Sándwiches con sazón
Para Perú, el sándwich es cosa seria: caminando por Lima es fácil tropezarse con una sandwichería tradicional, dedicada a poner entre panes delicias como la pierna de cerdo braseada, entre otros rellenos que suman salsa criolla, cebollas encurtidas, palta y más sabores intensos y propios de una de las mejores gastronomías del mundo. Y si bien en Argentina son pocos los restaurantes peruanos que ofrecen sándwiches, ahí está El Peruanito Ray para corregir esto y levantar en alto esa bandera.
La primera sucursal de El Peruanito Ray, dedicada en exclusiva a los sándwiches y jugos de fruta, abrió hace 14 años en la calle Fitz Roy, donde mantienen una barra directo a la calle con taburetes donde sentarse. Pero ahora andan de festejo, ya que hace seis meses estrenaron una segunda casa en la esquina de Gorriti y Humboldt, mucho más amplia, cómoda y con un menú completo de cocina peruana.
La oferta es amplia: entre los “sanguches”, hay de lechón, de pechuga de pollo crocante, de lomo salteado y, el mejor de todos, el de salpicón de pollo con palta, una generosa delicia por apenas $1000 (sale con papas fritas). Luego la lista sigue con todos los clásicos conocidos: chaufas desde $1600, anticuchos de corazón a $1400, alitas anticucheras a $1200, tallarines a la huancaína con lomo salteado a $1800, chicharrón de pescado a $2000, varios ceviches (desde $2000), causas y más, mucho más. Una recomendación obligada: pedir los licuados de pulpa natural, como los de lúcuma, maracuyá, ananá, papaya y otros, que por $500 indican un atajo directo al sabor del verano.
Las compras las hacen sin intermediarios: verduras y frutas del Mercado Central, pescados de Mar del Plata, carnes de Mataderos. “Esto nos permite ser muy económicos”, dice Alberto, patriarca de la familia fundadora de esta casa. El nombre elegido viene de Raymundo, hijo de Alberto, un joven de 30 años con una fuerte discapacidad física. “Él es muy chiquito, pero yo le dije que lo iba a hacer grande, por eso le puse su nombre”, cuenta el padre. Buen precio, ricos sabores y sándwiches que hacen honor a una tradición.
El Peruanito Ray queda en Gorriti 5516. WhatsApp: 11-5579-5380. Horario de atención: miércoles a lunes de 12 a 24. Instagram: @elperuanitoray.
Once pisos arriba
En los últimos años, la idea de rooftop (es decir, terraza) comenzó a surgir con fuerza en Buenos Aires, y era hora que así sea: una ciudad con tantos edificios ocupando el cielo merecía al menos ganar a cambio bares con vista amplia y abierta. Por ahora, la mayoría de opciones que abrieron eligieron hacerlo en el centro porteño, y ahí está gran parte del encanto de Bestial Fly Bar, flamante apertura en Palermo, a metros del puente de Pacífico. Subiendo once pisos por el ascensor de un edificio anónimo se llega a una terraza espectacular, donde los ojos corren por encima del arbolado Regimiento de Patricios, de la mezquita del Centro Cultural Islámico, del polo y del hipódromo. Es decir, nada que se interponga en el horizonte hasta llegar al Río de la Plata. Para el otro lado (hacia el oeste), bajo un techo apto lluvias, también hay una buena vista, en este caso más urbana.
Bestial busca ser un lugar de moda y expone las herramientas con las que quiere lograrlo. Una puesta en escena moderna, el DJ pasando música bien arriba desde el atardecer, muy buen servicio de los camareros y cócteles simples pero ricos que salen de la luminosa barra central. La carta se especializa en tragos de tipo tiki servidos en tótems de cerámica, como el Iron Ranger, el Mai Tai o el Angry Mao (con almíbares, rones y especias), todos a $2500. También tienen lo que llaman cócteles de autor, que son reversiones creativas de gin tonics y spritz ($2500) y un apartado dedicado a clásicos como Old Fashioned ($2000), Negroni ($1600), Mojito ($1500) y más. La comida acompaña con tapeos conocidos que no generan sorpresa: langostinos apanados en panko con guacamole ($4000), burrata con rúcula, tomates secos, olivas marinadas y pesto de albahaca ($3200), ribs en barbacoa de Jack Daniel’s y batatas confitadas ($5000), además de tablas de quesos y fiambres varias ($5700 para dos).
Sin dudas, lo mejor de Bestial es esa terraza palermitana abierta al mundo, donde beber un gin tonic, una copa de vino o una cerveza tirada.
Bestial Fly Bar queda en Humboldt 2495 piso 11. WhatsApp: 11-3016-4781. Horario: martes y miércoles de 19 a 1; jueves a sábados de 19 a 2.30. Instagram: @bestial.flybar.
Con aroma marplatense
Mucho tiempo pasó desde mediados de la década de 1960, cuando Jesús García abrió la primera marplatense La Fonte D’Oro en la esquina de San Martín y Córdoba. En estos años cambió “la ciudad feliz” y cambió también el modo de pensar la gastronomía. Ese único local le bastó a La Fonte D’Oro para convertirse en un emblema de la Costa Atlántica, visitada por miles de turistas y locales al año, hasta que en 2005 cambió de manos y comenzó una expansión que la trajo, también, a Buenos Aires; primero con un pequeño local en la zona céntrica; y hace un par de meses con una gran apertura en Palermo.
La nueva La Fonte D’Oro está en la esquina de Charcas y Salguero, cuenta con un salón amplio, una barra central y una vereda ganada con mesas y sillas. Su fuerte siempre fue su café (espresso, $490), sus medialunas de manteca ($190; el combo de café con leche y dos medialunas sale $790), sus clásicos alfajores ($270) y una ya famosa y rica sflogliatella, ese hojaldrado italiano relleno con crema pastelera y quinotos al rhum ($550): todo eso sigue diciendo presente en la casa porteña. Hay también postres y tortas en porciones individuales ($890), desde una argentinísima chajá con crema, dulce de leche y merengue; hasta la más moderna y veraniega domo de lima.
La carta de La Fonte D’Oro es la de esas confiterías con tradición a sus espaldas, repleta de opciones, sándwiches, desayunos, meriendas, dulces, pan dulce y varios etcéteras. En horarios de almuerzo y cena suman un segundo menú con platos simples y bien resueltos: langostinos apanados a $1600, boquerones de Mar del Plata a $1100, falafel a $1350, milanesa con fideos Don Vicente a la crema a $1800. Se suma un matambre de cerdo ($1990), bife de chorizo ($2400), raviolones de verdura ($1700), entre varios más.
Sin necesidad de nostalgia por esos veranos marplatenses, La Fonte D’Oro se presenta en Buenos Aires con una propuesta sólida y apta todo público. Una tradición bien entendida.
La Fonte D’Oro queda en Charcas 3601. Horario de atención: todos los días de 7 a 1. Instagram: @lafontedoro.