convocó en bloque a la Selección Argentina para jugar aquellos famosos partidos ante Inglaterra en el estadio Monumental en uno de los cuales Grillo marcó aquel gol inolvidable.

Micheli falleció a los 92 años en el Hospital Municipal de Vicente López víctima de una insuficiencia renal y de complicaciones cardíacas que lo tenían a maltraer desde hacía más de un mes. Hasta el último momento de su vida estuvo ligado al fútbol atendiendo en la Casa Del Futbolista, las necesidades de los jugadores veteranos como él. Quienes tuvieron la suerte de conocerlo resaltaron siempre la simpleza de su trato y la frescura de su memoria que recordaba al detalle, los grandes trazos de su carrera.

Nacido en la Capital Federal, el 24 de abril de 1930, Micheli fue un delantero de pique y desborde por la derecha, ejecutor de buenos centros y con buen remate al gol, que le aportó su estilo directo al juego preciosista de aquel ataque de Independiente que despuntó en 1952, llegó a la Selección en 1953 y le peleó el campeonato a Boca en 1954. Ese año, en una gira por Europa, Independiente goleó 6 a 0 al Real Madrid con Alfredo Di Stéfano en sus filas, 5 a 3 al Atlético de Madrid y 8 a 1 al Sporting Lisboa y marcó 39 goles en 11 partidos, seis de los cuales anotó Micheli quien también integró en 1955, el Seleccionado argentino que ganó el Sudamericano de Chile. 

Cuando Lacasia, lento, cerebral pero con gran visión de juego, dejó Independiente, tomó su lugar como centrodelantero a Ricardo Bonelli, una malabarista imprevisible que le dio chispa y alegría al ataque rojo. En sus dos versiones, esa delantera célebre jugó 88 partidos y marcó 187 goles para Independiente y 7 encuentros y 18 tantos para la Selección entre 1952 y 1957. Luego, Micheli pasó por River donde jugó apenas dos partidos en 1958 y a Huracán (14 partidos y 3 goles en 1959).

En 1960, hizo una incursión por Millonarios de Colombia, en 1961 jugó con Platense en Primera B y cerró su carrera en clubes del interior de la provincia de Buenos Aires donde aún veterano, impresionaba por la rapidez de sus carreras, la exactitud de sus centros y sobre todo, por su amor por el fútbol bien jugado. Micheli nunca pudo dar el grito de campeón. Pero igualmente quedó en la historia como uno de esos "wines" que en los años '50, con la camiseta roja de Independiente y la celeste y blanca de la Selección, siempre supo hacer vibrar a las tribunas.