Mar del tarot
¿Qué tienen en común Silvina Ocampo, Paz Lenchantin y los lobos marinos de piedra sobre la playa Bristol? Su vínculo indiscutido con Mar del Plata. Y por eso son parte del Mardel Tarot, un mazo de 78 cartas ilustradas con íconos de la cultura popular, el espectáculo y el deporte de esta ciudad balnearia. Los arcanos mayores incluyen a la Sacerdotisa Ocampo, a Piazzolla como Emperador absorto en su bandoneón, a una Alfonsina Storni que se adentra en el mar como hierática Emperatriz o a Guillermo Vilas desplegando su mejor set como un Mago. A la vez, si los arcanos menores en general se dividen en oros, espadas y copas aquí son reemplazados por alfajores en envoltorio dorado, pirulines y espumantes vasos de cerveza. Solo los bastos se mantienen como tales aunque se despliegan en paisajes singulares como Punta Mogotes, el Casino o Parque Camet. El creador del Mardel Tarot es Aruki, un arquitecto e ilustrador que vive en esa ciudad y que conoce como la palma de su mano a la flor y nata del lugar. “Así como hay personajes que llegaron a ser populares, aparecen otros propios de acá. Como El Loco, carta inspirada en Ernesto Corsi, un personaje que va en rollers por la costa tirando buenas energías a todo el que se cruza. O el Ermitaño, inspirado en Gustavo Trigos, que vivía aislado, rodeado de sus gatos entre las piedras de Cabo Corrientes”, explica Aruki, que comenzó este proyecto de casualidad para matar el tedio de la pandemia. Inspirado en la baraja Rider-Waite, cuyos dibujos fueron creados por Pamela Colman Smith a comienzos del siglo XX, el mazo también evoca grandes acontecimientos de la ciudad como la nevada caída en 1991, la película Bañeros, o eventos como el Festival de Cine o el de jazz. Una maravilla camp, que circuló por la web y figura como agotada en aruki.com.ar.
Rosca de Bunny
A lo largo de 2022, Bad Bunny lanzó su disco Un verano sin ti, se coronó por tercer año consecutivo como en artista más escuchado del mundo en Spotify, se trepó al techo de una estación de servicio de Puerto Rico para ofrecer un recital gratuito e incluso le tiró el celular a una fan demasiado insistente que comenzó a perseguirlo por la calle. Ahora, una casa de repostería de Veracruz, en México, decidió dedicarle una rosca de Reyes temática. En un video de TikTok con más de 200 mil reproducciones y en su redes sociales, la repostería Ale Pei, compartió un diseño de la tradicional rosca devenida en goloso homenaje. Como parte de la decoración, se puede apreciar el sol del video de “Neverita”, el corazón de Un verano sin ti y unos conejitos blancos de mazapán que por supuesto emulan a BB. El diseño se completa con un fulgurante glaseado en colores neón, además de higos y cerezas, con relleno de chocolate y almendras. El toque final es una oblea con la cara de Bad Bunny cubierta por lentes negros y con la testa coronada, como corresponde a un Rey Mago siglo XXI. Las reposteras de Ale Pei apuestan por ponerle onda a la mesas mexicanas, también con roscas de Hello Kitty y de Merlina (una con baño rosa y la otra, con higos negros confitados). Incluso, ofrecen tortas que fueron furor durante Halloween, decoradas con muñecos 3D como Jack Skellington o Freddy Krueger, cubierto de sangre hecha con fondant. Quien quiera alguna de estas delicias, sepa que no hay delivery. O sea que debe ir personalmente a la panadería, ubicada en la calle Santos Degollado 21, en el centro de Xalapa.
