El conjunto de dibujos, pinturas sobre tela y papel, collages y proyectos de diseño gráfico de Domingo Di Stefano, que se presentan en esta exposición-homenaje, corresponde al período abstracto desarrollado entre los años 50 y el comienzo de los 60.
Por un lado, desde sus primeros trabajos se destacan las calidades de una línea aprehendida a partir de los grafismos negros con los que su maestro Marcos Tiglio acentuaba sus retratos y naturalezas muertas.
Con esos trazos lineales firmes pero sinuosos, Di Stefano tomó apuntes del paisaje boquense junto a Víctor Magariños D., Diana Chalukian y Osvaldo Lucentini -sus amigos de la primera etapa del Grupo Joven-, aunque también adoptó el trazo recto para dibujar pequeñas formas simples que se van encadenando hasta conformar verdaderas construcciones.
Por otro lado, el tiempo de formación con Pettoruti había orientado sus pinturas aún figurativas hacia un análisis formal y colorístico que, pronto, se despojó de los modelos de la realidad para concentrar el trabajo sobre la estructura y el equilibrio cromático. Así, en los estudios compositivos de este período prevalecieron las formas concretas, de ángulos muy pronunciados, pintadas con colores planos aunque de paleta vibrante.
En 1953, Di Stefano viajó a Italia, donde encaró una etapa de perfeccionamiento en el taller de Enrico Prampolini. Bajo su guía surgió una serie de obras conocidas como espaciales, que revela correspondencias con la abstracción dinámica de la última etapa de este maestro, miembro del Movimiento Futurista. Son composiciones realizadas a partir de secuencias de formas curvas discontinuas, cruzadas por algunas líneas rectas y ubicadas sobre fondos muy luminosos. Trazada con precisión, esa sucesión ritmada de curvas enfatiza el tratamiento espacial mediante el uso del color, los grafismos, sombreados y transparencias.
Los rasgos de estos dibujos y pinturas de carácter abstracto también se alojaron en los trabajos desarrollados en el área del diseño y la decoración mural. A mediados de los 50, llevó una composición espacial a la pared, al pintar con óleo un mural de 2 x 3,50 metros en una residencia particular; mientras que los diseños de tapas para libros y para la Revista de Correos y Telecomunicaciones y Posta, las ilustraciones de La Nación y las piezas gráficas realizadas para las campañas de divulgación de las acciones gubernamentales generalmente apelaron a la gramática de su obra constructiva.
En suma, la selección que se exhibe en esta exposición-homenaje despliega un período temprano en la producción de Domingo Di Stefano, en el que compartió el interés por consolidar y expandir el arte moderno con los artistas que integraban el Grupo Joven, la Asociación Arte Nuevo y Artistas no Figurativos de la Argentina (ANFA). Sin duda un conjunto que subraya el trabajo de un artista que, en posesión del dominio técnico, continuó profundizando sus investigaciones plásticas y logró imprimir un acento personal a su poética.
En su formación plástica, Domingo Di Stefano (Teramo, Italia, 1926) reconoce a Marcos Tiglio -quien lo formó en dibujo-, a Victorica de quien recibía consejos cuando le acercaba sus trabajos, a Emilio Pettoruti, con quien practicó composición y pintura, y al futurista Enrico Prampolini, cuyo taller frecuentó al viajar a Italia en 1953.
En 1946 integró el Grupo Joven junto a Víctor Magariños D. y Osvaldo Lucentini, colectivo que fue sumando integrantes a lo largo de los años.
Además, fue un miembro activo en las principales agrupaciones que impulsaron la expansión del arte abstracto argentino.
Desde 1955 exhibió en los salones de Arte Nuevo, en 1958 fue miembro fundador de Artistas no Figurativos de la Argentina (ANFA) y en 1963 de Bermellón, agrupación de arte.
Dictó conferencias y fue profesor en la Escuela-Atelier Paul Klee, dirigida por Adriana Dellepiane, su compañera de toda la vida.
Entre 1958 y 1960 fue asesor artístico de la Galería H, de Buenos Aires.
Contratado por la Secretaría de Cultura, organizó las Exposiciones Culturales Rodantes que recorrieron varias provincias argentinas. A sus trabajos en dibujo y pintura, sumó la ilustración en diarios y revistas y el diseño de piezas gráficas para difusión de acciones culturales.
Participó en exposiciones colectivas y presentó exhibiciones individuales.
Actualmente sus obras se encuentran en numerosas colecciones.
* Doctora en Historia y Teoría del Arte (UBA). Profesora en la UBA y UNTREF, en las que dirige proyectos grupales de investigación. Curadora de la exposición. Texto escrito para la muestra. Autora, entre muchos otros, del libro Grupo Joven, arte nuevo de los años 50, publicado el año pasado, en el que más allá de los manifiestos del grupo, reúne los trabajos plásticos de sus integrantes para analizar el horizonte de afinidades compartido en la trama de sus interacciones. La exposición se exhibe en la galería Towpyha, en Tucumán 3148, hasta el 12 de enero.