El poeta y novelista español Manuel Vilas recibió ayer en Barcelona el 79º Premio Nadal por la novela Nosotros, que presentó con el seudónimo de Emily Watson y que cuenta el duelo y el viaje de introspección y reconstrucción de una mujer tras la muerte del gran amor de su vida.
El premio, que tuvo un jurado integrado por los escritores Alicia Giménez Bartlett, Care Santos, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello y Emili Rosales y al que se presentaron 997 autores, consiste en 30.000 euros y, además, en el lanzamiento de la novela el próximo 1 de febrero con el sello de Destino, la editorial que otorga el tradicional premio Nadal todos los 6 de enero desde 1944.
El Nadal, promovido por Ediciones Destino del grupo Planeta, es el galardón más antiguo que se otorga en España: comenzó en el año 1944 y reconoce obras inéditas escritas en español. Tradicionalmente se entrega el Día de Reyes.
Nosotros, título inspirado en el bolero de Los Panchos compuesto por Pedro Junco, cuenta la historia de una mujer de 50 años llamada Irene, protagonista del "matrimonio más feliz del mundo", hasta que la dicha termina cuando muere Marcelo, su marido. Para reconstruir su vida, el Irene emprenderá un viaje reparador por el Mediterráneo.
"Una vez escuchando el bolero, pensé quiénes pueden ser los protagonistas de esas extraordinariamente melancólicas historias de amor", contó Vilas sobre el origen del título cuando recibió el premio por un libro en el que el protagonismo de los personajes es compartido con el del tema, el duelo.
En la obra de Vilas también hay rastros sobre distintos duelos. Ordesa, el libro que los consagró como narrador y que ganó el Premio Fémina en Francia, hablaba de una pérdida personal, aunque aquella vez se trataba de cicatrizar las heridas de una filiación atormentada. La alegría, la novela de Vilas que fue finalista del Premio Planeta en 2019, trata de un viaje reparador para un personaje en estado de shock.
En 2021, durante una entrevista con Télam tras la publicación de Los besos, asimiló el rol de la literatura con lo más vital de la existencia y confesó que fue la escritura la que le permitió enfrentar la pandemia: "Quería escribir una historia de amor, pero claro llegó la pandemia y todo se puso patas para arriba. Para que yo me creyera la historia que quería contar tuve que meter a la pandemia adentro; para mí la literatura, como yo la concibo, es una representación de la vida, de los que nos está ocurriendo. Era evidente que la pandemia tenía que salir. Y yo soy una persona muy vitalista, a mí la pandemia me afectó muchísimo: por un lado la gente que moría, y por el otro la vida que nos dijeron que teníamos que vivir, una vida de clausura. Yo casi me refugié en esta historia de amor para poder luchar contra la pandemia. Crear una música amorosa".
La carrera de Vilas (Barbastro, 1962) comenzó con su rol como poeta antes que como narrador. Publicó su primer libro de versos en 1990 pero fue en la década siguiente cuando construyó su registro, entre acústico y bromista. Ese año, la editorial Lumen publicó Una sola vida, una selección de poemas elegidos por el autor. Llegó a la narración desde la no ficción. Escribió libros de viajes, pequeños ensayos de crítica cultural, diarios, libros periodísticos.
Junto al fallo del Premio Nadal, Destino anunció el 55º Premi Josep Pla para las novelas escritas en lengua catalana y otorgado esta vez a la periodista Gemma Ventura Farré por La llei de l'hivern. La historia tiene que ver también con el duelo y la intimidad: una mujer joven vela a su abuelo en un pueblo mientras agoniza.