Miles de brasileños se volcaron en masa para despedir a Pelé, quien falleció el jueves pasado a los 82 años de edad y fue velado este lunes a cajón abierto en el estadio del Santos, club en el que O Rei hizo casi toda su legendaria carrera.
Se espera que este martes se haga presente en Vila Belmiro el flamante presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien anunció que presentará sus respetos y rendirá homenaje a Edson Arantes do Nascimento a las 9 de la mañana, una hora antes del cierre de la capilla ardiente que se inició este lunes a las 10 con una duración estipulada de 24 horas.
Este supondrá el primer viaje de Lula fuera de Brasilia desde que asumió la presidencia de Brasil por tercera vez, este domingo.
Largas filas bajo el sol
Los súbditos de O Rei empezaron a hacer fila hasta cuatro horas antes de la apertura de las puertas del estadio Urbano Caldeira en el barrio de Vila Belmiro y la misma llegó a alcanzar más de dos kilómetros de largo.
Los fanáticos pasaron varias horas en la fila, bajo un sol abrumador en pleno verano brasileño, para poder ver y saludar durante unos breves segundos el cuerpo del tres veces campeón mundial.
Los restos de Pelé, cuyo cuerpo pasó por un proceso de embalsamamiento llamado taxopraxia, fueron colocados debajo de una tienda en el centro de la cancha del Santos, el club donde jugó desde 1956 hasta 1974 ganando dos Copas Libertadores y dos Intercontinentales.
El féretro llegó por la mañana desde el hospital Albert Einstein de San Pablo, a 70 kilómetros de distancia, donde el tricampeón mundial falleció a causa de un cáncer de colon luego de un mes de internación, y fue llevado hasta el centro del campo de juego por uno de sus hijos, Edinho, exarquero que tuvo problemas judiciales por drogas y que es el entrenador del Londrina, del Ascenso brasileño, y por el exfutbolista Zé Roberto, exSantos, Palmeiras y Bayern Múnich.
El gobernador de San Pablo, Tarcisio de Freitas, encabezó la delegación en la que participó el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y que dio inicio a los funerales de honor. La viuda de Pelé y su tercera esposa, Marcia Aoki, también estuvo presente en el inicio del funeral, al igual que su hija Kelly Cristina.
El cortejo pasará por la casa de la madre de Pelé
Los brasileños tendrán tiempo para dar el último adiós a su Rey hasta las 10 de este martes, cuando se cerrará el velatorio y se realizará un cortejo fúnebre que recorrerá todo San Pablo antes de dirigirse al cementerio, donde se realizará una ceremonia privada.
El cortejo pasará por la zona del Canal 6, donde vive la madre de Pelé, Celeste Arantes, que tiene 100 años de edad, antes de dirigirse al cementerio Memorial Necrópolis Ecuménica.
Una ciudad movilizada
El alcalde de la ciudad Santos, Rogério Santos, calculó, de manera un tanto exagerada, que cerca de 300.000 personas podrían pasar por el velatorio, lo que supondría un flujo constante de más de 200 personas por minuto, pero para el desespero de muchos, la fila avanzaba a un ritmo bastante más lento.
No obstante, la ciudad de Santos, de 430.000 habitantes, se volcó para despedir a su mayor ídolo. Otros muchos brasileños se acercaron principalmente desde San Pablo, ubicada a 80 kilómetros, y desde otras ciudades más distantes.
Para Santos, Pelé supone algo más que para el resto de los brasileños, puesto que el tricampeón mundial fue responsable de poner en el mapa del mundo a la ciudad y a su club de fútbol.
Anteriormente, Santos solo era sinónimo de una ciudad mediana que había crecido en torno al mayor puerto de Brasil, poblada por humildes estibadores y por ricos barones que medraron con el comercio internacional de café.
Pero con Pelé llegó la magia, y el nombre de Santos quedó vinculado para siempre con el arte de tratar bien al balón y con el carisma de Edson Arantes do Nascimento.
Aquel gol legendario
Júlio César Júnior, de 73 años, dijo que pasó más de dos horas en la fila para homenajear a Pelé, cuya carrera siguió con pasión desde que era niño. "Pelé lo merece. Sigo a Pelé desde que él tenía 19 años y yo 10. Ví el gol histórico que hizo en la calle Javari (de San Pablo) contra la Juventus, yo lo ví", dijo Júnior.
Aquel fue uno de los muchos golazos y jugadas históricas de O Rei que no cuentan con un apoyo fílmico. El relato oral cuenta que en un partido entre Santos y Juventus de San Pablo, el 2 de agosto de 1959, el crack de por entonces 18 años recibió un centro dentro del área y empezó a tirar sombreritos en el área, sin que la pelota toque el piso y dejando en el camino a tres defensores e incluso al arquero para luego cabecear ante el arco vacío.
La leyenda se completa con la reacción del público presente en el estadio de Rua Javari, de la Juventus, que estuvo por más de 10 minutos aplaudiendo la obra maestra de Pelé, según cuentan los testigos. La cosa fue tan majestuosa que hasta se levantó un busto y una placa conmemorativa en el estadio años después.
Neymar, ausente
El delantero del PSG y de la selección brasileña Neymar Jr., iniciado en el Santos, le pidió a su padre, Neymar Santos, que lo represente en el velatorio del ídolo.
"Con mucha tristeza mi hijo me pidió para estar aquí. Que en el lugar de él pudiese dar apoyo a la familia, porque uno sabe cómo es de triste perder a alguien. No perdimos solo a un deportista, perdimos al ciudadano, perdimos a la persona Pelé", declaró Santos a periodistas.
"Pelé fue inspiración para todos nosotros, inspiró a este deporte, a todas las generaciones, Pelé fue siempre referencia. Es un momento triste para todos los brasileños. Perdimos a Edson Arantes. Nos deja tristes y Neymar no viene", completó Santos.
Otro que anunció que por motivos de salud no irá al velatorio para despedir a su amigo y "socio" en la cancha fue José Macia "Pepe", de 87 años e histórico delantero del Santos. A través de sus hijos, Pepe dijo en sus redes sociales, que se encuentra en el interior del estado de San Pablo, donde pasó la Navidad, y que la familia decidió preservar al exdelantero de un retorno por carretera hasta Santos y "cuidarle su salud emocional".