El último ídolo en tomar el camino de salida en el parque Independencia es Maxi Rodríguez. Con la angustia de sentirse echado, la Fiera anunció lo que los hinchas intuían: "No voy a seguir en el club", expresó en una conferencia de prensa inprovisada luego de finalizar ayer su reunión con el presidente Eduardo Bermúdez. En las anteriores participaron otros directivos. "Me voy por una cuestión de salud mental, necesito irme, estoy estresado. Los problemas del club me desgastaron mucho", confesó el ídolo. "Pero quiero volver, les dije a los dirigentes que si me dejan quiero volver para terminar mi carrera acá", agregó el jugador en tono de consuelo.
Las palabras de Maxi sonaban firmes, convencidas. A su ingreso a la sala de conferencia su mirada lo decía todo: se va del lugar en el que vino para quedarse. La Fiera pasó de ser ídolo del club a mediador en cada uno de los conflictos laborales, ante la ausencia de respuesta de las autoridades. "Fue una decisión muy difícil de tomar, me llevó mucho tiempo. Pero es una decisión que tenía clara a partir del año duro que me tocó vivir. Pasaba algo con los empleados y me llamaban a mí, pasaba algo en Malvinas (la escuela de fútbol infantil) y me llamaban a mí. Yo lo que quiero es jugar a la pelota. Y todo eso te saca de foco", explicó la Fiera.
La mirada de angustia nunca se disipó y entregó más razones: "Meto muchísimo huevo en todo pero eso te desgasta. Estaba muy estresado mentalmente, por mi salud decido alejarme". Bajó la mirada, tomó aire, cerró un segundo los ojos y levantó la cabeza a la espera de otra pregunta con un esfuerzo por evitar que se vea caer una lágrima. "Me llevó mucho tiempo esta decisión. Quería ver si se podía revertir mediante reuniones pero en lo personal no me cambió nada. No sé que voy hacer de mi carrera porque no podía tomar esta decisión. Quiero seguir jugando al fútbol, me siento muy bien y estoy con muchas ganas. No tengo nada hablado. Me gustaría jugar mis últimos partidos con la camiseta de Newell's. Por el momento la decisión es alejarme", agregó el ex goleador rojinegro.
"Yo llegué con 31 años (2012), en mi mejor momento y en el peor momento del club. A pesar de que conseguí lo más lindo que es salir campeón también lo sacamos al club del descenso. No cambiaría nada de lo que hice el primer día hasta hoy. Haría lo mismo, por el bien del club y de mis compañeros. Pero la verdad es que en las reuniones con los dirigentes no cambió nada", lamentó Rodríguez. "Estoy muy estresado mentalmente y por mi salud decido alejarme", reiteró.
Maxi Rodríguez sigue el camino de Scocco (River) y Formica (Pachuca), y al igual que sus ex compañeros se siente expulsado: "Las circunstancias te llevan a tomar decisiones. Todos nos cansamos psicológicamente. Que se vayan para sanear al club no creo que sea la herramienta porque acá todo te lo marca lo futbolístico. Podés estar al día pero si no sacás resultados empezás a peder y es complicado. Me duele ver a Nacho (Ignacio Scocco) con otra camiseta y al Gato (Mauro Formica) en México porque ellos no se querían ir", reconoció el ídolo.
"Este club se identificó con el sentido de pertenencia de sus jugadores. Quiero lo mejor para Newell's. Antes de jugador soy hincha y ojalá que el equipo vuelva hacer un buen torneo. No me veo con otra camiseta en el fútbol argentino y a todos los clubes de Buenos Aires que me llamaron les dije eso. Me siento vigente, me sentí muy bien. Y estoy agradecido a todos los que me llamaron", recalcó el delantero.
Rodríguez evitó cualquier cuestionamiento a los dirigentes. Pero dejó claro que el presidente Bermúdez hizo poco por su continuidad:
"Eduardo no estuvo en las otras reuniones y le dije que me hubiese gustado que esté. La decisión estaba tomada pero podía cambiar porque esta es mi casa. Tuvimos diferencias, hubo cosas que molestaron, pero estoy muy tranquilo con lo que hice. Les dije a los dirigentes que me gustaría despedirme con esta camiseta, que me abran las puertas para despedirme de los hinchas", finalizó la Fiera.