Una startup estadounidense comunicó esta semana que lanzó a la atmósfera globos meteorológicos que liberaron partículas reflectantes de azufre con el propósito de aliviar el calentamiento global a través del reflejo de la luz solar en el espacio.
La técnica usada por la empresa Make Sunsets tiene defensores y detractores, pero a la fecha, no hay pruebas de que sea efectiva. Los defensores del método argumentan que se trata del milagro que necesita el planeta para evitar los impactos catastróficos del calentamiento global. Sin embargo, los detractores señalan que esta práctica no solucionará las causas reales de la crisis climática y subrayan que puede provocar fenómenos adversos desde el punto de vista ambiental e incluso generar conflictos.
El problema es que se sabe poco sobre el efecto en el mundo real de tales intervenciones deliberadas a gran escala, que podrían tener efectos secundarios peligrosos. Algunos investigadores que han estudiado durante mucho tiempo esta tecnología, están preocupados porque la empresa Make Sunsets parece haber avanzado con lanzamientos desde México sin ningún compromiso público o escrutinio científico.
De hecho, Luke Iseman, cofundador y director ejecutivo de Make Sunsets, reconoció que el esfuerzo es en parte empresarial y en parte provocación: "Un acto de activismo de geoingeniería", expresó.
Iseman, anteriormente director de hardware en Y Combinator, dijo que espera ser ridiculizado tanto por los críticos de la geoingeniería como por los investigadores en el campo por dar ese paso, y reconoció que "verlo como el villano de Bond va a ser útil para ciertos grupos".
"Creo que el cambio climático es una amenaza muy grave, y el mundo se movió lentamente para abordar el problema subyacente", en esta línea, el director ejecutivo indicó el mundo necesita "intervenciones más radicales".
"Es moralmente incorrecto, en mi opinión, que no hagamos esto", agregó. Lo importante es "hacerlo de la manera más rápida y segura posible", sostuvo.
El objetivo real de la startup
Presentado por Make Sunsets como "el arma secreta para combatir el calentamiento global", la inyección de aerosoles estratosféricos se explica como un proyecto empresarial que tiene fines de "activismo geoingeniril" mezclados con aportes a corto plazo para detener los embates climatológicos.
La técnica utilizada supuestamente intenta manipular el clima reflejando más luz solar hacia el espacio, imitando un proceso natural que se produce tras grandes erupciones volcánicas. En teoría, rociar azufre y partículas similares en cantidades suficientes podría aliviar el calentamiento global. El punto es que este proceso puede aportar mayores niveles de contaminación y estar lejos de generar una solución por la escala en el que se aplica.
“La inyección de aerosoles estratosféricos es una técnica de geoingeniería prometedora que podría ayudarnos a combatir el calentamiento global. Tiene el potencial de implementarse rápidamente y es de riesgo relativamente bajo. Si bien no es un reemplazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, podría brindar un apoyo valioso mientras trabajamos para abordar esta crisis global urgente”, justifican desde Make Sunsets en un comunicado.
Iseman espera que al avanzar en el controvertido espacio, la startup ayude a impulsar el debate público y a hacer avanzar un campo científico que ha tenido grandes dificultades para llevar a cabo experimentos de campo a pequeña escala en medio de las críticas. Irónicamente (o no tanto) el director ejecutivo de la empresa dijo: "bromeamos con que esto es en parte una empresa y en parte una secta".
Temor ante la falta de control
Janos Pasztor, director ejecutivo de la Carnegie Climate Governance Initiative, expresó su perspectiva sobre este proyecto y señaló que "el estado actual de la ciencia no es lo suficientemente bueno como para rechazar, aceptar y mucho menos aplicar la geoingeniería solar".
"La iniciativa reclama la supervisión de la geoingeniería y otras tecnologías que alteran el clima, ya sea por parte de gobiernos, acuerdos internacionales u organismos científicos. Seguir adelante con la aplicación en esta fase es una muy mala idea", advirtió.
Al mismo tiempo, el centro estratégico norteamericano de tecnología MIT indicó que el comportamiento de la empresa refuerza el temor de que un actor "sin escrúpulos", sin conocimientos particulares de la ciencia atmosférica o de las implicaciones de la tecnología, pueda decidir unilateralmente aplicar la geoingeniería al clima, sin ningún tipo de consenso sobre si está bien hacerlo o sobre cuál debería ser la temperatura media global adecuada.
Esto se debe a que es relativamente barato y técnicamente sencillo de hacer, al menos de forma rudimentaria. Al parecer, los dos primeros lanzamientos de globos fueron muy rudimentarios y ocurrieron en abril en algún lugar del estado de Baja California, meses antes de que Make Sunsets se constituye en sociedad en octubre.
Se bombeó unos gramos de dióxido de azufre en globos meteorológicos y añadió lo que estimó que sería la cantidad adecuada de helio para llevarlos a la estratosfera. Pero no se sabe si el globo estalló ni donde fueron derivadas las partículas porque no había equipos de control en los globos.
Qué es la geoingeniería
La geoingeniería es la intervención deliberada y a gran escala en el sistema climático con el objetivo de enfriar la Tierra. Es una eterna sugerencia de la NASA en Estados Unidos y de la Royal Society en el Reino Unido y tradicionalmente incluye dos estrategias muy diferentes: la de aspirar dióxido de carbono del aire para que la atmosfera acumule menos calor, y la de reflejar la luz solar para que el planeta absorba menos calor.
La “captura de carbono” o “tecnologías de emisiones negativas”, cuenta con un gran consenso científico y es presentada como “algo que tenemos que hacer obligatoriamente para evitar niveles peligrosos de calentamiento global”. Sin embargo, actualmente, la mayoría ya no la llama geoingeniería para evitar que se asocie con la segunda y muy polémica estrategia, la geoingeniería que tiene como objetivo el sol.
La geoingeniería solar se trataría de un término general que abarcaría, según la MIT Technological Review, “distintas ideas como la instalación de protectores solares en el espacio y la dispersión de partículas microscópicas en el aire capaces de aumentar la reflectancia de las nubes costeras, disipar las nubes que atrapan el calor o dispersar la luz solar en la estratosfera”.
Hay una gran variedad de métodos de eliminación de gases de efecto invernadero, incluyendo soluciones tecnológicas como el uso de grandes máquinas para filtrar el dióxido de carbono del aire, o la captura de emisiones de carbono de las fábricas.
La reducción o captura de gases de efecto invernadero y la gestión de la radiación solar fueron abordadas por las Naciones Unidas en el informe sobre el clima que se publicó el 10 de agosto de este año. Sin embargo, el informe no hace recomendaciones sobre el empleo de ninguno de estos métodos.
Recientemente, la geoingeniería solar tiene el apoyo de grandes titanes como Bill Gates o la compañía Amazon. El fundador de Microsoft está financiando un proyecto basado en la utilización de aviones para arrojar millones de partículas de azufre sobre la estratosfera cada año. Por su parte, Amazon cedió el enorme poder computacional de los superordenadores de su Amazon Web Service para que los científicos puedan desarrollar sus investigaciones basadas en simulaciones.