Esta semana comenzó el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa. Las revelaciones de los testigos durante las audiencias ponen otra vez el foco en las masculinidades violentas en el rugby.
Sin embargo, dentro de este deporte también se encuentran otros espacios. Uno de ellos es Ciervos Pampa Rugby Club, el primer equipo de rugby de diversidad sexual de Latinoamérica, tal como figura en la presentación de su sitio web. Un club que pone en cuestión la naturalización de los ritos violentos y se embandera en un discurso antixenófobo y antirracista.
"Tenemos que cambiar la mirada y el planteo del deporte. Tiene que ser visto como un derecho y no como un privilegio de algunos", reflexionó en AM750 el exjugador y actual presidente de la institución, Caio Varela.
La brutalidad del crimen de Báez Sosa y las distintas revelaciones que publican los medios a medida que avanza el juicio volvieron a traer el debate por la imagen del rugby como un deporte violento o de violentos.
Varela prefiere profundizar el análisis: "Es un prejuicio que se generó socialmente. Sin embargo, hay razones para eso. No se genera esa imagen de la nada, pero yo entiendo que hay una perspectiva de la representación del varón en cualquier espacio social", argumentó en diálogo con Aquí, Allá y en Todas Partes.
Sobre este punto, agregó que la imagen de los varones en el deporte en general "responde a una lógica que es machista, clasista, xenófoba, racista y LGBTI fóbica" y que esa construcción produce "que estos jóvenes se transformen en asesinos, con la brutalidad y la expectativa de impunidad" con la que cometieron el asesinato de Báez Sosa.
En ese sentido, el presidente de Ciervos Pampa planteó que reducir el análisis a este caso (o a estos ocho jóvenes) clausura la posibilidad de mejorar: "Si vos ponés la responsabilidad de la violencia social o de la violencia juvenil en ocho rugbiers -que hicieron lo que hicieron y que ojalá que se haga justicia como corresponde- no discutimos más la violencia, hacemos como que no pasa nada".
Por último, el exjugador planteó que las personas que organizan el deporte son responsables de modificar esas conductas: "El deporte es una disputa siempre, adentro y afuera de las canchas, y es por eso que existen espacios como Ciervos Pampas. No somos los únicos, por suerte, que están diciendo 'para un poco, porque nosotros no solamente existimos, queremos hacer deporte y lo vamos a hacer'. Y no estamos pidiendo por favor, sino que estamos ocupando la cancha".