Tras meses de especulaciones respecto a un posible acuerdo, el Museo Británico confirmó por primera vez que está involucrado en “conversaciones constructivas” con Grecia sobre la devolución de los mármoles del Partenón, piezas que están en posesión británica desde que el diplomático Lord Elgin las sacó de manera controvertida a principios del siglo XIX.
"Hemos dicho públicamente que estamos buscando activamente una nueva asociación del Partenón con nuestros amigos en Grecia y, a medida que entramos en un nuevo año, se están llevando a cabo discusiones constructivas", expresó el museo en un comunicado citado por medios británicos. Sin embargo, hay diferencias respecto a la información relacionada al avance de dichas conversaciones.
Este miércoles, The Guardian informó que cualquier acuerdo potencial sólo sería posible si se lleva a cabo como una devolución en préstamo, como es la postura del Museo, “gesto” que no pondría fin a la disputa, ya que Grecia tiene la intención de recuperar las piezas de forma permanente. Y que fuentes griegas sostuvieron que las partes todavía están “a cierta distancia”.
En tanto, The Daily Telegraph aseguró que ya se alcanzó un acuerdo que podría derivar en que algunos artículos regresaran a préstamo a principios de este año.
El mes pasado, medios griegos habían informado que el presidente del museo, George Osborne, y el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, llevaban adelante conversaciones secretas hace más de un año.
En ese entonces, el Gobierno británico informó que no tenía intención de enmendar la Ley del Museo Británico que impide que el museo devuelva parte de su colección de forma permanente, excepto en circunstancias muy limitadas.
“No vamos a desmantelar nuestra gran colección, ya que cuenta una historia única de nuestra humanidad común”, dijo el museo en un comunicado en ese momento.
La disputa por los mármoles del Partenón
La discusión sobre esta devolución lleva casi 300 años, ya que los mármoles fueron sacados del Partenón a principios del siglo XIX por el diplomático británico quien las vendió al Gobierno británico, que en 1817 los cedió al museo.
Las autoridades británicas afirman que las esculturas fueron "adquiridas legalmente", pero Grecia alega que fueron "saqueadas" mientras el país estaba bajo ocupación otomana.