Adriaan Vlok, ministro de Ley y Orden Público durante los últimos años del apartheid en Sudáfrica y uno de los pocos responsables jerárquicos del régimen racista que fue procesado, murió este domingo a los 85 años en un hospital cerca de Pretoria, tras una breve enfermedad.
Vlok, quien estuvo al frente del ministerio entre 1986 y 1991 supervisando la represión de la policía contra los opositores al poder blanco, "falleció temprano esta mañana (domingo) en Unitas Hospital de Centurion, tras una breve enfermedad", precisó un portavoz de la familia en un comunicado.
Vlok comenzó su carrera en el Departamento de Justicia. Luego, en 1970, con el objetivo de ingresar a la política, renunció y dirigió un servicio de mensajería judicial. En 1972 fue elegido miembro del Ayuntamiento de Verwoerdburg (ahora conocido como Centurion) y dos años después, en 1974, fue elegido para representar el área en el Parlamento nacional.
En septiembre de 1984 pasó al frente del Ministerio de Defensa y luego del Ministerio de Orden Público.
Durante su gestión en este último ministerio, la cartera fue responsable de la represión y detención de unas 30.000 personas.
Asimismo, Vlok administró la ley de seguridad nacional que, en 1988, desembocó en la ilegalización de casi una veintena de organizaciones de lucha contra la segregación y, como miembro del Consejo de Seguridad del Estado, estuvo involucrado en múltiples operaciones de asesinatos selectivos contra activistas.
"Pensaba que el apartheid era justo. Nuestro trabajo era inspirar miedo a la gente", dijo en una entrevista que ofreció en 2015.
Vlok recibió en 1999 una amnistía tras declararse culpable de orquestar un atentado contra el Consejo Eclesiástico Nacional y el sindicato Cosatu, así como del intento de asesinato del reverendo Frank Chikane, el secretario general del consejo. En 2007, fue condenado a diez años de prisión sin cumplimiento obligatorio por tentativa de asesinato contra Chikane.