Familiares y compañeros de los 12 de la Santa Cruz queremos acompañarte en este fin de año, y compartir con vos y con millones de argentinos y argentinas, estas reflexiones.
Luego de la infame condena del Tribunal Oral Federal 2, integrado por los jueces Andrés Basso, Jorge Gorini y Rodrigo Giménez Uriburu, entendimos que el objetivo central de la misma era proscribirte. Esta proscripción no sólo afecta a tu fuerza política, sino a la mayoría del pueblo argentino. ¿Es posible que esta mafia enquistada en el Poder Judicial pueda cometer semejante atropello a quienes vemos en vos a la única dirigente que representa las esperanzas de las mayorías populares? Esas mayorías que hoy están siendo vulneradas en sus derechos sociales, culturales, políticos y económicos, en definitiva, atacadas en sus derechos humanos.
No es nuevo el artilugio de la proscripción como herramienta política de las minorías, lo han hecho en el pasado con muchos líderes no solo en nuestro país, sino también en Latinoamérica.
Antes usaban al partido militar ahora usan el partido judicial, deformación monstruosa dentro de uno de los poderes de la democracia. Por eso no vamos a permitir que esa proscripción se mantenga. Sabemos que la movilización de todas las fuerzas nacionales, populares y democráticas es la herramienta que hará posible que logremos desbaratarla. Vos tenés el derecho de presentarte y nosotros el derecho de elegirte como nuestra candidata. Somos millones los que, desde 2003, vimos en Néstor y en vos la fuerza, la templanza, la entereza moral, la claridad política y el convencimiento ideológico que les permitió iniciar el camino de la construcción de una sociedad más igualitaria, libre y soberana.
En vos Cristina, vemos el sueño de los y las 30 mil, ya que sos parte de una generación diezmada y como tal, hija de las Madres. Por eso te atacan, por tu calidad de dirigenta, que se construyó a lo largo de muchas luchas y de muchos años, por tus ideas, por tu forma de comprender y hacer política y, fundamentalmente, por lo que has sido capaz de construir.
El pueblo, los campesinos, los trabajadores y trabajadoras en las fábricas, en las oficinas, los cuentapropistas, integrantes de la pequeña y mediana industria, los y las desposeídas de este régimen neoliberal, confiamos en que vos, junto a la fuerza arrolladora de las mayorías, lograremos el lugar que nos corresponde en una sociedad más justa e igualitaria.
Tampoco nos gusta ser mascota de nadie y que nuestro trabajo solo sirva para alimentar la avaricia de cuatro vivos a los que conocemos muy bien. Las minorías privilegiadas que han acumulado tanto poder te odian y nos odian, porque ven en vos y en el pueblo a quienes ponemos en riesgo esos privilegios escandalosos. Sabemos y conocemos lo que es capaz de hacer la derecha fascista de nuestro país, que hoy se disfraza de democrática.
En este momento tan difícil, tal vez el peor desde el retorno a la democracia, nuestra tarea es acabar con la mafia judicial, la mafia de Magnetto y la derecha cómplice, para anular el fallo que te condenó y que te proscribió. La tuya, querida compañera, es liderar este proceso que nos permita proyectarnos en la construcción de un modelo nacional y popular para los próximos 40 o 50 años. No podemos regalar nuestra patria, nuestros sueños, nuestros muertos y la lucha de más de dos siglos.
Los liderazgos no se transfieren. El amor moviliza y contagia, la organización galvaniza esa unión entre los y las líderes y sus pueblos. Es a vos a quien el Pueblo ama. Aquí estamos dispuestos a derrotar la proscripción, las urnas luego nos darán la victoria.