Las tensiones internas que transita el sindicato de los estibadores portuarios de Rosario, SUPA, volvieron a manifestarse ayer cuando un grupo se movilizó a la sede gremial de Juan Manuel de Rosas y Pellegrini para exigir explicaciones por los cinco despidos que dejó el extenso conflicto con TPR, concesionaria del puerto de Rosario.
Hubo forcejeos, vidrios rotos y operativo policial de emergencia. Según César Aybar, secretario general del Supa, hubo “gente no afiliada” que quiso ingresar por la fuerza al inmueble. Algo similar a lo que denunció dos semanas atrás cuando una violenta manifestación terminó con el copamiento del Concejo Municipal y destrozo sen la Intendencia.
Uno de los manifestantes dijo a Radio 2 que fueron pacíficamente a conocer el plan de lucha por la reincorporación de los trabajadores que están en conflicto en la Terminal Puerto Rosario. “Acá no hay nada raro. Vinimos pacíficamente y nos encontramos que había gente, patovicas, que no nos dejaron entrar”, aseguró.
Por el contrario, Aybar dijo que "cuando quisieron entrar había gente que no tiene nada que ver con el gremio. Empezaron los empujones, roturas de vidrios. Nosotros tenemos seguridad privada, que no permitió ese ingreso y pidió apoyo a la Policía. La violencia no la vamos a permitir. La única forma de salir es con diálogo”.
El dirigente dijo que días atrás en el Ministerio de Trabajo nacional se acordó la reincorporación de 20 trabajadores mientras se sostuvo el despido de otros 5. “Cinco son despedidos con causa. Conseguimos que se les pague indemnización, más la posibilidad de un fondo de desempleo, obra social y una capacitación para después ser reubicados en otros lugares”, indicó Aybar.
El gremialista portuario remarcó: “En este contexto estos compañeros no aceptaron lo planteado y hoy tenemos a 300 familias que dependen de 5 compañeros que no están entendiendo que los despedidos con causa no se van con una mano atrás y otra adelante”.