Nuevamente, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires desató un mega operativo policial contra manteros y vendedores ambulantes del barrio porteño de Once. La medida comenzó durante la madrugada y consistió en 22 allanamientos de depósitos de mercaderías y el cierre de calles, de modo tal que la totalidad de los locales comerciales de la zona aún no pudieron abrir.
La reacción de algunos de los vendedores cuya mercadería quedó secuestrada fue realizar un corte sobre la avenida Pueyrredón, en su cruce con Bartolomé Mitre, frente a la terminal del Ferrocarril Sarmiento. Por tratarse de un punto clave de circulación, la protesta mantenía cortado el tránsito en un amplio perímetro de ese barrio.
Allanamientos y vallas
La orden del cierre de calles y del operativo policial fue hecha por las autoridades de la Fiscalía de Flagrancias Este y del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas número 30, que dispusieron la realización de 22 allanamientos en la zona, que se encuentra cerrada al tránsito desde poco antes de las 7 de la mañana.
Debido a esto, un amplio operativo fue desplegado esta mañana por personal de la División Contravenciones y Faltas contra el Orden Público de la Policía de la Ciudad. Horas antes de que se abrieran los negocios y se extendieran las mantas en las veredas, se colocaron vallas en varias esquinas de la zona para impedir el ingreso de los manteros.
La investigación que derivó en los allanamientos fue iniciada hace tres meses en el marco de una causa por "ocupar la vía pública en ejercicio de actividad lucrativa".
Los lugares donde se realizan los allanamientos son los depósitos en que los vendedores guardan los artículos que luego exhiben para su venta en las mantas que ubican en las veredas de un amplio perímetro de la zona comercial de Once.
"Solo queremos trabajar"
Los comercios habilitados que quedaron dentro del vallado tampoco pudieron abrir debido a la decisión del gobierno de la ciudad de cortar absolutamente la circulación de vehículos y personas en esas calles.
Uno de los tramos más perjudicados por esa medida se encuentra sobre Bartolomé Mitre, en su extensión desde Pueyrredón hasta Paso. En esa zona prácticamente no hay talleres ni depósitos, sino locales mayoristas donde revendedores que viajan desde varias provincias en tours de compras se abastecen de mercadería.
El cierre de calles y la vigilancia de la Infantería y distintas divisiones de la Policía de la Ciudad se extiende desde Corrientes hasta Rivadavia, y desde Pueyrredón hasta Azcuénaga. Dentro de ese perímetro hay carros hidrantes y camiones para trasladar la mercadería secuestrada.
"Solo queremos trabajar", "nos
están robando a la gente humilde y trabajadora", se quejaron los manifestantes
que concretaron un piquete frente a Plaza Once.