La Terminal Puerto Rosario (TPR) no pudo retomar ayer la actividad portuaria a pesar del acuerdo alcanzado con el gremio estibador después de un mes de huelga, porque un grupo de cinco trabajadores despedidos con causa por denuncias penales mantiene bloqueado los ingresos a la empresa con apoyo de varios compañeros y organizaciones de izquierda. De esa manera, un sector de los estibadores se desentiende de lo consensuado por su propio sindicato con la empresa si no se contempla el regreso de los cinco cesanteados. Desde el sindicato denuncian violentas amenazas de esos cinco al resto de sus compañeros para que los apoyen mientras que del lado de los trabajadores aseguran que el gremio les soltó la mano. Por lo pronto, hoy a las 9 se movilizarán desde 27 de Febrero y Circunvalación hasta la Sede de Gobernación para plantear sus demandas.

El viernes por la tarde el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa) de Rosario llegó a un acuerdo con la empresa TPR para reincorporar a 20 de los 25 trabajadores antes despedidos con mejoras salariales que contemplan un aumento del 90% con cláusula de revisión al 31 de marzo de este año. Al mismo tiempo, se consensuó que a los únicos 5 despedidos con causa por estar involucrados en causas penales y actos de violencia se les pagará una indemnización donde se les respeta la antigüedad eventual y la mensual. Además, desde el gremio confirmaron que se les consiguió que el Estado Nacional les otorgue “un fondo de desempleo por un año, 6 meses de obra social y capacitación laboral para reinsertarse en el mercado laboral rápidamente”.

Como contraprestación a lo concedido por la empresa –con un acta firmada bajo tutela del Ministerio de Trabajo de la Nación-, el gremio levantó formalmente la medida de fuerza y se comprometió a retomar la actividad ayer por la mañana. Sin embargo, esto no ocurrió porque desde temprano un sector que apoya a los cinco trabajadores que quedaron fuera de las reincorporaciones, acompañados por el Polo Obrero, organizaciones de izquierda y dirigentes políticos como Carlos Del Frade, bloquearon la entrada al puerto en oposición a lo resuelto entre el sindicato y la empresa. El principal reclamo es por los cinco despedidos que quedaron por fuera del acuerdo, a quienes “el sindicato les soltó la mano”, según expresaron los manifestantes.

Aquí es donde aparecen las distintas versiones. Por el lado de los estibadores, Ramón, uno de los reincorporados que apoya el reclamo de los cinco cesanteados, expresó ante los medios: “Este conflicto viene de hace rato, no es de ahora. Echan 25 compañeros por un conflicto salarial porque dicen que tienen causas, en ese caso que intervenga un juez. No hay que exponer que entre un grupito a trabajar y que nos enfrentemos cara a cara con los mismos compañeros. Yo soy un trabajador que tengo que estar al frente de esto porque me piden que los guíe. Nosotros hoy luchamos contra una multinacional”. De esa manera, quienes continúan hoy con el paro critican la decisión del gremio de ponerlos en la incómoda obligación de retomar la actividad en el puerto mientras otros cinco compañeros “quedaron en la calle”.

Ariel, otro de los trabajadores que participó ayer de la huelga, aclaró que “los trabajadores vamos a pelear por nuestros derechos y no vamos a permitir que ninguno de los compañeros se quede afuera de esto”. Además, apuntó directamente contra César Aybar, Secretario General de Supa Rosario: “De este lado está la verdad y no hay nada oculto. Aybar no vino hoy y él tendrá sus razones, acá están los trabajadores y si se quiere acercar, él es la conducción del gremio”.

Por su parte, el propio Aybar dio su versión a Rosario12: “Hay causas penales por violencia, por daños, incluso violencia contra una mujer quien lamentablemente está atravesando un momento muy difícil. La empresa mostró videos en los que se ve cuando le tiraron una cubierta prendida fuego y le rompieron el auto. Es lamentable lo que pasó. Podemos entender que un compañero que se queda sin trabajo entre en un estado de desesperación, lo que no vamos a tolerar como institución es la violencia”.

Al mismo tiempo, el titular del gremio estibador acusó a las cinco personas apuntadas de haber “amenazado al resto de sus compañeros, incluso con amenazas verbales de que si entraban a trabajar no se olviden que sus familias quedaban solas en sus casas y que iba a haber consecuencias”. Siguiendo con la versión de Aybar, “solamente hay 10 o a lo sumo 15 muchachos que están haciendo la medida de fuerza en el puerto pero el resto de los trabajadores no están en la protesta, no están acompañando y están recibiendo amenazas continuas si van a trabajar”.

 

Por otro lado, el representante gremial aseguró que desde el sindicato “hicimos todo para que esas personas pudieran ingresar nuevamente, tuvimos 27 audiencias de las cuales participaron muchos trabajadores que son testigos de todo el esfuerzo que hicimos como gremio para reincorporar a la totalidad de los trabajadores, inclusive a uno de los despedidos con causa se lo dijeron en la cara mostrándole videos de todos los actos de violencia que ejercieron”. De esa manera, Aybar respondió a la acusación de que el gremio les soltó la mano y los traicionó: “Hicimos todos los esfuerzos necesarios para que sean reincorporados pero no se puede reincorporar a personas que continuamente están ejerciendo actos de violencia contra trabajadores y compañeros. Como gremio defendemos trabajadores y no violentos, apretadores ni mafiosos”.