La militante y ex concejala de Rosario Celeste Lepratti murió ayer luego de atravesar una grave enfermedad. Era hermana de Claudio “Pocho” Lepratti, icónica víctima de la represión de diciembre de 2001. Incansable luchadora por los derechos humanos, Celeste llevó su activismo social a la política y fue edila de la ciudad entre 2015 y 2019, además de precandidata a ese mismo cargo el año pasado por el frente Igualdad y Participación. Lepratti transitaba una enfermedad desde hacía poco tiempo, señalaron desde su entorno.
Su última expresión pública fue la semana pasada a través de las redes sociales y resume la batalla de toda su vida: "Un reclamo de justicia y de que no se olvide a las víctimas de aquel diciembre negro en la Argentina, que dejó numeros muertos en la provincia de Santa Fe".
Amigos y compañeros cercanos de militancia de la ex concejala Lepratti confirmaron el fallecimiento de la militante territorial contra la violencia institucional ayer a la tarde luego de la agudización de una enfermedad que la aquejaba desde hacía tiempo.
Celeste elevó la bandera por la lucha contra la violencia institucional desde que la sangrienta represión policial del 19 y 20 de diciembre de 2001 se llevó la vida de su hermano, Claudio “Pocho” Lepratti.
La militante se mudó a Rosario desde su natal Concepción del Uruguay y no dejó de luchar por los derechos humanos y por la memoria y la justicia para las víctimas de aquellas dramáticas jornadas del Diciembre Negro que vieron morir a 38 personas, 9 de ellas santafesinas.
Su camino en la política la llevó de las calles y los comités barriales al recinto del Concejo Municipal, donde se desempeñó como concejala por el Frente Social y Popular entre 2015 y 2019, para volver a buscar, este vez sin suerte, una revalidación de su puesto, esta vez en representación del partido Igualdad y Participación, cuya figura principal es el diputado provincial Rubén Giustiniani.
Su última aparición en público había sido, precisamente, en la movilización en conmemoración del Diciembre Negro al cumplirse 21 años del estallido social, económico y político que precipitó la caída del gobierno del radical Fernando de la Rúa. Con el mismo reclamo de justicia por la sangrienta y fatal represión policial en esas jornadas organizaciones sociales, sindicales, políticas y de derechos humanos se movilizaron hacia el Monumento a la Bandera, y ella utilizó medicación para calmar sus dolores y así poder estar presente. En las puertas del edificio de calle Balcarce la militante dio el que sería su último discurso pidiendo justicia por las personas asesinadas en esa ocasión por la mano dura del Estado.
Militantes, dirigentes y organizaciones, incluso adversarios, publicaban mensajes de condolencias y reconocimiento de la figura de Celeste Lepratti cuando había trascendido la confirmación de su fallecimiento por parte de su círculo más íntimo. Será muy recordada en los ámbitos de la militancia territorial donde se destacó siempre su nivel de compromiso y la profundidad de su mirada sobre los problemas más acuciantes de los sectores más vulnerables.