El gremio de futbolistas ratificó ayer que con las deudas actuales el campeonato a iniciarse el 20 de agosto “no dará inicio” y reclamó a la Superliga que imponga un sistema de “control, fiscalización y sanción” en torno al cumplimento del pago de haberes a los jugadores.
“Nuestra decisión de advertir que en las actuales condiciones no dará inicio la temporada, cuyo comienzo está previsto para el 20 de agosto de 2017, obedece al convencimiento de que además de cumplir con los pagos de los salarios caídos, es más importante aún establecer mecanismos de CONTROL Y FISCALIZACIÓN”, sostuvo el comunicado emitido por Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA).
El sindicato que comanda Sergio Marchi insistió que tras la huelga que demoró el comienzo de la actividad este año los clubes volvieron a acumular abultadas deudas.
“Por parte de los clubes existen incumplimientos y, a 30 días del comienzo, lamentamos que la Superliga no haya implementado ningún método de CONTROL, FISCALIZACIÓN y eventualmente SANCIÓN, para provocar algún cambio”, señaló el parte.
La AFA estableció mecanismos de pago de las deudas que tienen los clubes para con la casa madre, que contempla retenciones de los ingresos que las entidades tienen por TV y con escalas mayores cuanto más jugadores incorporen. Agremiados no se quiere quedar atrás para los que jugadores cobren deudas de los clubes. “Muchos siguen con la vieja mecánica de contratar irresponsablemente sin antes pagar lo que adeudan y nadie le pone freno a esta conducta”, señaló el gremio, que reclamó finalmente por un “juego limpio financiero” para que “la competencia sea justa”.