Cambiemos y el Frente Renovador pactaron ayer avanzar en la “exclusión” del diputado del FpV-PJ, Julio De Vido, de la Cámara de Diputados por presunta “inhabilidad moral”. El oficialismo se plegó a la propuesta massista de la figura de la exclusión y de designar un “procedimiento” que se asemeja al juicio político. Tras el acuerdo, la comisión de Asuntos Constitucionales, que preside el macrista Pablo Tonelli, pasó a un cuarto intermedio para el martes próximo al mediodía, cuando De Vido será invitado para hacer su descargo, que ayer hizo en una extensa nota al presidente de la Cámara, Emilio Monzó (ver nota aparte). El macrismo bloqueó la posibilidad de que se le pida a la Justicia las copias certificadas de las causas contra el ex ministro de Planificación y la invitación a los empresarios involucrados en algunas de ellas. El oficialismo buscará el dictamen de mayoría y asegurar los votos de dos tercios de los legisladores necesarios (171 si estuvieran los 257 diputados en el recinto) para aprobar la expulsión de De Vido en la sesión especial que convocarían para el día siguiente. Desde el FpV-PJ consideraron la “embestida” contra el diputado de su bancada como “un show electoral” y señalaron la “hipocresía” de “un escarnio mediático, político y judicial” que consideraron “inconstitucional” con consecuencias jurídicas de “nulidad absoluta”. Desde el FIT afirmaron que “Cambiemos y sus socios se encubren a sí mismos y a la justicia corrupta” pero insistieron en el desafuero del ex ministro.
Tras la lectura de la carta de De Vido, que no fue invitado formalmente a la comisión (ver aparte), el oficialismo le cedió a Elisa Carrió la bandera de la embestida contra el ex ministro. Fiel a su estilo, con permanentes citas autorreferenciales, la chaqueña sostuvo que la Cámara de Diputados tiene “facultades disciplinarias” para echar a un diputado por “inhabilidad moral”, “una cláusula debe ser usada excepcionalísimamente”, aclaró y recordó que De Vido está procesado por “asociación ilícita”. “Yo nunca dejé de decirle cajero. Se enriqueció después, pero él cumplía órdenes. ¿Por qué digo ‘cuídenlo’? Se lo digo bien, porque es como Jorge Oderbrecht. Qué buen aporte a la Justicia sería que este hombre hable”, señaló en medio de las réplicas del kirchnerismo. “¿Díganme, es un escándalo moral o no que un hombre procesado por asociación ilícita y procesado por la muerte de 51 personas, siga en su banca?”, sentenció.
La socia de Sergio Massa, Margarita Stolbizer, lanzó una advertencia a Cambiemos: “entiendo que existe una intención de aprovechamiento electoral de la situación, porque esto en definitiva lo que facilita es ocultar otro tipo de situaciones”, dijo antes de plegarse a la expulsión de De Vido. Sostuvo que se imponía “una sanción de tipo política en un cuerpo político”, que se trataba de una “discrecionalidad” y una “excepcionalidad”, que no quería que “se utilice esto como un precedente” en el futuro. “Las situaciones son estrictamente únicas, y las sanciones son estrictamente personales frente a una determinada situación personal”, señaló Stolbizer que luego traspoló la declaración de la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner en plena crisis de 2001, en la que rechazaba la asunción como senador nacional del empresario y ex gobernador correntino Raúl Romero Feris por los múltiples procesos por delitos contra la administración pública.
El delasotista Juan Brugge expuso el acuerdo previo al que el massismo había llegado con el oficialismo. Dijo que la figura correcta para expulsar a De Vido era la de “excluir” y “no la remoción” por “inhabilidad moral”, al tiempo que sostuvo que las causas no fueran “sobrevinientes” como establece la Constitución (es decir que se hayan realizado durante su función como diputado y no por su funciones anteriores) “no es un elemento sustancial”. También propuso un “procedimiento” sumarísimo porque la cámara carece del mismo: que se formulen los cargos, que se le comunique a De Vido para que haga su descargo con un plazo no más allá del próximo martes y convocar a una sesión especial para el día siguiente y votar la exclusión del diputado.
Carrió ya había abandonado la sala y el radical Mario Negri, en nombre del interbloque de Cambiemos, se plegó a la propuesta de “exclusión por indignidad”, “porque más allá de las diferencias opinamos lo mismo y lo que está en mora es la Justicia”. Luego dedicó gran parte de su alocución a negar que se trate de “una premura para tratar el tema porque estamos en campaña electoral”. Los radicales Ricardo Alfonsín y Carla Carrizo que cuestionaban la utilización de la “inhabilidad moral” y preferían la suspensión temporal de De Vido mientras duren los procesos, terminaron por aceptar con disidencias la decisión de su bloque. La massista Graciela Camaño selló el acuerdo con la lectura de las 5 causas en las que De Vido está procesado y unas 26 en la que está imputado.
Las réplicas del FpV-PJ se sucedieron a lo largo de todo el debate. Marcos Cleri le apuntó al propio Tonelli, a quien le recordó que “no respeta la constitución” porque “usurpa” un asiento en el Consejo de la Magistratura que le “arrebató” al FpV y “aprueba la destitución de la procuradora Gils Carbó por decreto”. Mencionó, además, al diputado oficialsita Eduardo Amadeo “como un lobbysta de los Estados Unidos” por la compra de armas a ese país. Afirmó que la arremetida contra De Vido es parte de la campaña “a dos años de la estafa electoral” de Cambiemos y pidió que “no los mueva el odio de la fusiladora y de la dictadura cívico militar” contra el peronismo.
Guillermo Carmona insistió en reclamar cuáles son los hechos concretos por los que se quiere expulsar a De Vido y sostuvo que la Cámara “está prejuzgando” con el argumento de -como dijo un diputado oficialista- “la desvelocidad” de la justicia y violando el derecho a defensa. Además de denunciar que se está “acusando a un proyecto político” y que “van contra todos los parlamentarios nacionales y provinciales que nos oponemos al Gobierno nacional y sus socios provinciales para encubrir su totalitarismo”.
“Quieren disfrazar esto de un proceso de defensa para mostrarle a la opinión pública que son legales. Pero son ilegales e inconstitucionales. Lo que hacen es nulo de nulidad absoluta”, remarcó en el cierre del debate Diana Conti y cargó contra Massa: es “co-responsable” de la gestión de De Vido como ministro, por haber sido jefe de Gabinete en la gestión anterior, entre 2008 y 2009. “Pregúntenle a él algunas cositas que la propia Carrió le marca: su connivencia con un fiscal destituido por connivencia con el narcotráfico, y su participación en el caso Aysa en Tigre con Odebrecht”, agregó Conti. “A lo mejor para tapar indignidades propias es más fácil generar un chivo expiatorio y creerse que son buenos y honestos, pero la verdad, dan asco. Me da asco cómo nos tiramos en la cara indignidades y desprestigiamos a la política”, concluyó la diputada del FpV-PJ.
La discusión se cerró con la certeza de Cambiemos que el acuerdo con el massismo lo acercaba a los dos tercios de los votos necesarios para el próximo miércoles. Tendrán todavía una ardua tarea esta semana para cerrar otros pactos que le garanticen la expulsión de De Vido en medio de la Campaña electoral.