El telescopio espacial James Webb continúa revelando imágenes sorprendentes e información de gran valor para la ciencia. Esta vez, mostró la existencia de dos galaxias similares a la Vía Láctea, en una época en la que el universo tenía apenas un 25 % de su edad actual, lo que obliga a los astrofísicos a redefinir sus teorías sobre la evolución de las galaxias.
Un estudio encabezado por la Universidad de Austin en Texas (EE.UU.) aceptado para su publicación en The Astrophysical Journal Letters habla de la existencia de estas dos galaxias, que tienen una estructura estelar en forma de barra que se extiende de lado a lado desde el centro hasta sus discos exteriores.
Antes de la entrada en funcionamiento del James Webb nunca se habían detectado este tipo de fenómenos en una fase tan temprana del universo, “lo que obliga a los astrofísicos a modificar parte de sus teorías sobre la evolución de las galaxias”, indicó la universidad.
Una de estas galaxias, la EGS-23205, ya había sido observada por el telescopio espacial Hubble, antecesor del Webb, pero la imagen que daba era poco más que una mancha en forma de disco. Sin embargo, el nuevo telescopio, lanzado en diciembre de 2021, es mucho más potente, lo que le permite observar la estructura subyacente de las galaxias, ofreciendo así una imagen clara de la galaxia espiral con una barra estelar.
El equipo identificó otra galaxia con barras, denominada EGS-24268, también de hace unos 11.000 millones de años, lo que hace que existan dos cuerpos de este tipo más lejanos en el tiempo que ninguno descubierto anteriormente. El artículo también incluye muestras de otras cuatro galaxias de más de 8.000 millones de años.
La importancia del hallazgo
Las barras desempeñan un papel importante en la evolución de las galaxias al canalizar gas hacia las regiones centrales, impulsando la formación estelar.
Una de las autoras del artículo, Shardha Jogee, dijo que estas barras “resuelven el problema de la cadena de suministro” en las galaxias.
En este sentido, especificó que "al igual que necesitamos llevar la materia prima desde el puerto a las fábricas del interior que fabrican nuevos productos, una barra transporta poderosamente gas a la región central, donde se convierte rápidamente en nuevas estrellas a un ritmo normalmente de 10 a 100 veces más rápido que en el resto de la galaxia".
Estas estructuras también contribuyen al crecimiento de agujeros negros supermasivos en los centros de las galaxias al canalizar el gas parte del camino.
El descubrimiento de barras en épocas tempranas significa, según Jogee, que los modelos de evolución de las galaxias "disponen ahora de una nueva vía, a través de las barras, para acelerar la producción de nuevas estrellas en épocas tempranas".
Además, la propia existencia de estas primeras barras "supone un reto para los modelos teóricos, ya que deben tener en cuenta la física de la galaxia para predecir la abundancia correcta de barras", por lo que el equipo pondrá a prueba distintos modelos en sus próximos trabajos.