Con muy poca convicción, Juntos por el Cambio (JxC) salió a la cancha a acusar al peronismo de hackeo de los chats del ministro Marcelo D’Alessandro. Es evidente que tratan de disimular lo que parece notorio: una interna feroz en la que unos pusieron el foco en las andanzas (y chicas) de Gerardo Milman, mano derecha de Patricia Bullrich, y otros contestando con las aventuras en el sur y las trenzas de D’Alessandro, funcionario de Horacio Rodríguez Larreta.
La versión que difunde el macrismo es que la operación de hackeo se hizo desde una base de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en El Dorado, Misiones. No aportan ninguna prueba, pero figura en un pedido de informes que, a las apuradas, encabezó el diputado Cristian Ritondo en la Comisión de Seguimiento de Organismos de Inteligencia. Firmaron todos los macristas de la Comisión, salvo uno, Milman, que está fuera de radar.
La solicitud fue respondida por la AFI el 20 de diciembre y el titular de la Bicameral, Leopoldo Moreau, le entregó copia de la respuesta a todos los integrantes de la Comisión. De manera que todos saben que la AFI niega que exista una base en El Dorado, niega que funcione en la AFI “una mesa militar” y que en el organismo tenga alguna participación el general César Milani o el coronel Marcelo Granitto. Aun así, los medios alineados con JxC siguen difundiendo la versión macrista y esconden que la AFI ya contestó. En el medio, aparece también la versión de que el hackeo se hizo con un software Pegasus operado desde Paraguay.
Las facturas del viaje
Cuando aparecieron los mensajes referidos al viaje a Bariloche de funcionarios, jueces y empresarios, JxC corrió a denunciar el hackeo, en principio en la justicia. El sorteado resultó el juez Julián Ercolini, uno de los excursionistas. Por lo tanto, la causa recayó en el juez Marcelo Martínez de Giorgi.
Cerca de D’Alessandro argumentan que en la investigación del magistrado se estableció que cada viajero pagó sus gastos y que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) determinó que las facturas por los gastos son auténticas.
La realidad es que la investigación judicial demuestra todo lo contrario. Es cierto, las facturas son auténticas. Lo único que faltaba es que también las facturas fueran truchas. Pero son de cuatro días después del viaje. O sea que todo encaja en lo que se vio en los chats: fue una forma de tapar el delito de dádivas ya que todo lo pagaron los empresarios.
Pidiendo informe a la Bicameral
La otra forma de salir del escándalo fue adjudicarle al Poder Ejecutivo una operación de inteligencia y, por lo tanto, que fue el responsable del hackeo. La manera de esbozar esa defensa fue mediante un pedido de informes a la Bicameral. El texto fue redactado por Ritondo y lo firmaron todos los demás macristas de la Comisión salvo Milman que hace rato no pisa el Congreso. Se ve que hoy en día no se puede exhibir ni ante sus propios colegas de bancada.
JxC sostiene en el pedido que en la AFI funciona una mesa militar bajo la influencia de Milani a quien reiteradamente le endilgaron la jefatura de un aparato de inteligencia. En la única causa que existió sobre el tema, Milani fue sobreseído y en los allanamientos a las supuestas unidades nunca se encontró nada. Pero, además, en la actualidad, el que encabeza la AFI es Agustín Rossi quien en mayo de 2015, siendo ministro de Defensa, le pidió el pase a retiro a Milani. Según se supo, el exministro y el exjefe del Ejército no se ven ni se hablan desde entonces.
Moreau le envió el pedido de informes a Rossi y éste contestó alrededor del 20 de diciembre. Aunque el texto no se conoce por razones de confidencialidad, la AFI negó que exista una mesa militar, que Milani tenga relación con el organismo y que tampoco tiene vínculo alguno el otro militar mencionado, Granitto. La respuesta de la AFI se le entregó a todos los integrantes de la Comisión, pese a lo cual este fin de semana los medios alineados con el macrismo invocaron ese pedido de informes para tratar de sacar el escándalo de los viajes, los chats, las chicas y el arreglo con la Corte de la furibunda cancha de la interna del macrismo.
Operaciones en la Triple Frontera
En el pedido de informes también se dice que la AFI tiene una estación en El Dorado, Misiones, a unos 100 kilómetros de la Triple Frontera, y que desde allí se hizo el hackeo. La AFI también negó la existencia de esa base, pero hay quienes ponen entonces el foco en Paraguay, o sea la existencia de alguien operando un software israelí, Pegasus, con el que podría haberse hecho el hackeo.
En este capítulo entra otra historia, que se está investigando desde el Frente de Todos. Durante el mandato de Mauricio Macri, el Poder Ejecutivo le compró a la empresa israelí NSO Group una versión de Pegasus. Ese software no se sabe dónde terminó. Lo que se averigua entonces es si alguien está operando el sistema desde Paraguay y ese es el origen del hackeo. Hay otra hipótesis más sencilla: no se requiere mucha sofisticación, le duplicaron la identidad a D'Alessandro y así accedieron a sus mensajes de Telegram.
Hay un dato a tener en cuenta. Los chats sobre el viaje a Lago Escondido se filtraron el 7 de diciembre. El último chat entre D'Alessandro y el operador de la Corte, Robles, es del 1 de diciembre. Es decir que cuando publicaron los del viaje al sur ya tenían los referidos a la Corte y no los publicaron en ese momento. Los hackeadores están dosificando ¿y extorsionando?
La interna chicas-Milman vs negocios-Corte-D'Alessandro al desnudo
En cualquier caso, los chats que se conocieron el jueves pasado exhiben que el fondo es la feroz interna de JxC. Por ejemplo, se ve la cercana relación entre D’Alessandro y el fiscal Augusto Troncoso, que fue el que denunció a Gerardo Milman ante la Cámara de Diputados. Troncoso tuvo que intervenir a raíz de que una joven, María Luz Lanusse Peralta Ramos, conducía un vehículo con registro trucho. El Peugeot 2008 Sport circulaba con una tarjeta azul a nombre de Milman y el legislador patoteó a la agente de tránsito que interceptó a la chica, por entonces pareja del diputado. Cualquiera elucubraría que se trató de un misil de D’Alessandro-Rodríguez Larreta contra Milman-Bullrich. Y tras cartón vino la respuesta, los chats exponiendo tejes y manejes de D’Alessandro.
Como ya señaló Ernesto Tiffenberg en este diario el estilo del espionaje y el hackeo fue instalado por el propio Macri, quien hizo seguir a todos los referentes de JxC —Rodríguez Larreta, Santilli, Vidal y tantos otros— e incluso mandó a espiar a sus dos hermanas, Sandra y Florencia. Comodoro Py le echó la culpa a su padre, Franco, y los espionajes más actuales se los adjudicó a espías cuentapropistas.
Tampoco se puede descartar entonces el protagonismo del propio Mauricio, disciplinando a su tropa, y abriéndose camino para que nadie le pelee la candidatura. Todo indica que es una guerra abierta y que habrá más capítulos y batallas.