Un matrimonio neuquino y sus dos hijas, una de ellas con discapacidad, permaneció durante 25 horas atrapado en la nieve el fin de semana pasado, soportando temperaturas de 20 grados bajo cero, al quedar varado el vehículo en el que se trasladaban en la ruta provincial 21 entre las localidades de El Huecu y El Cholar, a 350 kilómetros al norte de la capital neuquina.
Paola Criado, de 43 años, y Hugo Reumay Dante, de 60, y sus hijas Ailín, de 17, y Antonella, de 20, emprendieron el viernes pasado un viaje de paseo que sólo iba a extenderse por esa jornada, hacia el norte de la provincia.
Hugo contó que “elegimos ir al norte porque en la zona sur, Bariloche, San Martín de los Andes, Villa la Angostura, había demasiada nieve y como en el norte (Neuquén) no había pronóstico de nieve sino de lluvia decidimos ir para allá”. “Fuimos hasta El Cholar y a las 4 de la tarde pegamos la vuelta, hicimos unos 15 kilómetros de regreso y tuvimos que poner las cadenas de nieve. Seguimos pero en una curva la camioneta se deslizó de costado y quedamos incrustados en el cordón de nieve que queda al costado cuando pasa la máquina”, relató. Indicó que “venía gente atrás que nos pasó. Pero cuando bajamos de la camioneta para poner las cadenas, que se habían salido en el derrape, el viento blanco y la nieve que caía no nos dejaron hacerlo”.
Hugo estimó que en el sector donde habían quedado atascados, en una hora cayeron entre 40 a 80 centímetros de nieve, con el agravante de que empezó a oscurecer y no era posible, a esa altura de la jornada, salir del lugar: “Cuando bajamos estaba a mitad de la rueda de la Eco Sport. Y a la noche llegó hasta la mitad de la puerta”, contó Hugo.
Paola, apelando a su experiencia de estudiante en la ciudad de Temuco, Chile, de donde es oriunda, recordó todo lo aprendido en campamentos que realizaban en la nieve y aplicó criterios de supervivencia para racionar el poco pan, fiambre, factura y agua que tenían.
Mientras tanto, Hugo encendía la camioneta cada media hora, primero, y cada 15 minutos después, para calefaccionar el vehículo y cuidar el combustible ante una temperatura estimada esa noche de 20 grados bajo cero. “No podía quedarme dormido porque si lo hacía y no controlaba el encendido de la camioneta podíamos sufrir de hipotermia y hasta ahí nomás íbamos a llegar”. Con el paso de las horas, la resignación crecía mientras los envolvían la desolación y el frío de la noche. Casi sin esperanzas de salir con vida, grabaron un mensaje de despedida a sus otros tres hijos, que estaban en Neuquén.
Al día siguiente, es decir el sábado, Paola caminó 1,5 kilómetro para subir a un cerro cercano, buscando señal en alguno de los tres celulares de distintas empresas de la familia, pero no obtuvo resultados. La nieve, que le llegaba a la cintura, y el intenso viento la hicieron volver. “No te hagas problema, gordita, seguramente alguien nos va a venir a buscar”, le dijo Hugo a su esposa. “Ella quería salir a caminar pero le dije que no, la saqué a un costadito y le dije: ‘Mirá, si tenemos que morir, vamos a morir los cuatro porque si vos vas a pedir ayuda, demorás cuatro, cinco horas, yo voy a salir a buscarte y vamos a morir de hipotermia’”, recordó el dramático momento que vivieron.
Sin que ellos lo supieran hasta que los rescataron, a las 18 del sábado, dos “héroes” anónimos” (como los definió Paola), que también se habían quedado con sus vehículos en el camino, “me vieron cuando subí el cerro y buscaron ayuda”, contó la mujer. “Quiero mencionar a Sandro Sambueza, quien caminó junto con otro señor de General Roca (Río Negro) 9 kilómetros enterrado en la nieve para pedir ayuda y gracias a ellos nos rescataron.” Paola expresó que “fue una experiencia dura, nos ha costado mucho despegarnos de la historia porque todos quieren saber qué es lo que pasamos y nosotros no hicimos nada más que tratar de sobrevivir con las pocas cosas que teníamos”.
Hugo y Paola habitualmente hacen viajes de paseo en la región y aclararon que “hemos estado muchas veces en la nieve, disfrutando y jugando. Pero esta odisea nunca la pasamos y no queremos saber nada de la nieve por un tiempo largo”.