La belleza perturbadora de lo rescatado de la destrucción, una de las formas más crueles del olvido, vibra en las páginas de An Age of Anxiety, libro realizado con fotografías encontradas por cartoneros que trabajan en la zona de Plaza San Martín, Recoleta, Barrio Norte y el Microcentro, publicado por Diran Sirinian, el dueño de la Librería Anticuaria “Poema 20”. Las 60 imágenes incluidas en la publicación --cuyo título traducido “Una era de ansiedad” es una adaptación del poema de W.H.Auden The Age of Anxiety-- son objeto de potencial fascinación. La edición propone “un ejercicio de recontextualización” que busca asociar imágenes de otra época a las vivencias recientes de nuestro imaginario y trajinar pandémico.
Especulación y fantasía
“La sabiduría esencial de la imagen fotográfica afirma: ‘Esa es la superficie. Ahora piensen -o más bien sientan, intuyan- qué hay más allá, cómo debe ser la realidad si esta es su apariencia’-- escribió Susan Sontag en un emblemático ensayo sobre el tema-. Las fotografías, que en sí mismas no explican nada, son inagotables invitaciones a la deducción, la especulación y la fantasía”. Hay fotos en blanco y negro y también a color. Un hombre sentado sobre una cama toca un violín. Una mujer joven lee un libro con un gato siamés que mira fijamente algo que parece estar más arriba de la cámara, tal vez en el techo de ese living o habitación. Un hombre de perfil, con un cigarillo en la boca, tiene las manos sobre el teclado de una máquina de escribir. Una mujer con ruleros, muy concentrada, escribe sobre una hoja que está en blanco. Otra mujer, acostada en una cama, se cubre el rostro con un diccionario alemán-español. ¿Estará estudiando o traduciendo? Un hombre con anteojos tiene a upa a una gata atigrada; ella lo mira a los ojos y él le sonríe.
Diran Sirinian revela que el camino “tradicional” del coleccionismo de fotos encontradas (vernacular photography le dicen en Estados Unidos, photo trouvée en Francia) es en los mercados de pulgas y más recientemente online. Hace como cinco o seis años atrás, en la caminata de ida y vuelta a su casa (vive a seis cuadras de la librería, ubicada en Esmeralda 869), empezó a charlar con los cartoneros del barrio. El librero anticuario fue tejiendo un vínculo y les propuso que en vez de vender las fotografías como papel, se las llevaran a la librería, que él se las compraría. “Que hayan sido rescatadas por cartoneros le da una vuelta de tuerca al hecho de que hayan sido descartadas”, cuenta Sirinian a Página/12. “Nos vemos semanalmente, a veces diariamente, a veces varias veces por día, a veces traen tres o cuatro fotos, a veces traen una bolsa de consorcio llena. En un 95 por ciento de los casos les compro lo que me traen y cuando no me interesa se lo devuelvo y los gratifico por el esfuerzo para que sigan volviendo”.
Vida cotidiana
El proceso de edición de las 60 fotografías de An Age of Anxiety fue “extenso y minucioso”, según lo define Sirinian que trabajó con Camila Grehan, a cargo del archivo fotográfico de “Poema 20”. “Por un lado guardamos los álbumes fotográficos como unidad, o sea, sin desmembrarlos; por el otro, separamos y clasificamos las fotografías en más de 70 categorías temáticas, por ejemplo anteojos, fútbol, personas subidas a árboles, campo, bicicletas, perros, gatos, otros animales, Mar del Plata, selfies, peinados, niños, cumpleaños, casamientos, sombreros, lgbt. Esas fotografías categorizadas se guardan en sobres que van a cajas de archivo”, explica el librero anticuario.
A Sirinian se le ocurrió que el hilo conductor para publicar un libro podría ser algo que estuviese asociado a la pandemia. Con Camila hicieron un ejercicio para elegir las fotos. “Cada uno tuvo que preparar una lista de palabras o conceptos que asociamos a la pandemia: aislamiento, enfermedad, angustia, encierro, añoranza, soledad, lectura, comida, televisión, azotea, balcón, muerte... Y a partir de ahí nos sumergimos en el archivo”, resume el librero anticuario el trabajo de selección de esas fotos de la vida cotidiana que abarcan un período estimado entre la década del 10 y los años 90 del siglo pasado. “Tuvimos que elegir entre publicar la fotografía con o sin bordes y nos pareció que sin bordes sería más afín a la idea de asociar la noción de pandemia a una serie de imágenes. Si fuesen fotos con bordes, tendrían mayor materialidad, serían más objtevizadas”, compara Sirinian.
Simulacro de ejecución
“La fotografía en formato negativo que inicia el libro, después del título, nos hizo pensar sobre una mujer sola al borde de lo que parece ser un precipicio, con sus brazos rígidos al costado del cuerpo. ¿Qué le estará pasando? Su lenguaje corporal, ¿será reflejo de un estado de ánimo alicaído?”, se pregunta Sirinian en un repaso por las fotografías que más interrogantes suscitan. “Como ocho páginas más adelante -continúa- hay una mujer joven, circa 1920, con un vestido blanco, sosteniendo una cámara de fotos apuntada hacia el pasto crecido que rodea una casa con ventanas abiertas. ¿Qué estará fotografiando? Promediando el libro hay una imagen de una nena festejando su cumpleaños al lado de una persona adulta, aparentemente su mamá. No hay más niños en la foto”. La fotografía más inquietante está en una doble página. Parece un simulacro de ejecución. “Esa fotografía tiene una cantidad de detalles fascinantes que disparan preguntas: los ojos vendados, el cigarrillo en la boca, la cruz sobre el pecho, las manos atrás de la espalda, la sombra de ella y la otra sombra, aparentemente un brazo alzado con una arma, el graffiti sobre el paredón ("y Cristina"), la fecha (1974). Podríamos hablar horas sobre esa foto, ese simulacro”, agrega el dueño de “Poema 20”.
Ansiedad pandémica
Hay una pequeña historia detrás de la elección del título del libro de fotografías encontradas y recuperadas por cartoneros. “Un día leí un artículo sobre el último disco (We) de la banda canadiense Arcade Fire. Will Butler comenta en la entrevista sobre el proceso que los llevó a realizar este disco en plena pandemia. No solamente menciona el poema de Auden sino que hay dos temas en el disco llamados ‘Age of Anxiety II (Rabbit Hole)’ y ‘Age of Anxiety I’. Escuché el disco mientras editaba las fotos y todo empezó a tener sentido”, recuerda Sirinian que buscó el libro de Auden y no lo encontró ni en inglés ni en castellano. Finalmente consiguió por Amazon las obras completas del poeta británico en dos tomos. “Me sumergí en el poema, que tiene una estructura muy particular, casi como una obra de teatro. Y me cerró todo, salvo que me pareció más apropiado ‘An Age’... que ‘The Age’… -aclara Sirinian-. Auden habla de una ansiedad existencial asociada a la Segunda Guerra, y la idea de mi libro apunta a una asociación de ansiedad con pandemia”.
El librero anticuario continúa comprando fotos a los cartoneros un promedio de tres veces por semana. La idea es que el archivo siga creciendo. Confiesa que le gustaría armar algo parecido a lo que está haciendo Peter J. Cohen, un coleccionista que vive en Nueva York y que tiene una colección de más de 60.000 fotografías organizadas en 130 categorías. Sirinian quiere publicar más libros con fotografías anónimas. Rescatarlas de la basura es una forma de convertirlas en artefactos sociales que trazan colectivamente una historia de la creación de imágenes privadas.