La jueza de Metán, Carolina Poma Salvadores, condenó a Jorge Nicolás García (32) por el femicidio de su cónyuge y madre del hijo en común, Gladys Estefanía Paz, ambos personal de la Policía de la Provincia de Salta. El crimen fue cometido con el arma reglamentaria en el domicilio donde convivía con la víctima, en la ciudad de Rosario de la Frontera, en el sur salteño.
La pena coincidió con la solicitada por el fiscal Nicolás Rodríguez, y la querella, ejercida en la última audiencia por la abogada Mónica Saravia, que había adherido al pedido de prisión perpetua para el femicida.
"Estamos conformes con la prisión perpetua, agradecidos hacia la familia que nos acompañó, tanto a la de mi padre y mi madre y al equipo que llevó la causa. (García) Tiene que pagar lo que corresponde a un asesino", manifestó el hermano de la víctima, Carlos Paz.
También Saravia expresó su conformidad con el veredicto. "(García) Fue condenado por el delito y los agravantes que se hicieron en la acusación: convivencia preexistente, alevosìa y violencia de género", dijo a Salta/12.
El ahora condenado era policìa y cumplía funciones en el servicio de emergencias 911 de Rosario de la Frontera. La jueza le impuso la inhabilitación absoluta para ejercer cargos públicos por el tiempo de la condena.
El femicidio de Paz fue cometido el 7 de octubre de 2021 en el departamento donde residía con su pareja en Rosario de la Frontera. Ella tenía 29 años, era cabo de la policía y se desempeñaba en el área de seguridad vial.
El 8 de octubre del 2021 García no fue a trabajar, esto llamó la atención de sus superiores, quienes enviaron personal policial al domicilio donde el hombre convivía con la víctima. Luego de varios llamados infructuosos a la puerta, se entrevistaron con la dueña del departamento que alquilaba Paz, cuya casa era colindante. Esta mujer contó que el día anterior, cerca de las 10, había escuchado explosiones compatibles con el sonido de disparos.
Con la autorización de la propietaria, los policías ingresaron al inmueble y encontraron a Paz en la cama, ya sin signos vitales, con una herida de bala en la cabeza.
Su cuerpo tenía cinco orificios de entrada producidos por el impacto de proyectiles: uno en el cráneo, tres en la línea axilar y uno en la mano derecha.
García había huido pero fue detenido en la ciudad de Salta el 20 de octubre de ese año, luego de que el juez de Garantías interviniente ordenara su captura internacional.
El juicio oral comenzó el 12 de diciembre, y finalizó ayer con los alegatos y la sentencia condenatoria.
El hijo de la pareja es también víctima colateral de este femicidio en el que perdió a su madre y también a su progenitor que ahora está preso. La abuela materna se hizo cargo del niño y ya obtuvo la tutela, también pudo tramitar el beneficio previsto en la Ley Brisa, Nº 27.452, que garantiza el cobro mensual de una suma equivalente a la jubilación mínima y cobertura de salud para hijos cuyas madres han sido asesinadas por razones de género. "Ya tienen el alta pero aún no han cobrado", precisó la abogada María Laura Albarracín, que también representa a la familia en la querella.
"(García) Ha dejado a un niño sin la mamá, que está transitando su primera infancia, el daño es irreparable", sostuvo en su momento Albarracín.