A 6 meses del femicidio de Agustina Fernández, su madre Silvana Capello convocó a marchar el próximo 5 de enero para pedir justicia por su hija y exigir la condena perpetua de Pablo Parra, único imputado y detenido por el crimen de la joven pampeana, que fue asesinada a golpes en la ciudad rionegrina de Cipolletti, a la que viajó para recibirse de médica.

"No me dejen sola. Esta marcha representa mucho para Agustina: el pedido de perpetua para el asesino", escribió Capello en una publicación de Facebook con un flyer que llama a concentrarse el jueves 5 de enero a las 19 en la Plaza San Martín de Cipolletti y el hashtag #JusticiaPorAgustina.

La consigna es exigir la condena perpetua para Parra, de 37 años, quien fue detenido el 22 de diciembre y desde el 24 de ese mes está bajo prisión preventiva, luego de que la Fiscalía lo acusara como autor de un "homicidio triplemente agravado por femicidio, alevosía y también porque había mantenido con la víctima una relación".

Considero que hay indicios suficientes para sostener que Parra fue el autor de este hecho”, dijo en ese entonces la jueza de Garantías Agustina Bagniole, que fundamentó además la medida privativa de la libertad al dar por acreditado que existe el riesgo procesal de “entorpecimiento de la investigación”, ya que la desvió “desde el minuto cero”.

Las pruebas que incriminan a Parra

La causa por la muerte de la joven dio un giro ya que, meses atrás, la Justicia seguía la hipótesis de un homicidio en ocasión de robo y descartaba a Parra como posible sospechoso. Una de las pruebas para incriminarlo fue un pedazo de tela azul que quedó enganchado en un alambre del paredón por donde trepó el presunto homicida al patio de la escena del crimen, y tenía ADN de Parra.

Además, según mencionó la Fiscalía y valoró la juez, no se encontró una sola evidencia que indique la presencia de una tercera persona, ya que las únicas huellas dactilares o rastros de pisadas corresponden a la víctima y al imputado.

El femicidio de Agustina Fernández

La joven oriunda de La Pampa se mudó a los 19 años desde Santa Rosa a Cipolletti para continuar sus estudios de Medicina, y fue en ese contexto que en el edificio donde alquiló un monoambiente y entabló una relación con Parra, quien vivía en la planta baja.

Según la Fiscalía, “en ocasiones tuvieron relaciones de intimidad, pero sin establecer una relación de pareja o noviazgo, la cual era pretendida por Parra y no por Agustina”. A su vez, tanto el fiscal Martín Pezzetta como la jueza dieron por acreditado que Parra estaba “obsesionado” con Agustina, en base a lo declarado por las amigas de la víctima.

“Pablo Parra buscaba cualquier excusa para encontrarse con Agustina en el complejo. Esperaba que Agustina saliera para salir él de su propio departamento, cruzarse con ella, entablar una conversación. No era una conducta normal”, mencionó Pezzetta.

Incluso, contó que en una ocasión Parra le había regalado “un anillo de compromiso” a la víctima, y había sacado un viaje para ir con ella a San Martín de los Andes, algo que hizo que Agustina, según sus amigas, le pusiera “un freno”.

Pero para el fiscal, el “detonante inmediato” del femicidio fue que la joven empezó a salir con un mozo que había conocido en una cervecería. Por ello, dio por acreditado que aquel 2 de julio Parra buscó cualquier excusa para llevarla a su departamento.

Una vez con Agustina dentro de su departamento, se retiró a hacer unas compras. Luego, de acuerdo con la investigación, ingresó por el patio trasero después de trepar una medianera, la abordó y la golpeó hasta dejarla tendida en el suelo. La joven fue diagnosticada con muerte cerebral y su deceso fue confirmado el 5 de julio.

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