La reciente Encuesta de Hogares Rosario (EHR) elaborada por la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) reveló que entre las principales problemáticas ambientales de cercanía identificadas por los hogares en los barrios de la ciudad se encuentran los basurales a cielo abierto y la quema de basura, pastizales y neumáticos. La encuesta ratifica lo que se observa a diario en algunos puntos de Rosario: densas columnas de humo negro que se elevan del piso llevando componentes químicos que tienen una altísima toxicidad. "Los basurales generalmente están en lugares más vulnerables y eso tiene su implicancia, generando mucho daño a la salud", dijo a Rosario/12 Cecilia Bianco, coordinadora del área Tóxicos del Taller Ecologista. "Evidentemente son errores de gestión, esos residuos terminan quemándose porque la gente no tiene donde disponerlos, es el camino más simple, pero el más tóxico", agregó la especialista. En ese sentido, desde el municipio precisaron que durante este año se trabajó en 70 espacios para la erradicación de mini basurales.
El tema de los basurales a cielo abierto, explicó Bianco, tiene un tratamiento especial dentro de un convenio internacional firmado por Argentina, el Convenio de Estocolmo, que menciona a los contaminantes orgánicos persistentes. Dentro de este grupo están las dioxinas y furanos, el PCV y otras sustancias que se forman al momento de una incineración que esté dentro de los 300° aproximadamente y que son sumamente tóxicas. Estas condiciones se dan generalmente de una forma muy propicia en un incendio de este tipo de basurales, de los residuos donde haya presencia de cloro en algunos de los productos que se están quemando, por ejemplo todo lo que está hecho de PVC. Este convenio menciona a la quema de los residuos a cielo abierto como una fuente de las sustancias mencionadas.
Al ratificar el convenio, Argentina se compromete a realizar planes nacionales de aplicación del convenio e inventarios. En el último inventario de 2014 se estima cuánto se emitió en dioxinas y furanos a partir de esta quema incontrolada de los residuos domiciliarios. Hay una herramienta de cálculo que provee el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, dentro del Convenio de Estocolmo, para saber cuánto emite cada país e implementar políticas para bajar esos niveles, por lo que Argentina está obligada a bajar las emisiones en todos los rubros que están marcados, entre ellos, la quema de los basurales.
"Lamentablemente no se ve algo muy marcado, excepto aquellos proyectos apuntados a que la ciudades que tengan rellenos sanitarios pueden pedir un crédito para hacerlos en mejores condiciones, pero es todo muy lento. Y esto afecta sobretodo a las comunidades más vulnerables, uno no ve en la Peatonal Córdoba que estén incendiando, a pesar de que hay residuos", graficó la coordinadora del área Tóxicos del Taller Ecologista.
"Dejando de lado las dioxinas y furanos, que tienen un perfil de toxicidad altísimo, cada vez se sabe más que el material particulado genera mucho daño a la salud. Cada basural que uno deje son puntos de generación de sustancias químicas tóxicas, por eso sostenemos que más allá de destinar sumas importantes en el Presupuesto, hay que hacer un análisis, investigar por qué se producen estos desvíos hacia estos basurales, dónde se está perdiendo el control del residuo en el circuito de recolección, la separación que llega a algunos lugares, y el enterramiento en el relleno de Ricardone. Probablemente tengan el dato, pero no se lo conoce", apuntó Bianco.
"Este año, en el plan de erradicación de mini basurales se trabajó en 70 espacios para eliminar el arrojo y recuperar el espacio", indicó a este diario el subsecretario de Espacio Público y Respuesta Cercana municipal, Luciano Marelli. "Aparte de realizar la limpieza se instala algún inmobiliario urbano, en algunos espacios se logra una alta efectividad y en otros es más difícil por lo que tenemos que reiterar el proceso", apuntó el funcionario.
En Rosario, agregó Marelli, desde hace muchos años, la cobertura del sistema de recolección de residuos domiciliarios, en diversas modalidades, es amplia y cubre toda la ciudad. "En los lugares donde es más difícil el acceso, en determinados espacios de asentamientos irregulares, si no se puede acceder puerta a puerta en todas las cuadras, la recolección se realiza a través de otro equipamiento, lo más cercano a sus domicilios. Para la próxima licitación, cuyo pliego está en tratamiento en el Concejo, está previsto incorporar equipamiento más chico que permita circular por cuadras de difícil acceso para los equipos existentes", explicó.
En algunos de esos basurales está detrás la ilegalidad, la quema de cables para obtener el cobre; los neumáticos, que tienen su componente metálico y se queman en las peores condiciones. "Sabemos que los neumáticos tienen un alto porcentaje de plástico, y están asociados a otras sustancias químicas necesarias para que tenga la funcionalidad que necesita. La quema a cielo abierto genera un impacto en la salud, con efectos a nivel cerebral y cardíacos, además de alergias. Hay mucha gente que se las ve dando vueltas cerca de un basural que se está prendiendo fuego, saben que no los va a quemar, pero el humo que están respirando es muy tóxico", describió Bianco.
"El tema de las quemas que se observan en algunos puntos de la ciudad está muy vinculado a quemar cables para extraer el cobre, más que quemar basura por no tener donde disponerlos", coincidió el subsecretario de Espacio Público y Respuesta Cercana municipal. "Pero no se ve con frecuencia que se quemen residuos porque no hay lugares donde disponerlos, aunque esto no quiere decir que no haya algún punto donde eso suceda. Cuando los diferentes equipos recorren la ciudad detectan nuevos espacios ocupados por viviendas que requieren algún servicio de recolección, se agregan algunas de las modalidades", agregó Marelli.
La referente del Taller Ecologista sostuvo que "las mediciones a veces se concentran en algunos lugares, es importante, pero la palabra concentración remite a que uno no vea toda la foto de lo que es la calidad del aire en la ciudad. Seguro que hay lugares donde son recurrentes las quemas, hace años que existen, sería importante ahí hacer un monitoreo, como se hace para saber en general cuánto afecta el transporte la calidad del aire. Además es importante informar a las comunidades que tienen estas prácticas para tratar de que no lo hagan porque los primeros impactados son ellos. Hay un articulado del Convenio de Estocolmo que le pide a las autoridades, y que las obliga, a informar sobre las fuentes de dioxinas y furanos, que son muy tóxicas, debería existir una circulación de esa información en estas comunidades".
Además, Bianco se refirió a los fabricantes de ladrillos: "También es un tipo de actividad que se realiza en las afueras de la ciudad, y que está entre permitida y no permitida. No todos están proveyéndose de gas para cocinarlos, o de leña como algunos hacen, se proveen de algún tipo de residuos para bajar sus costos. Eso provoca una combustión que es de mala calidad, como se ha visto cerca de cabecera de la autopista a Santa Fe, hay que conversar con esas personas porque es su fuente de ingresos. Y después por supuesto está la incineración de desechos médicos y residuos peligrosos que también generan emisiones".´
Por otra parte, la referente del Taller Ecologista dijo que para levantar la altura de una traza vial importante, se saca tierra y se generan cavas. Eso automáticamente se convierte en un tiradero de vertederos totalmente irregular y que frecuentemente está quemándose: "Los vecinos de las localidades cercanas a Rosario nos cuentan que es la misma comuna que los quema porque no tiene dónde disponerlos. A eso se le suma que se están contaminando las napas, más las emisiones de metano por los residuos orgánicos cuando lo incendian. La Argentina tiene la obligación de bajarlas, por eso esto interpela a las provincias, es un tema pendiente".