Más de 59 mil mujeres y mujeres trans de todo el país respondieron la encuesta que el colectivo #NiUnaMenos impulsó sobre violencia machista, y que durante más de tres meses estuvo disponible online y también –mediante la articulación con organizaciones de la sociedad civil– permitió la participación de quienes viven en lugares sin conectividad y de mujeres privadas de su libertad. El 97 por ciento de las mujeres que participaron en el Primer Índice Nacional de Violencia Machista dijo que sufrió situaciones de acoso en espacios públicos y privados, pero sólo el 5 por ciento realizó la denuncia; el 92 por ciento sufrió al menos una situación de estigmatización por ser mujer y el 84, al menos una situación de discriminación por lo mismo. El 79 por ciento de las que respondieron al menos alguna vez en su vida tuvo miedo de ser atacada sólo por ser mujer. El 99 por ciento vivió por lo menos una situación de violencia con alguna de sus parejas. Aunque el 95 por ciento alguna vez sintió que atravesó una situación que ameritaba hacer una denuncia formal, una de cada tres no comentó con nadie lo que había pasado. Todos los resultados de la encuesta están online desde las 0 de hoy, en contalaviolenciamachista.com, y se presentarán formalmente a las 12 en el aula magna de la Facultad de Derecho de la UBA, con un panel del que participarán la historiadora Dora Barrancos, la filósofa Diana Mafia y la decana de la casa, Mónica Pinto.
El cuestionario de la campaña “Argentina cuenta la violencia machista” estuvo disponible online desde el primer minuto del 3 de junio de este año, en coincidencia con las manifestaciones convocadas bajo el lema #NiUnaMenos, y estuvo accesible hasta el 3 de septiembre. En esos tres meses, respondieron 59.380 mujeres de más de 1800 localidades de todo el país respondieron a las 186 preguntas que abarcaron 15 dimensiones de la violencia de género, en un cuestionario estructurado y auto- administrado. Con la colaboración de organizaciones de la sociedad civil, el cuestionario fue completado de manera off line en espacios donde el acceso a Internet es dificultoso o nulo, como el Barrio 31 en la Ciudad de Buenos Aires, la localidad de San Martín de los Andes, en Neuquén, el Barrio Ejército de los Andes, en territorio bonaerense, la capital provincial y la localidad de General Mosconi en Salta, la ciudad de Rosario, la capital correntina, La Matanza, Lanús, San Miguel y Quilmes. De las 59.380 encuestas, 446 fueron respondidas por mujeres privadas de su libertad.
El 97 por ciento de las encuestadas sufrió al menos una situación de acoso en espacios públicos y privados. El 79 por ciento dijo que al menos una vez un desconocido la tocó o apoyó sin su consentimiento en el espacio público y al 52 por ciento le pasó lo mismo con un conocido; el 76 por ciento fue descalificada en público con argumentos del estilo “qué se puede esperar, si es mujer” y el 72 fue descalificada con los mismos argumentos pero en privado; al 67 por ciento de ellas alguna vez le dijeron en privado y fuera de contexto una grosería, y al 60 por ciento le pasó lo mismo en público. Al 53 por ciento un desconocido le mostró los genitales porque sí en un espacio público; al 21 por ciento le pasó con un conocido. Al 28 por ciento, un conocido le envió porque sí una foto porno propia o de terceros, fuera mediante redes sociales, correo electrónico o mensajes instantáneos.
El 92 por ciento de las mujeres que respondieron sufrió al menos una vez una situación de estigmatización, en la que ser mujer se convirtió en una desventaja per se. Por ser mujer, el 79 por ciento tuvo alguna vez miedo de ser atacada físicamente, el 73 temió ser acosada, el 69, violada y un mismo porcentaje sintió temor al ser blanco de murmullos entre varones. La estigmatización llevó al 57 por ciento a tener baja autoestima por ser mujer; al 29 por ciento resolvió no ir a la comisaría para radicar una denuncia porque iba a ser desestimada; al 27 por ciento la llevó a abandonar alguna instancia educativa o desaprovechar una oportnidad de capactiación, y al 22, a no pedir un ascenso o un aumento o no postularse para un trabajo que deseaba. Por ser mujer, el 29 por ciento sintió culpa y el 26, vergüenza; el 19 se aisló de su familia y el 17 evaluó suicidarse.
De quienes tuvieron miedo de ser atacadas, el 60 por ciento experimentó la situación más de cinco veces. De quienes temieron ser violadas, el 49 por ciento sintió ese miedo más de cinco veces. El índice de estigmatización se registró más fuertemente sobre las mujeres trans y quienes respondieron desde Jujuy y desde Formosa.
El 99 por ciento de las entrevistadas vivió al menos una vez una situación de violencia con alguna de sus parejas. El 95 por ciento contó que atravesó alguna situación de aislamiento (de un espectro de diez que se incluyeron en las preguntas); el 84, una de control; el 93 fue desvalorizada; el 76 por ciento padeció amenazas e intimidaciones y el 86, lo que se define como maltrato ambiental (golpear una pared, un mueble, una puerta durante una discusión; generar conflicto cuando la mujer estaba por hacer algo que consideraba importante, acosar telefónicamente, por ejemplo). El 56 por ciento sufrió abuso emocional; el 68 por ciento fue víctima de al menos una situación de imposición sexual (tener relaciones a pesar de no querer o de modos no consensuados, entre ellas) y el 67, de maltrato físico.
Las mujeres que respondieron también dieron cuenta de cuán extendida está la violencia sobre el cuerpo femenino, en un sentido profundo. El 48 por ciento fue víctima alguna vez de violencia contra la libertad reproductiva en pareja: de ellas, el 28 por ciento dijo que alguna vez cuando estaba embarazada fue objeto de golpes de su pareja; el 17, que alguna vez su pareja la obligó a interrumpir un embarazo; el 13, que alguna vez su pareja la obligó a dejar de tomar medidas anticonceptivas; el 11, que su pareja le impidió interrumpir un embarazo.