La última Navidad
Trece años atrás, Hannah dejó su Suecia natal por un tiempo y se instaló en Oxford para estudiar inglés. Como el dinero no le alcanzaba, comenzó a trabajar como moza en un bar. Todo iba bien hasta que llegó Navidad y el dueño del bar decidió musicalizar el ambiente. Entonces grabó un cedé que se repetía día y noche, donde la canción estrella era “Last Christmas” de Wham! “El dueño no estaba casi nunca pero los empleados debíamos escuchar esa canción hasta 111 veces en una misma jornada”, le contó Hannah a sus amigos durante una cena en Gottenberg, donde vive ahora junto a su marido, Tomas Mazzetti y sus tres hijos. Fue entonces, durante la sobremesa, donde comenzó a circular la idea. ¿Qué tal si iniciaban una recaudación de fondos para comprar los derechos de la canción y borrarla de la faz de la Tierra? La idea tomó cuerpo y la pareja lleva recaudadas unas 50 mil libras esterlinas. “Estamos lejos de la suma ideal pero quizás la próxima Navidad sea the last”, le dijo Hannah al periódico británico Daily Mail. Es que los derechos pertenecen actualmente a Warner Chappell Music UK y están valuados entre 15 y 25 millones de dólares. “No es que odie a Wham!, simplemente odio esa canción que está absolutamente sobrevaluada”, aclaró la mujer. Y agregó: “Es verdad que hay gente que la disfruta. Esa gente es nuestra enemiga”. ¿Qué harían Hannah y Tom si logran comprar los derechos de la canción? “Si nuestro sueño se cumple, vamos a arrojar el master a un basural de deshechos nucleares de Finlandia para librarnos de la canción al menos durante dos millones de años”, aseguraron.
Sobre árboles y tumbas
En 1860, Thomas Hardy aún no era un novelista y poeta reconocido sino un joven arquitecto londinense que trabajaba para Arthur Bloomfield, firma que fue contratada para un trabajo poco atractivo: exhumar restos humanos del cementerio de Old St. Pancras para dar paso a una nueva vía férrea. Por entonces el Midland Railway estaba a punto de abrirse camino a través de lo que ahora es el complejo de la estación Kings Cross-St. Pancras y era necesario despejar la zona para colocar rieles. Hardy se enamoró de un fresno que había allí, en torno a la Iglesia de St. Pancras en una época donde era frecuente que los jardines de estos lugares oficiaran de camposanto. El escritor se ocupó de supervisar la excavación de más de diez mil tumbas, reorganizando las lápidas alrededor del árbol “como libros en un estante” según relata la leyenda. El reverendo James Elston de St. Pancras Old Church dijo que no había evidencia de esto pero lo cierto es que durante más de un siglo, las raíces crecieron alrededor y sobre las lápidas, ordenadas en torno al árbol como gran biblioteca vegetal. El fresno pasó a llamarse The Hardy Tree, un juego de palabras que conjuga el apellido de Thomas y la resistencia que demostró el árbol en cuestión a lo largo del tiempo. De hecho, el sitio web de la iglesia llamó al árbol un “monumento a las invasiones ferroviarias del siglo XIX”. Ahora, The Hardy Tree acaba de caerse. Adam Harrison, miembro del Consejo de Camden, la autoridad del gobierno local que administraba su cuidado, dijo que “el árbol se infectó con un hongo en 2014 y desde entonces hemos estado tomando medidas para manejar sus últimos años. Además, sufrió el embate de tormentas a principios de este año, lo que aumentó la posibilidad de que se cayera”. El sitio en el que creció es uno de los lugares de culto cristiano más antiguos de Londres. Antes de la excavación, el cementerio era frecuentado por Charles Dickens, quien vivía cerca y se refirió a él en Historia de dos ciudades. Mary Shelley también pasó un tiempo en el parque, donde su madre, Mary Wollstonecraft, había sido enterrada. El añoso monumento fue despedido con honores en una ceremonia íntima y ahora queda decidir si se plantará otro ejemplar. Richard Roques, quien dirige recorridos turísticos por el área de King's Cross, dijo en la ceremonia que “el árbol es evocación de una historia física sobre el paso del tiempo a través del progreso mientras él parecía detenido, cobijando las tumbas y su pasado”.