Mauricio Macri tiene previsto recibir en el country Cumelén al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta en los próximos días. Aunque ninguno de los dos quiso referirse a los temas que conversarán, es sabido que Larreta está trabajando para ser el candidato único del PRO, si es posible sacando de la carrera a Patricia Bullrich. La presidenta del PRO tiene un contacto asiduo con el expresidente y lo fue a ver hace algunos días. La última vez que Larreta tuvo un encuentro de este tipo en el sur, en 2021, Macri le restó apoyo a la cruzada de Bullrich de ese momento para ser candidata porteña. Nada indica que ahora ocurrirá lo mismo.
En el entorno del expresidente confirmaron la existencia del encuentro, que se dará --según dijeron-- "en los próximos días", pero buscaron restarle importancia. Sostuvieron que las conversaciones entre el jefe de Gobierno y el expresidente son habituales y que no hay que esperar grandes definiciones de este encuentro. No obstante, no todos los días Larreta lo visita a Macri en medio de sus vacaciones en un barrio cerrado de Villa La Angostura (la excusa es que Larreta coincidirá unos días con Macri en el mismo lugar junto con su novia). De hecho, la última vez que tuvieron un encuentro así fue en la previa del cierre de listas de 2021. En ese momento, tampoco dejaron trascender qué fue lo que habían hablado, pero las acciones posteriores de Macri hablan por sí solas.
En ese momento, Bullrich pugnaba con María Eugenia Vidal por ser la candidata porteña en las elecciones legislativas. Macri, tras la charla con Larreta, le soltó la mano a Bullrich, se fue de viaje a Europa y la dejó sola con el cierre de listas. Días después, Bullrich negoció con Larreta bajarse de todas las listas y no competir en esa elección. Nada de esto es probable que se repita ahora.
No obstante, Macri y Larreta tienen bastante que hablar. El jefe de Gobierno viene intentando saber qué hará el expresidente el año que viene, dado que se comporta como candidato pero dice que no lo va a ser. "Por ahi, ladra como candidato, camina como candidato, tiene cola de candidato y termina siendo un perro", dicen en el entorno de Larreta. Pero al mandatario porteño no le vendría mal terminar de confirmarlo. El problema es que a Macri le encanta jugar al misterio y seguirá en ese plan hasta 2023.
Larreta viene empoderado por la pelea con el Gobierno nacional por la coparticipación, que lo puso en el centro de la escena tras el fallo de la Corte que le concedió una cantidad extra de fondos en 2023 (si consiguen cobrarla). Tuvo una sucesión de despliegues de los apoyos conseguidos: tanto en un brindis con miles de dirigentes del PRO, como con las últimas figuras que sumó a su gabinete. En ambos casos, el mensaje es claro: el más respaldado es Larreta para ser el candidato del PRO. Segundos, afuera.
Macri, por otra parte, viene advirtiendo que no acompañará a un candidato que "no garantice el cambio". Se trata de advertencias a Larreta, por su línea más dialoguista con Sergio Massa o su discurso de que sumará al 70 por ciento de la política detrás de su gobierno. El expresidente hasta ahora no apoyó formalmente a Bullrich en contra de Larreta, pero está claro que se inclina a hacerlo. Para evitar esto, Larreta quizás tenga que aceptar algunas condiciones.
Por ejemplo, la discusión sobre el futuro del Gobierno porteño, que lo tiene a Macri en un decidido apoyo a su primo Jorge Macri para que vaya por la sucesión y a Larreta evitando pronunciarse, pero sacándose fotos con otros posibles candidatos del PRO y hasta con el radical Martín Lousteau. Al expresidente no le cierra que Fernán Quirós sea el candidato elegido y quiere que a las PASO se llegue con un Macri a la cabeza de la lista.
El encuentro Larreta-Macri, en suma, generó muchas especulaciones: desde la existencia de un "acuerdo" que todos negaron hasta simplemente una reunión para acercar posiciones luego de un año que los tuvo en las esquinas opuestas del ring.
Bullrich, por otra parte, recela de cualquier acercamiento que puedan tener Macri y Larreta. Ella tiene una línea mucho más directa con el expresidente, al que vio la semana pasada (y antes que Larreta) en la previa al viaje del expresidente al sur. Si bien en el entorno de la presidenta del PRO desconocían el contenido de esa reunión entre su adversario y el ex presidente, imaginan un enero muy movido, con mucha rosca y movimientos de todos los sectores, e incluso con algún que otro golpe bajo.