El vector de transmisión del dengue se encuentra en Rosario, lo confirman autoridades sanitarias. Hasta ahora no se presentó ninguna persona infectada con este virus, pero el verano como estación propicia para la circulación del mosquito y el tránsito de turistas que regresan de Brasil hacen que tanto a nivel local como provincial se eleve la guardia. No es en vano: el país vecino duplicó el año pasado la cantidad de casos respecto de los que registró en 2021, y contó más de 1.000 muertes por esa enfermedad.
Por otra parte, el rebrote de contagios por covid 19 que se experimenta desde hace algo más de un mes, parece retroceder según indican los testeos que recogen tanto el sistema público de salud como el privado. La última información marcó 2.668 casos nuevos la semana pasada. Sin embargo, no hay que minimizar el asunto: lo que se sabe compete al universo de quienes se someten a un análisis covid. La praxis hace suponer que la cantidad de casos positivos puede ser de 5 a 10 veces más de lo que el Estado confirme. Además, porque hay una alta ocupación de camas de internación de adultos en hospitales, aunque por otras patologías.
"Hay que estar alerta con el dengue. Empezamos a trabajar desde agosto en estudios entomológicos para saber cómo venimos con el vector aedes aegypti, pusimos ovitrampas y fuimos confirmando que la larva del mosquito está. Entonces desplegamos actividades de prevención, con descacharrado en toda la manzana donde detectamos el vector, folletería, hablamos con la gente del barrio para eliminar juntos los posibles criaderos. No tenemos infectados, pero cuando vengan (turistas) desde Brasil, Bolivia, estamos alertas para que no se dispare acá y luego un problema importado no se convierta en autóctono", indicó el director municipal de Epidemiología, Matías Lahitte.
Hasta ahora no se detectaron casos de dengue en Rosario. El año pasado hubo dos pacientes que habían regresado, uno desde Brasil, otro desde Costa Rica. "Pero en 2022 Brasil fue el país con mayor cantidad de casos y de muertos, cerca de 1000 personas. Batió el record de 2015. Fue terrible y es el escenario epidemiológico de un país limítrofe", advirtió el especialista.
Por lo tanto, Lahitte conminó a los viajeros que proyectan vacaciones en playas brasileñas que se vacunen contra fiebre amarilla, que es endémica allá, que se apliquen repelente de insectos cada 4 o 6 horas y que, ante cualquier síntoma febril acudan lo más pronto posible a la consulta médica.
Los síntomas del dengue –también llamada la enfermedad "rompehuesos"– son fiebre (superior a 38°C), dolores musculares intensos, dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza, malestar general y falta de apetito. También suelen surgir manchas rojas, como un sarpullido, que puede causar picazón.
El aedes aegypti transmite, además de dengue, chikungunya (presente en Paraguay), zika y fiebre amarilla; y preocupa su capacidad de adaptación a climas templados.
Desde el sistema provincial, el subsecretario de Promoción de la Salud, Sebastián Torres, advirtió a las personas que regresen desde Brasil o Paraguay: "En los próximos 15 días, estar muy atentos: si aparece algún síntoma, sumado al antecedente de viaje, hay consultar rápidamente al médico. Es una recomendación clave; hablemos de dengue o de sarampión, rubeola y hasta la fiebre del camello, por la gente que vino desde Qatar", señaló. "Creemos que el movimiento este verano será similar al de pre pandemia", agregó.
En otro orden, la vigilancia sanitaria se activó en cuanto a poliomielitis y sarampión, por recomendación de la Organización Mundial de la Salud. Es que el 23 de diciembre se notificó la detección de poliovirus en aguas residuales en Canadá y Estados Unidos. La polio se considera erradicada en Argentina, pero la OMS recomienda mantener la vacunación por encima del 95% de la población y reforzar la vigilancia epidemiológica, indica un informe de la Secretaría de Salud Pública municipal.