Los salarios crecieron 5,1 por ciento en octubre respecto del mes anterior, según el Indec. Esto marca una desaceleración en comparación con el aumento en los tres meses anteriores y también un retroceso versus la inflación, que en octubre fue 6,3 por ciento mensual.
Ninguna de las clases de trabajadores logró ganarle a la inflación: el salario de las y los empleados del sector público subió 6,0 por ciento mensual en octubre, el de las y los trabajadores registrados del sector privado aumentó 5,3 en el mes y el de los no registrados apenas 3,0 por ciento.
En octubre impactó la tercera cuota del incremento por paritarias en el sector público, los salarios subieron 12 por ciento en la administración nacional según lo acordado por ambas entidades gremiales: la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN).
Los últimos dos aumentos, que completarían un tramo de cinco, originariamente debían pagarse en enero y marzo (ambos por un 10 por ciento) pero fueron adelantados a noviembre y enero para poder competir a la inflación. Entre junio de 2022 y enero de 2023 el salario de las y los empleados públicos subirá 60 por ciento según lo acordado en paritarias.
En los últimos doce meses el salario en el sector público aumentó 82,2 por ciento, de acuerdo a la información del Indec. Es decir que perdió -10,2 puntos contra la inflación, que en igual período ascendió a 92,4 por ciento. Para compensar a los trabajadores por esa pérdida en el poder de compra de sus ingresos el gobierno acordó el pago de un bono de 30.000 pesos no remunerativo en diciembre. Restará ver si los aumentos pautados para noviembre, diciembre y enero permiten compensar la suba de precios. En 2021 este sector le ganó a la inflación, con salarios creciendo 5 puntos arriba de los precios.
En el grupo de los trabajadores privados registrados las remuneraciones aumentaron 83 por ciento en los últimos doce meses: también perdieron contra la inflación, por -9,4 puntos. Para compensar esa pérdida el gobierno anunció a mediados de mes el pago de un bono de 24.000 pesos para trabajadores registrados en relación de dependencia cuyo salario no excediera los 185.000 pesos en mano.
La medida alcanzaría a 4,5 millones de trabajadores, sobre un total de 6 millones de registrados, según fuentes oficiales. El bono generó rechazo de parte de sectores empresarios pequeños, medianos y grandes. En el caso PyMe la mitad del pago puede deducirse como anticipo del Impuesto a las Ganancias, es decir, lo paga el Estado. Este bono en teoría se abonaba en diciembre.
Por último, las y los empleados informales se llevaron la peor parte en octubre y también en los últimos doce meses: sus ingresos aumentaron 70,7 interanual, es decir perdieron -21,7 puntos contra la inflación. Puntualmente en octubre crecieron la mitad que la suba de precios, apenas 3 por ciento, lo cual puede deberse a un efecto estadístico ya que en septiembre estas remuneraciones habían aumentado mucho (8,8 por ciento mensual). Se espera en noviembre otro repunte dado que cobrarán la primera cuota del “IFE 5” de 45.000 pesos financiado a través de lo recaudado por el “dólar soja I”, el segundo pago se concretaría en diciembre.
Esta ayuda fue pensada como un refuerzo alimentario para adultos: trabajadores informales sin cobertura sanitaria, previsional o que percibiesen algún tipo de ayuda estatal, y según fuentes oficiales llegaba a manos de 2 millones de personas. La decisión de algún modo piso el proyecto que había presentado meses atrás la senadora Juliana Di Tullio para que se otorgase una ayuda mensual equivalente al monto de la canasta básica alimentaria a todas las personas indigentes del país, estimadas en cerca de 1,7 millones.
En 2021 los trabajadores informales perdieron por -7 puntos contra la inflación, mientras los registrados ganaron 3 puntos. Ante la aceleración inflacionaria de 2022 “los bonos” y el adelanto de paritarias fueron clave para evitar mayores pérdidas.