Quizás alguien pueda encontrar una metáfora en el hecho de que el destino de las candidaturas del PRO se esté cocinando en un country súper exclusivo como es Cumelén, en el sur del país. Allí finalmente tuvieron su tan esperada reunión el expresidente Mauricio Macri y el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para hablar de la estrategia de 2023. También tuvieron una cena con sus parejas, más en plan de distender una relación que pasó por momentos muy duros en los últimos tres años. De lo que se dijeron, trascendió poco. Pero se sabe que está en discusión tanto la sucesión en la Ciudad de Buenos Aires como las múltiples candidaturas presidenciales del PRO, entre las cuales sigue en duda la del propio Macri. Todo indica que Larreta esperaba, de mínima, sacarle un compromiso de que no apoyará abiertamente a Patricia Bullrich y lo consiguió.
El encuentro, según relatan allegados a Macri, fue el último día del año. Primero iba a ser la semana anterior, pero Larreta postergó su viaje al sur por el conflicto por la coparticipación porteña. Luego iba a ser el viernes pasado, pero el jefe de gobierno tuvo reuniones de emergencia -vía Zoom- por el escándalo de los chats de su ministro de Justicia y Seguridad, Marcelo D'Alessandro, con allegados a la Corte Suprema (ver aparte). Así que acordaron pasarlo para el sábado 31. El encuentro fue finalmente a las 18 y no habría durado ni dos horas. Lo que se dijeron, lo hicieron rápido. Luego quedaron en cenar este lunes por la noche, con sus parejas incluidas (Juliana Awada y Milagros Maylin), ya más en plan social.
Desde el entorno de Larreta no quisieron ni confirmar ni desmentir las reuniones, aunque aseguraron que, como ambos pasaron las fiestas y pasan parte de enero en el mismo barrio cerrado, era probable que hubiera un encuentro. Larreta, por otra parte, tiene la política de no hablar de las reuniones que son uno a uno, porque luego la filtración de lo que se dijo puede ser contraproducente.
Un ejemplo: cuando tuvieron un encuentro similar en 2021, tampoco trascendió demasiado de lo que habían hablado, aunque se hizo evidente a los pocos días: Macri le soltó la mano a Patricia Bullrich en la disputa por las candidaturas porteñas y se fue a Europa de viaje. Larreta consiguió que la candidata fuera María Eugenia Vidal. Esto no quiere decir que la historia se vaya a repetir.
Ahora Larreta fue al encuentro con algunas dudas. La principal, que Macri no le despeja a nadie, es si el expresidente competirá o no este año para volver al gobierno nacional. El exmandatario, en verdad, lo piensa definir en unos meses. Mientras tanto, se sigue comportando como candidato. La otra duda es si va a apoyar explícitamente a Bullrich, la principal adversaria de Larreta. Macri ya tuvo varias expresiones, todas destinadas a Larreta, amenazando con algo de ese tipo: dijo varias veces que solo iba a apoyar a un candidato que realmente represente el cambio. Y se sabe que la línea dialoguista a Macri le gusta poco y nada.
Larreta, en ese sentido, solo podía apostar a que Macri mantenga una suerte de neutralidad. Que no se decante por ninguno de los candidatos, ni por él, ni por Bullrich, ni por Vidal (si la ex gobernadora finalmente decide competir también en este turno). Y, al parecer, obtuvo ese compromiso de Macri.
Quizás algo parecido le dijo Macri a Bullrich cuando la recibió antes de viajar al sur. El expresidente tiene previsto volver a verla pasado mediados de enero en Cumelén. Ahora Bullrich vacaciona en Brasil. Con Vidal también tuvo una reunión antes de partir, como para mantener su rol de gran elector. Al menos, por ahora.
Cuando le preguntaron hace algunos días, Macri repitió sobre su virtual candidatura: "No estoy anotado. Sigo en el mismo lugar". Es lo que viene diciendo hace meses, mientras hace lo opuesto: tiene todo tipo de actividades que solo tienen sentido en una lógica de acumulación hacia una candidatura. Las encuestas, al parecer, mandarán a la hora de definir.
Otros de los temas ríspidos a discutir entre Macri y Larreta era la sucesión porteña. El jefe de gobierno no termina de tragar el apoyo de Macri y Bullrich a Jorge Macri para que sea el único candidato del PRO en CABA. Si bien hubo señales de distención con su ministro de Gobierno, Larreta sigue promoviendo otras candidaturas como las de Fernán Quirós, Soledad Acuña o Emmanuel Ferrario. El expresidente espera que finalmente se decante por su primo. La resolución de esa puja recién se conocerá en algunos meses, cuando se ordene la interna del PRO en la Ciudad.