Omar Perotti volvió a denotar el ancho mundo del peronismo al desmarcarse otra vez del llamado que hizo el Presidente Alberto Fernández a los gobernadores para enfrentar a la Corte Suprema de la Nación, por el fallo judicial que suspendió una ley para favorecer al gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta con una reimposición de casi el 3% de coparticipación a Ciudad de Buenos Aires, en detrimento indirecto a las provincias.
Puertas adentro del peronismo santafesino, todo son murmullos que pocos blanquean, y en torno al mandatario también impera la decisión de hacer mutis por el foro. Pero la decisión del rafaelino remarca la grieta interna del partido, que en esta escena lo encontró del mismo lado que su par cordobés Juan Schiaretti, y enfrente, doce gobernadores, incluso el entrerriano Gustavo Bordet, que otras veces ha tomado distancia de Casa Rosada. No esta vez.
El Ejecutivo nacional lo consiguió, aún sin Perotti. En un hecho sin precedentes en la política, el Presidente Fernández y 12 gobernadores resolvieron ayer impulsar el juicio político a los ministros de la Corte por "mal desempeño en sus funciones" y "manifiesta parcialidad al dictar sus fallos".
La ofensiva inicial apuntaba solo al presidente del máximo tribunal, que además encabeza el Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti. Pero en el consenso resolvieron avanzar también contra el resto: Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda, y Ricardo Lorenzetti, tan rafaelino como Perotti.
Los que suscriben el acuerdo que Perotti esquivó son los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; Catamarca, Raúl Jalil; Chaco, Jorge Capitanich; Chubut, Mariano Arcioni; Entre Ríos, Gustavo Bordet; Formosa, Gildo Insfrán; La Pampa, Sergio Ziliotto; La Rioja, Ricardo Quintela; Santa Cruz, Alicia Kirchner; Santiago del Estero, Gerardo Zamora; Tierra del Fuego, Gustavo Melella, y de Tucumán, Osvaldo Jaldo.
En un comunicado emitido ayer, el Ejecutivo y las provincias le piden al bloque del Frente de Todos en Diputados que impulse un proyecto en ese sentido, contra los máximos jueces sospechados de lawfare.
Distintas fuentes consultadas en el PJ declinaron de opinar. Solo un operador en off aludió como natural que Perotti "se mantenga al margen" del choque del Gobierno con la Corte y que tampoco se involucre en una maniobra que enfrente a Rosatti ni a Lorenzetti.
Solo el diputado nacional, y precandidato a gobernador por el Frente de Todos, Eduardo Toniolli, avaló la iniciativa federal: "El pedido de juicio político es correctísimo, necesario y diría que inevitable: frente a la evidencia del arreglo de fallos entre el presidente de la Corte Suprema y dirigentes políticos, los otros poderes del Estado no pueden quedarse inmóviles", dijo el legislador.
Asimismo, lamentó la posición del jefe de la Casa Gris. "La participación de los gobernadores en el pedido también es correcta: uno de los fallos en cuestión es el de la coparticipación de CABA. Lo dijimos hace una semana: ese fallo es profundamente anti federal, ahora hay que agregarle que es producto de un hecho de corrupción. Lamento que Perotti con su defección termine avalando -como Juntos por el Cambio- este accionar", lanzó Toniolli.
Perotti ya había pegado el faltazo a la reunión del 22 de diciembre, con Fernández y 14 gobernadores para iniciar el repudio federal al fallo de la Corte que ordena a Nación restituirle fondos a CABA que Mauricio Macri le otorgó como presidente a Rodríguez Larreta. El rafaelino faltó a esa cita y luego sí apareció con el Presidente en Santiago del Estero por una reunión por los Bajos Submeridionales. Entonces se corrió del conflicto y solo reclamó "una nueva ley de coparticipación".