Ovidio Guzmán, el hijo del famoso narcotraficante detenido Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue detenido el último jueves a la madrugada en un operativo que se realizó en la localidad mexicana de Culiacán, que dejó un saldo de 29 muertos, entre ellos 10 militares y 19 presuntos delincuentes. Tras su captura, fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de la que se fugó su padre en 2015.

El hombre, de 32 años, es considerado responsable de tráfico de metanfetaminas hacia Estados Unidos y jefe de “Los Menores”, una fracción del Cártel de Sinaloa, fundado hace cuatro décadas por su padre, quien purga cadena perpetua en una prisión estadounidense.

También conocido como “El Ratón”, era el más buscado del clan de "Los Chapitos", integrado por sus hermanos Joaquín, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, dedicados también al narcotráfico.

Las autoridades estadounidenses lo requieren bajo cargos de distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana en ese país, y por su captura se ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares. No obstante, en medio del reclamo de extradición de la justicia norteamericana, Guzmán obtuvo una suspensión judicial contra su entrega inmediata.

Antecedentes de Ovidio Guzmán

El Departamento de Estado estadounidense señala que Guzmán se inició en el tráfico de drogas al heredar los negocios de su hermano Édgar, quien fue ejecutado en 2008 en Culiacán. Según las autoridades estadounidenses, Ovidio es responsable de laboratorios que producen mensualmente entre 1.360 y 2.200 kilogramos de metanfetaminas.

El cártel de Sinaloa, además, es considerado por la agencia antidrogas DEA como uno de los principales responsables del tráfico de fentanilo, una droga 50 veces más potente que la heroína y que ha causado numerosas muertes por sobredosis en Estados Unidos.

AFP

La reseña del departamento añade que “otra información indica que Ovidio ha ordenado el asesinato de informantes, un narcotraficante y un cantante famoso que se rehusó a cantar en su boda".

La detención fallida de 2019

Ovidio Guzmán se dio a conocer en todo México el 17 de octubre de 2019, cuando las autoridades mexicanas lo detuvieron y liberaron posteriormente por orden del presidente Andrés Manuel López Obrador, en medio de un estallido criminal conocido como el "Culiacanazo".

El mandatario defendió la decisión, que fue duramente criticada, con el argumento de que se evitó una guerra, cuando contingentes militares quedaron cercados por sicarios con armas largas. El saldo de esa jornada violenta fue la quema de vehículos y de negocios, y al menos una decena de muertos, según medios locales.

Enfrentamientos tras su última captura

Su última captura volvió a generar enfrentamientos de balas entre fuerzas de seguridad y delincuentes, además de quema de vehículos, bloqueos y escenas de pánico en Culiacán, donde incluso un avión de pasajeros fue impactado momentos antes de despegar.

Según informó la Secretaría de Defensa de México, la operación —de la que participaron cerca de 4.500 efectivos— dejó 29 muertos, entre ellos 10 militares y 19 presuntos delincuentes. Y un saldo de 35 uniformados que resultaron heridos de bala.

AFP

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